lunes, 27 de octubre de 2008

Mis otros vecinos. Los OVNIS

Continúo en permanente estado de guardia con la esperanza de algún día tener la agradable sorpresa de ver aparecer los empleados de teléfonos y que me conecten el mío. Se que algún día ocurrirá. Tengo fe en ello.
Sobre las cuatro de la tarde, viendo que ha sido un día de espera inútil, me pego un baño en la piscina, me pongo los pantalones cortos de guiri aunque aquí junto a la camiseta tipo de las que venden en España en los mercadillos, es la vestimenta normal de los nativos, me voy a Internet, veo los correos que tengo, investigo algo sobre mi ansiada residencia y cuando salgo, sigo caminando hacia la playa, me siento en un taburete de las siete u ocho mesas redondas de piedra, y a contemplar la puesta de sol, cosa que consigo antes de que alguien se siente conmigo y comencemos a dilucidar sobre lo divino y humano, aunque precisamente ayer mi interlocutor no era precisamente muy hablador. Chaval nica, clandestino por supuesto, que le tengo que ir sacando con sacacorchos los temas de los que quiero saber sobre ellos; no tiene amigos ticas, pero creo que es por el miedo/respeto que les tiene; aunque parezca incomprensible a estas alturas de la vida, los ve como una casta superior y si se acerca a hablar conmigo al que debe de ver como una especie de dios, es porque desde la primera vez que lo hice, intente tratarlo como a un igual, a pesar de su total incultura y sirva como ejemplo que en su mundo conocido no existía España.
Puedes continuar leyendo... En estas estaba, cuando escucho unas voces a mi dirigidas, y como no, mi amigo Javier con su mochila a cuestas, mojado hasta el pecho de vadear el río, a su vuelta del complejo hotelero donde desarrolla su negocio de venta de collares y demás abalorios. No hace falta decir que se sienta con nosotros y hoy venia con un tema que desde el primer día que me hablo del mismo le dije que a mi no me contara rollos, por lo que hasta que no me demostrara que era verdad, era una espina que tenia clavada. El tema unos OVNIS que aparecen por encima de uno de los extremos de la bahía y que según él se desplazan, unas veces uniéndose, otras separándose y haciendo figuras geométricas caprichosas. La verdad sea dicha no es el único habitante de este pueblo que me ha hablado de ellas.
El muchacho nica tiene que madrugar, según él, razón por la que se va, pero no se el por qué sospecho que a pesar de su incultura no quiere seguir escuchando chorradas, así que nos quedamos Javier y yo solos, el sentado sobre la banqueta, también de piedra, con las piernas cruzadas sobre la misma y aunque cambiamos de conversación, su mirada estaba fija en el infinito. Sí observo que ese día no tiene prisa, cosa que a mi me viene bien porque el que precisamente no tiene ninguna soy yo y con la brisa tan agradable que hacia me encontraba en la gloria. Ya nadie quedaba en la playa.
La verdad es que yo me había olvidado por completo de las luces, cuando Javier da una voz de ¡allí hay una! que a mi me sonó a ¡jodete cabrón que ahora vas a tener que reconocer que lo que yo digo es verdad!
A donde él me señala veo una estrella solitaria, el resto bien por la farola cercana a nosotros o quizás por las nubes, no se ven, independientemente que conforme la voy observando, veo que tiene demasiada luminosidad para ser una estrella. Javier me va adelantando lo que pasara: O bien se ira apagando y aparecerá en otro lugar, o con una velocidad de vértigo se trasladara a otro sitio; ocurrió lo primero. Vi que poco a poco se iba apagando por lo que forcé la vista para no perderla, pero llego un momento en el que nada veía de ella e intentándola ver estaba, cuando escucho a Javier decirme: Ya la tenemos allí. Efectivamente a unos treinta grados a la derecha del horizonte y esta vez a bastante menos altura de la línea del mismo; me pareció mas luminosa que la vez anterior, y aunque no dije nada puesto que me lo había advertido y lo mas probable como efecto de forzar la vista, vi un cambio de color amarillo a rojo primero y a azul después. Nueva desaparición y vuelta a parecer esta vez a unos treinta y cinco o cuarenta grados a la izquierda de la última aparición. Así hasta cuatro veces, la ultima desaparece y aparece en el mismo sitio, momento en el que le dije a Javier de irnos a dormir puesto que ya eran mas de las diez, tardísimo por estas latitudes, y aunque me hizo caso se vino muy desilusionado porque no las había visto ni desplazarse ni hacer las figuras geométricas que tanto le admiran puesto que según él con ellas nos están trasmitiendo mensajes, independientemente de que con solo observarlas nos comunican buena energía.
Lo hasta aquí descrito puedo asegurar que en plenas facultades físicas y mentales, lo he visto, aunque ni entro ni salgo en a que puede deberse este efecto y mucho menos me va a quitar el sueño pensando en dioses, extraterrestres, ni en el mas allá, simplemente doy fe de que mi amigo Javier y otros vecinos de mi pueblo llevan razón.
Si esto lo lee Jose, mi hijo, puede que piense que Javier me esta contagiando su locura, porque él estaba presente la primera vez que lo contó, y los dos comentamos con posterioridad los efectos dañinos de las drogas.


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viernes, 24 de octubre de 2008

Lo que puede pasar y no pasa. Sabas y X

Mientras estoy, por qué no, obsesionado con obtener la residencia en Costa Rica, no es que no me ocurran cosas dignas de mencionar de mi estancia en este país, es que no estoy de humor para narrarlas. El domingo sin ir mas lejos, me acerque por el local del karaoke, esperando hubiera baile; ni que decir tiene que mi idea no era bailar, sino ir relacionándome con la gente de mi pueblo e ir observando sus costumbres.
El karaoke, en teoría los jueves funciona como tal y los domingos baile. Tengo que reconocer que tengo mala suerte, porque dos domingos que he estado me han dicho que se había celebrado el sábado y los sábados que estuve me dijeron que se celebraba el domingo. Como todo en este país, nadie me ha explicado esos cambios no programados del día de baile.
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Solo había una persona sentada en una banqueta en la barra, por lo que no costo mucho que entabláramos conversación y en esas estábamos cuando se pone a caer un buen aguacero, el ruido inconfundible de una moto y se bajan dos muchachos calados hasta los huesos. Su protección para viajar en este tipo de vehículos, ninguna, y edad entre veinte y veinticinco años y precisamente el que hacia de piloto, no tardamos en darnos cuenta de que estaba bien bebido; el alcohol lo hacia dicharachero por lo que tampoco tardo mucho en entablar conversación con nosotros. Conversación que el bebido de vez en cuando recordaba que tenía que dejar, puesto que habían llegado allí por el mismo motivo que yo, por el baile, y al no encontrarse con él quería seguir la ruta en busca de un lugar donde divertirse, pero el copiloto había visto el cielo abierto con nosotros, quería entretenerlo allí porque veía que no estaba en condiciones de conducir y no le faltaba razón puesto que el milagro ya estaba hecho con haber llegado hasta allí, aunque tampoco comprendía que fuera a mejorar con la espera, puesto que no paraba de trasegar cerveza.
Va pasando el tiempo y observo que el camarero estaba dando unas cabezadas de puro sueño, cosa lógica porque la noche anterior había estado despierto hasta las cuatro de la mañana que aquí es como decir hasta la salida del sol. Mi gran dilema; por una parte veo al camarero deseando que nos fuéramos y por otra me daba cargo de conciencia, que estos dos muchachos acabaran contra un árbol o en el fondo de un barranco, por lo que mi primera idea fue convencer al piloto par que le dejara las llaves de la moto al copiloto y este lo llevara hasta el pueblo de donde procedían, a lo que se negaba rotundamente con una razón tan peregrina como que la moto se la habían dejado, encima no era suya, a él y él era el responsable de entregársela al dueño en perfectas condiciones. Yo creía tener algún poder de convicción, pero este muchacho era un muro, así que solo se me ocurre decirles que se vengan a mi casa a ver si a base de café y un baño en la piscina, se despeja lo suficiente. Quiere traer la moto hasta aquí el acompañante, Sabas se llama, sigue negándose y la trae él con un par de derrapajes y un intento de hacer un caballito, dejándola al final a mitad de camino.
Solo entrar, sin ningún complejo se me sienta en la cama, Sabas hace café, también le preparo algo de comida y entre col y col intentos de convencerlo de que deje conducir al amigo, me mancha las sabanas de café, a lo que me advierte que esas manchas no salen.
Yo continúo hablando con Sabas y me va contando la historia de ambos. El es titulado superior en turismo, vive en San José con la madre viuda, pero no se exactamente por que razón ha decidido venirse a vivir a la ciudad del amigo, del que anoté el nombre, para mi desconocido, pero lo perdí, así que a partir de ahora lo llamare X. Ambos vivían con unas muchachas sin matrimonio de por medio, la de X ya venia con un niño de una unión anterior, y quería dejarlo por lo que sospechaba, X es alcohólico, a lo que este decía que así lo conoció y por qué iba a querer cambiarlo ahora. Cuando nos damos cuenta X dormía como un tronco en mi cama, Sabas no paraba de agradecerme lo que había hecho por ellos y se me ofrece a solucionar todo el papeleo referente a mi residencia en este país.
Pasa el tiempo y no vemos otra solución que pasar a X a otro sitio donde dormir, el coge las llaves y se lleva la moto.
Seis de la mañana del día siguiente, me despierto, preparo café y despierto a X, se lo ofrezco y no veo que le apetezca, recuerdo su alcoholismo y le doy cerveza y güisqui, hasta que veo que se va animando, le digo que los suyos estarán preocupados, por lo que debe de irse, no se como arranco la computadora y el con un bajo nivel de enseñanza me dice que le encantaría manejarla, a lo que me ofrezco a enseñarlo, pero advirtiéndole que a partir del momento que saliera por la puerta, ya no trataría mas con el X alcohólico.
Le di para que tomara un taxi para llegar a tiempo al trabajo y con posterioridad me entere que andaba en el Súper aumentando su dosis de cerveza y diciendo que gracias a mi la noche pasada había salvado la vida. Hay bastante drogadicción por estos sitios de alrededor y mas en los pueblos contaminados por los yanquis, por lo que pienso que donde van lo pervierten todo. Tengo la esperanza que X recuerde su deseo de aprender el manejo de la computadora, y pueda más que el alcohol. Lo de que la mujer lo deje a pesar de amarla profundamente, según él, no es motivo suficiente.
A Sabas ese día habíamos quedado en la ciudad de donde procedían, he hizo todo lo que pudo por ayudarme, pero poco pudimos hacer por lo que quedamos en que me acompañaría a San José donde tenia conocidos y sabia como desenvolverse en los organismos de Migración. No tenía celular, ni yo teléfono, por lo que le dije me confirmara por mail la hora de salida. Me queda la duda de si hubo un malentendido, pero desde entonces no he tenido noticias de ninguno de los dos.


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jueves, 23 de octubre de 2008

Lo que no se cuenta y que es típico de este país

No hoy no empiezo con una imagen paradisíaca, sino con la de mi pobre corazón, creo la más adecuada a lo que sigue.
En este país hay dos ritmos, el que te impone la naturaleza y el que te impone las distintas administraciones y servicios. Al primero no solo me he adaptado sino que me encanta y al segundo o acabo adaptándome, o los nervios acabaran conmigo. Son muchas las cosas que me tienen desquiciado y por citar la más cercana, jamás había utilizado el icono de guardar de Word, cosa que ya he terminado por hacer instintivamente y la razón es que cuando menos te esperas el fluido eléctrico desaparece y puede tardar en volver un minuto o un día completo. Los habitantes de la zona o bien los han convencido, o ellos han llegado a la conclusión de que es mucha la gente que se engancha clandestinamente a las líneas eléctricas, pero no necesariamente estos cortes de fluido coinciden con las horas de máximo consumo por lo que dudo mucho que esta sea la causa.
Puedes continuar leyendo... Cuando solicite el teléfono, por falta de líneas, me dijeron que hasta finales de Diciembre no me lo daban. En estas fechas por aquí coincide la navidad, el verano y las vacaciones por lo que no es difícil suponer que el país esta paralizado y no iban a hacer una excepción con un estúpido españolito al que le hacia falta, por lo que me las ingenie, para conseguirla antes. La concesión de un teléfono, no es que se dé de por vida, sino que si por aquí hay uno o varios señores que la tenían, y han muerto, las líneas junto a sus antiguos propietarios seguirán el sueño de los justos, porque a pesar de estar libres no se las conceden a nadie. Me entero de un señor que por cuestiones económicas o por otras que para nada me interesan, ya tenia una demanda judicial por lo que debía, demanda que parece que en poco le afectaba, y le propongo un trato: Yo le pago el monto de su deuda a cambio de que su teléfono, a su nombre, me lo coloquen a mi. Dicho y hecho, me trae un documento en el que no solo se da por saldada la deuda, sino que incluye la cuota de instalación y en el que dice que en un plazo máximo de quince días lo tendré instalado. Si alguien lee esto no tiene que ser muy sagaz para imaginarse que han pasado los quince días y por aquí no ha aparecido ni dios. Un alma caritativa creyéndose con ciertas influencias llama y me dice que ayer me lo instalarían sin falta; todo el día sin salir a ninguna parte y asomándome a la cancela ante cualquier ruido de vehiculo que paraba por las cercanías y el final estaba cantado, me quede sin teléfono. Hoy ya me he dicho, no te apures hombre cuando menos te lo esperes aparecerán.
Deducción lógica de no tener teléfono es que no tengo conexión internet por lo que voy a una tienda de souvenir donde tienen varias computadoras en las que puedes conectarte pagando en función del tiempo. Estos días atrás las lluvias fueron torrenciales por lo que la causa de no poder conectarme, fuese fácilmente achacable a las mismas, pero han pasado varios días de esto, esta haciendo un tiempo veraniego, pero aun así antes de subir al primer piso donde están situadas, pregunto abajo si tenemos conexión y por causas misteriosas unos días hay y otros no, así que ya no me sulfuro y lo que hago es continuar mi paseo y observando el mar me relajo.
Todo lo malo se pega y ayer aprovechando el celular de Jose, llamo a Migración par ver la forma de resolver unos papeles, me remiten a la embajada de España con la que me pongo en comunicación. Típico robot de multinacional en el que te pide para tal cosa marque el uno, para tal otra el tres; marcaba el uno o el tres y se perdía la comunicación. La imaginación trabaja rápido, engaño al dichoso robot y consigo hablar con una señorica, le cuento el caso y me remite a unas gestorías privadas, españolas por supuesto. Se perfectamente que es obligación suya tramitarlos, puesto que antes había visitado la web del Ministerio de Asuntos Exteriores. Aquí ya no me contuve y le recordé a la pobre funcionaria que el sueldo que estaba cobrando era gracias a los impuestos que he pagado a lo largo de mi vida y ante mi insistencia por hablar con el cónsul, me dio el supuesto correo electrónico del mismo.
Seguiré con mi película.


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sábado, 18 de octubre de 2008

Conversaciones con mi amigo Javier

Como he dicho en mi anterior escrito, las lluvias han paralizado, al menos esta parte del país, todos los servicios, desde las carreteras cortadas por desprendimientos, teléfonos por postes caídos, los celulares vete a saber por qué, el súper (supermercado) inundado y por tanto sin venta de comestibles y mas han dejado de funcionar, pero la gente aparte de verlo como lo mas normal de este mundo, saben que las cosas no se arreglan con rapidez, por lo que no sufren. Yo ayer tenia un conato de ansiedad no se si como consecuencia de las bajas presiones o de pensar que mi hija estaría preocupada por llevar varios días sin noticias mías.
Iba para el local de Internet que por supuesto estaba sin comunicación, y me encuentro con mis amigos Javier y Edgar (dominicano este ultimo) y comentamos todo lo anterior y Edgar añade algunas mas puesto que al no ser tico, se encuentra con mas derechos de criticar las cosas que ve mal y que en especial le atañen a él, como el no recibir paquetes que le envían de su país porque ya no sabe como poner la dirección a falta de la no existencia de números en las casas. La verdad es que paso un rato tan desenfadado que me olvido de la ansiedad aunque ya Javier me había dado el remedio contra la misma: Échese en la cama, escuche a los pájaros que hoy están contentos porque les ha salido el sol y abra las ventanas para que le entre esta estupenda brisa que hace hoy. Nada que ver con la industria farmacéutica.
Puedes continuar leyendo... Por la tarde, salgo y al pasar por la puerta de Javier, este se encontraba haciendo collares que junto con camisetas, sortijas y otros abalorios vende en el complejo hotelero cercano y es su medio de vida; le digo que voy a fotografiar el río, el cual él tiene que atravesar todos los días con la marea baja, pero que por motivo de las fuertes lluvias caídas estos días y su fuerte crecida, no puede, por lo que dice de acompañarme.
Durante el trayecto hasta el mismo me va describiendo el curso anterior del río, y como para robarle tierras, lo encauzaron con unos muros de hormigón, advirtiéndome que algún día se vengaría y volvería a tomar lo que era suyo.
Saco algunas fotos y ya de vuelta me enseña el manglar, al que también fotografió y una solitaria garza a la que no puedo plasmar. Su comentario sobre la gente que llevan al hotel: Las encierran dentro del recinto y no ven estas maravillas que son la verdadera Costa Rica.
Estaba con poco tabaco por lo que decidimos acercarnos al súper que ya estaba abierto, y al salir es el que dice de acercarnos a la playa. Sentados sobre unas piedras conversamos mientras vemos la puesta de sol. Pocas veces me he encontrado tan a gusto ni he mantenido una conversación tan sensata como la que mantuve con él. Sabe perfectamente cuando hay que escuchar y cuando le corresponde hablar y cuando lo hacia, me iba descubriendo cosas que yo a pesar de haber estado muchas veces viendo aquel paisaje no había caído en ellas, también cuando le describí un mosquito que veía todas las mañanas mientras tomo el café y escribo mi diario, me dice con toda naturalidad que es el mosquito que transmite el dengue. Filosofamos sobre gobernantes y demás políticos, y me sigue dejando asombrado por sus conocimientos de actualidad.
Cae la noche y volvemos. No tengo ganas de televisión así que me echo en la cama y medito sobre lo que hemos hablado.
Pienso que el resto del pueblo, me dio esa impresión en sus saludos, no ve con buenos ojos que el loco tenga preferencia entre mis amistades, cosa de la que paso totalmente. Por otra parte el río bajara y el seguirá con su negocio del cual viene bastante tarde por lo que difícilmente volveremos a vernos, pero recordare el buen rato que me hizo pasar y que ¡ojalá! el resto de las personas tuvieran su locura porque este mundo no seria igual.


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Agilizando mi residencia y contestando a una/un anónimo

Han sido casi tres días de intensas lluvias como jamás las había visto antes. Tres días en los que no ha habido ni siquiera conexión a Internet, aparte de desprendimientos de tierra en las carreteras que casi han incomunicado mi pueblo. La gente de aquí lo ve como lo mas normal del mundo y aunque me encanta la lluvia, la verdad es que tenia cierto temor de que pudieran causar mas daños de los que han hecho. Hoy ha amanecido sin llover y espero poder meter lo que ya tenia escrito.
Día 17.- A pesar de haber cesado las lluvias seguimos sin Internet. Aquí escomo si el tiempo transcurriera mas lento y o te acostumbras a no tener prisa para nada, o se pasa mal, así que paciencia.
Puedes continuar leyendo... Sinceramente yo creía que en estos momentos nada ni nadie podían tirarme la moral por los suelos, y los dichosos abogados ticos lo han conseguido, menos mal que mi energía de reacción, ha sido buena y ante el dislate que me proponían, y no teniendo a quien dirigirme con los conocimientos suficientes para que me pudiera aconsejar, ya que el loco (ya le he preguntado y se llama, Javier), a pesar de sus razonamientos muy cuerdos, no era la persona indicada, así que recurrí a mi amiga la Web y en Google Costa Rica, puse, ya me voy haciendo a los giros de este país, migración, y al momento estaba en la pagina de la Dirección General de Migración y Extranjería, donde explican y muy bien los tramites necesarios para conseguir la residencia y puedo asegurar que cualquier persona mínimamente preparada, no solo puede cumplimentarlos, sino que perfectamente puede prescindir de los servicios de los abogados sinvergüenzas y ladrones. Hay dos de ellos, la partida de nacimiento y el Certificado de Penales, que aun trayéndolos conmigo, advierten que deben ser “consularizados” en el país de origen, Cosa que no advertían en la pagina del Ministerio… español, razón por la que dando por supuesto, no me van a valer, aparte de cumplimentar toda la documentación por si la persona que me atienda tuviera un alma caritativa, también he rellenado la solicitud de Prorroga de Turismo, pidiendo me amplíen el plazo de los noventa días normales a seis meses mas. La semana que viene, cogeré el autobús y me llegare a San José, donde espero resolver si no el primero, al menos el segundo, mientras en España, donde la burocracia también deja mucho que desear, mi hija me tramita los documentos anteriormente citados.
He de decir que ya me voy acostumbrando a trampear y he conseguido que me den teléfono y por tanto la conexión a Internet, he pagado la cuota de instalación el día ocho de este mes y me aseguraron que antes de quince días lo tendría en servicio, cosa que aun no han hecho, teléfono que me piden en los documentos a presentar y en cuyo lugar he puesto el celular de un amigo. Tambien he estado dos veces a solicitar un apartado de correos en el cantón al que pertenece este distrito (en este caso mi pueblo) y tienen la mitad fuera de servicio a falta de ponerles cerraduras, pero a la espera de que le aprueben en Puntarenas el colocárselas, por lo que he tenido que poner otra dirección. Creo haber dicho que a excepción de San José, en Costa Rica, las casas no tienen número, por lo que hay que saber orientarse y medir distancias muy bien. Para que os hagáis una idea, mi casa es la situada cien metros al sur del cementerio.

Contestación al comentario de mi amiga/o anónima/o. Si mal no recuerdo, digo en el encabezamiento donde me ponen los comentarios que contestaría todos. No se exactamente en que escrito una amiga/o deja caer algo así como que muy bien que yo lo he pasado mal con mi depresión, pero que me he portado muy mal con mi familia. En nuestro país, querida/o amiga/o, hay un dicho que dice que a palabras necias oídos sordos, razón por lo que no iba a contestarte, pero la palabra dada para mi es sagrada así que te contesto.
En primer lugar, a lo largo de este diario he procurado no mencionar a mi familia ni para bueno ni para malo, a excepción de los últimos escritos, puesto que la despedida de una de mis hijas fue tan emotiva, que mi única forma de exteriorizarla fue ponerlo aquí, y el caso de mi hijo que no solo me ha acompañado en la búsqueda de mi nuevo hogar sino que me ha animado en mis momentos de desaliento tampoco podía ocultarla, lo que me hace suponer que me conoces muy bien.
No pones tu nombre, y nada te impide colocarlo al final del mensaje aunque el comentario lo hagas como anónimo.
Te animo a que sigas, aunque ocultes tu identidad, dando detalles de en que me he portado mal con mi familia. Es curioso que mientras he estado tres años aislado en mi casa de campo, nadie se ha acordado de mí ni para bueno ni para malo, y ahora que estoy en otro país en el que cada vez me voy encontrando mas a gusto y en el que pienso rehacer mi vida, salen a flote los que tanto me han “querido”. Te recuerdo que el que sufre no es el odiado, sino el que odia.
Espero tu contestación.

Otrosí digo: Mi amiga Emi, me anima a que ponga mas fotografías, pero hasta que no consiga la residencia y me compre la moto, me es difícil seguir conociendo el resto de este país, pero ya tengo in mente donde ir para hacerme con una buena colección de ellas, en especial de animales como ballenas, tortugas y para los mas pequeños necesito una cámara con un buen zoom cosa que en la que tengo, no es el mas adecuado.
De todas formas pondré las de mis vecinos los monos tomadas justo encima de mi casa, la del perrillo vagabundo que me acompaña en mis paseos y la de los buitres por si alguien se siente aludida/o
Por aquí hay un dicho: El que haya estado en Costa Rica y no haya visto los monos es que no ha estado.











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lunes, 13 de octubre de 2008

La felicidad nunca es completa. Los incompetentes políticos

Hacia tiempo que no me encontraba tan bien anímicamente como me encuentro en la actualidad, y conforme escribo tiempo, sin querer medito un poco y me pregunto de cuanto se trata, a lo que rápidamente me contesto, que puede que haya pasado épocas muy buenas en mi vida y me viene a la cabeza mi período de navegación, pero jamás había sentido la paz interior que ahora. Nunca había observado la naturaleza descubriendo cosas que siempre han estado ahí y nunca había reparado en ellas, ni tampoco recuerdo un rato de conversación como el que mantuve ayer con Edgar, inmigrante dominicano en este pueblo. Son tantas las pequeñas cosas que me ocurren desde que me levanto hasta que me acuesto y que las degusto con verdadero placer, que vuelvo a repetir, me encuentro muy bien.
Puedes continuar leyendo... Es raro el día que no voy a Internet, en especial a ver los correos de mi hija, con la esperanza de que vaya normalizando su vida y deje de pensar en mi como si de una perdida se tratara, aunque como he dicho anteriormente en aquel mundo es difícil que encuentre a alguien con quien compartir sus problemas, como lo hacia conmigo. En el local de Internet, no encuentro la intimidad necesaria como para saborearlos, por lo que los copio en la llave maya, me los traigo y aquí los leo despacio. De vez en cuando junto al correo de mi hija tengo algún otro como en este caso el de Azucena, tica ella aunque nacida en Nicaragua y muy por ayudarme, hasta el punto de comprometerse a ser mi proveedora de libros al no existir donde hacerme con ellos ni en mi pueblo ni en los alrededores y en especial consultar con su abogado los tramites necesarios para hacerme residente. Con todos los que he hablado, han coincidido que los letrados tienen especia debilidad por estafar a los extranjeros.
Exactamente esto es lo que me dice: Ya le hice la consulta al abogado.
En Costa Rica puedes permanecer como turista durante tres meses, luego tienes que salir del país a Nicaragua o Panamá que son los más cercanos, y en el Consulado de Costa Rica en cualquiera de esos dos países (él prefiere que sea en Panamá) solicitas la Residencia y vuelves a ingresar al país.
Los documentos que tienes que presentar son:
Certificado de nacimiento
Certificado de antecedentes penales debidamente legalizados por el Ministerio de Relaciones Exteriores de España; luego las huellas
El costo del abogado anda entre 1500-2000 dólares.
Todavía no he investigado donde queda la terminal de los buses de… para enviarte los libros, pronto lo haré si Dios quiere.
En primer lugar, Azucena, espero no te molestes por publicar parte de tu correo. Si es así lo borraré y el castellano es tan rico que puedo decir lo mismo sin mencionarte.
No me puedo creer lo que leo. Como a todo hijo de vecino en primer lugar maldigo a los burócratas, pero rápidamente rectifico, puesto que ellos se limitan a hacer cumplir las leyes que han desarrollado esa casta especial de los políticos a la que tanto desprecio (como en todo, siempre hay excepciones).
Quería tener una segunda opinión por lo que le cuento el caso a Jose mi casero, el cual consulta a su abogado y me viene a decir lo mismo, solo que añade algún documento nuevo y la minuta sigue en 2000 dólares.
Vayamos por partes: Para continuar de turista tengo que salir del país, estar tres días fuera (no puede ser uno ni dos, sino tres) y volver a entrar. Alguien me quiere decir quien puñetas gana con esto. En escritos anteriores he mencionado que Costa Rica turisticamente no esta pasando un buen momento y con esto lo único que consiguen es aburrir a los que estamos y mandarlo todo a hacer gárgaras. Tan complicado seria para ellos que me acercara por el ministerio correspondiente (Costa Rica tiene poco mas de 4.000.000 de habitantes por lo que un ministerio me lo imagino como una concejalía del ayuntamiento de Granada) y dijera que quiero continuar mi estancia como turista.
Antes de emprender mi viaje en busca de mi paraíso, fui a la Oficina de Inmigración del ayuntamiento de mi pueblo y pregunte por los documentos que necesitaba para hacerme residente aquí, consultaron con el Consulado/Embajada de Costa Rica en España, me dijeron los necesarios, que los llevara y que en cuestión de días me la tramitaban, a lo que les dije que no puesto que no tenia la seguridad de encontrar mi sitio y tan es así que cuando vine traía el billete de vuelta, por lo que mi asiento en el avión fue vació. Siempre me gusta consultar más de una fuente de información, así que a través de Internet me dirigí al citado Consulado/Embajada y me confirmaron lo dicho en la Oficina de Inmigración. Con todos estos documentos me vine.
Utilizando la misma regla de tres que para continuar de turista, alguien me quiere contestar que pretenden haciéndome ir a otro país a solicitar lo que tan ricamente podía solicitar aquí, en este caso la residencia.
Supongamos que los documentos que traigo estuvieran caducados, aunque no comprendo que pueda caducar una partida de nacimiento; que algún político o adlátere me diga el por que no puedo solicitarlos en el Consulado de España en este país y tengo que solicitarlos en el de Panamá. ¿Allí tienen mejor información o utilizan papel de mejor calidad que en el de aquí? ¿El por qué tengo que solicitar la residencia en el Consulado de Costa Rica en aquel país, supongo que dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y no directamente en el mismo por donde forzosamente han de pasar? ¿Recibe alguien mordida del colegio de abogados? Porque esa es otra, si me pago el viaje a otro país, la residencia, yo solito solicito los documentos en un Consulado y los entrego en otro, que coño es lo que han hecho los dichosos abogados para cobrar la nada despreciable cantidad de dos mil dólares.
¿Putean a los yanquis de la misma forma? Costa Rica esta invadida por ellos.
Nunca he soportado la incompetencia ni que me tomen el pelo, por lo que en estos momentos y aprovechando que me encuentro desplazado de Nicaragua, estoy pensando en solicitar la residencia en aquel país, primero en el que pensé y que todo el mundo me desaconseja por su pobreza, cosa que no me importa, porque creo estoy preparado para convivir con ella. Me da pena de mi pueblo y de sus habitantes que tan bien me han tratado por ahora, pero quizás les sirva para saber a quienes votan o que me imiten y no voten a nadie que en el momento que esto hagamos, pensaran que no somos tan estúpidos como ellos creen.


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sábado, 11 de octubre de 2008

El buceador autóctono

Una de las desilusiones que he tenido en Costa Rica son las aguas turbias de sus mares. Mientras estaba en el Golfo de Nicoya, lo veía lógico puesto que es un puro manglar, pero pensando que lo iba a cruzar y ver el Pacifico abierto al Oeste, supuse que las aguas cambiarían, por lo que en Puntarenas, después de mucho preguntar, encontré un comercio que mas que de artículos de buceo era de bicicletas, y allí me compre aletas, gafas y tubo al que por aquí llaman snoker. Pregunte por cámara submarina y por ahora no la he encontrado.
Cruzamos el Golfo, Pacifico a mar abierto y las aguas seguían turbias. No me entraba en la cabeza después de ver los reclamos turísticos que de estos países hacen en los que se ven no solo las aguas cristalinas, sino de un color entre azul y verde que estuvieran tan turbias.
Puedes continuar leyendo... Fue ya en mi pueblo y hablando con mi amigo el loco al que le pregunte si conocía algún buceador nativo, puesto que no quería la opinión de esas escuelas de buceo en las que te enseñan a manejar las botellas en una piscina, salida al mar en grupo rodeado de monitores y salen convencidos de que saben bucear; en el atracadero parece ser que hay un yate de un italiano que se dedica a este menester. No solo me dice que si, sino que ya me cuenta algo de su historia. El hombre hasta hace un par de años también había estado enganchado a una de las drogas, en este caso legales, como es el alcohol.
En estas estábamos cuando mira por donde, por allí aparece y lo invitamos a nuestra mesa. Dejo la conversación con el loco, lo siento pero todo el mundo lo conoce por este nombre y la verdad es que no se me ha ocurrido preguntarle su verdadero nombre, y me voy directo al grano con el recién llegado, que en realidad vive de la pesca en general, y que desde niño practica el buceo; su especialidad son las langostas.
La explicación de las aguas turbias es de lo mas obvia en este país y supongo que en todos los de alrededor, por lo que el reclamo turístico es una verdad tan a medias que mas bien es un engaño. En la larga época de lluvias, los ríos vienen tan caudalosos y arrastran a su paso tanta tierra que en su desembocadura son de un color rojizo, por no decir rojo, cosa que he podido comprobar en el que tengo cercano, y son tantos los ríos que desembocan al mar, que hacen que su transparencia sea nula. Cesa la época de lluvias que si no estoy mal informado será en este mes, un mes de decantación de las aguas marinas y aproximadamente dos meses de aguas transparentes, que vienen a coincidir con el verano de aquí que nada tiene que ver con el verano de las estaciones del planeta en que habitamos. Las vacaciones aquí, tampoco estoy seguro a cien por cien, son Diciembre, Enero, por lo que el verano y las navidades son en las mismas fechas.
Sigo mi conversación con este hombre, y mi siguiente pregunta es si hay peligro de tiburones, a lo que me dice que siempre que baja lo hace si no con miedo, al menos con mucho respeto y me cuenta un percance que tuvo cuando buceando en busca de langostas, un pequeño pez martillo, del que mis referencias son que nunca ataca al hombre, se metía en las cuevas en busca de su alimento por lo que le estorbaba; no se las pensó, lo cogío de la cola y lo arrastro a su derecha, pero el pobre bicho diría que el también tenia derecho a su sustento y volvió. Repitió la operación de tirar de él por la cola, pero esta vez se le revolvió mordiéndole en el brazo izquierdo, cicatrices que aun conserva y que me enseño.
También me hablo de cómo están no solo contaminando la bahía sino que con la pesca del trasmayo en el interior de la misma, están agotando las especies que antes eran abundantes, hasta el punto de que en un día podía sacar el equivalente a mil dólares de los de antes en un día de buceo, en los que capturaba no solo langostas sino meros y otras especies de grandes proporciones y ahora tiene que desplazarse a otros lugares de la península, de los cuales no me dijo ni el nombre, supongo para evitar que lleguen a oídos de la competencia y también los agoten. Es una pena el que ya haya llegado aquí el pan para hoy y el hambre del mañana y que las autoridades hagan la vista gorda, porque si aplican las vedas en las épocas de reproducción, crean paro y eso les hace perder votos para que sean elegidos de nuevo.
De todas formas me dio esperanzas, de que si mis pretensiones son solo fotografiar especies, no tendré que alejarme mucho, aunque el día que los haga estoy seguro que iré más pendiente de los escualos que de mi colección fotográfica. Con el tiempo me compraría una lancha neumática y me buscaría a alguien que me acompañara, que el se entretuviera pescando mientras yo buceaba y en caso de verlos subirme rápidamente a ella. No tengo espíritu de héroe.
El marido de Betty, Ezequiel, tiene una barca de pesca y se dedica a ella. La barca es de remos y dice que no le hace falta motor porque en teoría la pesca esta cerca de donde la tiene atracada, pero cada vez son mas los días que vuelve sin pescar nada. Espero un día de estos acompañarlo, ver las artes que utiliza y ver de primera mano la abundancia o escasez de peces.


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viernes, 10 de octubre de 2008

Mi vecino loco

Una de las cosas que he aprendido después de pasar por el calvario de la depresión, es que no hay que tener prisa por ni para nada, sin embargo esta forma de ver el mundo me esta fallando a la hora de ir conociendo a los habitantes de este mi pueblo. Se perfectamente que ellos ya me conocen todos, y a la hora de ir paseando no me falta el saludo de ninguno en especial de los mayores porque aquí al igual que en el resto del mundo la juventud va a su rollo y no es que te nieguen el saludo, simplemente no te ven. La verdad es que ya quisiera haber hablado con todos y saber algo de con quienes voy a convivir, pero es poco el tiempo transcurrido desde que me asenté aquí para que esto ocurra. Tiempo al tiempo.
Es curioso que con el primero que entable una conversación fue con el “loco”. Estaba yo sentado en una mesa en el karaoke, cuando se me acerco diciéndome que el vendía collares y objetos de barro fabricados por el mismo, a los turistas del emporio hotelero cercano al pueblo y que todos los días lloviera o hiciera sol, se dirigía a él caminando por la playa y teniendo que atravesar el rió, cosa que veo difícil que haga, con el caudal que trae en esta época de lluvias, si no es con la marea baja.
Pronto comprendí lo de loco, la droga había hecho estragos en sus neuronas, pero entre las dilucidaciones imaginarias de su cerebro, me llamo la atención que en otros momentos razonaba como pocos de los que nos consideramos normales lo suele hacer. No le servían cerveza, por lo que tuvo que ir mi hijo, que entonces aun estaba conmigo, a traerle una que después fueron dos. Le dije que conmigo dejara de hacerse el loco y que me hablara como se habla entre personas, bajo el tono de su voz y poco a poco le fui sacando lo que le había llevado a aquel estado.
Puedes continuar leyendo... Vivía en el interior de Costa Rica, su familia vivía del campo y el viendo que allí no tenia futuro, a los doce años se escapo y fue a parar a San José, desde muy pequeño había andado en bicicleta lo que le llevo a hacerse ciclista profesional, citándome no solo a los ciclistas de este país sino a los españoles de aquella época.
Conoció a una muchacha avanzada en ideas para aquella época, la cual lo trajo a este pueblo del que era su familia, acampó en la playa y jamás volvió a verla. Los familiares de la misma, gente acomodada del pueblo, no les debió gustar mucho su aspecto, y la volvieron a mandar a estudiar. De esto hace veinte años, fue conociendo a la gente que venia al hotel, que indefectiblemente lo fueron conduciendo a la droga, y hasta hoy.
Pero en ese tiempo no solo se hizo propietario de una casa del pueblo, sino que, aunque no me dio detalles, conoció a una guatemalteca con la cual se caso y tuvieron un hijo. A partir de aquí viene su versión de el por qué ella y el hijo se encuentran en la actualidad en Guatemala, y la de la gente del pueblo. Según él, el hijo padecía una enfermedad relacionada con el páncreas, y bien por falta de seguridad social o como él dice no daban con su dolencia, la mujer se fue con el niño a que se lo curaran en su país. También según su versión para los gastos de traslado, médicos y otros, tuvo que hipotecar su casa. La del resto de los vecinos, nos la podemos imaginar, la mujer lo abandono por la droga y si ha hipotecado la casa es para conseguir mas de la misma. Ni quito ni pongo rey, pero lo cierto es que él me da detalles de la enfermedad de su hijo que difícilmente los conoce la gente de la calle.
No es solo el único día que he hablado con él, ayer mismo dando un paseo bajo la lluvia hasta la playa, venia de su negocio, lo invite a otra cerveza, y le estuve haciendo preguntas que como he dicho razona muy bien. La gente del pueblo achacan a la crisis de Estados Unidos, la falta de turismo, pero él que esta en contacto diariamente con este negocio, dice que la crisis empezó hace cuatro, lo que viene a confirmar el cierre o venta de complejos hoteleros, el despido de trabajadores o la falta de pago a los mismos.
Son mas las cosas que me han hecho pensar que no desvaría tanto, como que algunos del pueblo están denunciando al emporio hotelero porque contamina la bahía, a lo que me dice que tiene varias balsas de decantación y aireación, y que por poco que hagan, harán mas que las aguas residuales del pueblo que no tienen ningún tipo de tratamiento; que los barcos pesqueros achican sentinas dentro de la bahía, cosa que es cierta porque lo he visto, que utilizan artes de pesca dentro de la misma prohibidas en lo que coincide con otros que de esto me han hablado.
Pero con todo, lo que mas me ha llamado la atención es su pronóstico de que este pueblo tiende a desaparecer. Desde que llego el turismo, sus habitantes dejaron los cultivos, la pesca y cualquier otro medio de sustento como puede ser la ganadería y su medio de vida, paso a depender del turismo, y si este baja, me razona él que Santo Domingo se les ha adelantado de forma bestial, la gente no quiere volver a sus antiguas formas de subsistencia por lo que emigrarán.
Son mas cosas de las que hemos hablado, pero para ser el primer vecino con el que intercambie información, obtuve bastante. La gente con mucha sutileza, lo evita lo que hace que cada vez que tenga la oportunidad el hombre se desahogara conmigo, cosa que soportare estoicamente, puesto que estoy convencido que al igual que nadie busca ser depresivo, tampoco nadie quiere ser dependiente de ningún tipo de droga y a los depresivos ya se nos ha aceptado como enfermos cosa que esta maldita sociedad, que en muchos aspectos ya ha extendido sus tentáculos por aquí, será mucho el tiempo que tarde en aceptarlos como tales, y bastante mas que reciban tratamiento psiquiátrico a cargo de la seguridad social.

Casa de mi amigo loco


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jueves, 9 de octubre de 2008

Pueblo en el que me asenté

Ya he dicho que la primera vez que lo vi quede extasiado en especial por su bahía
Como pueblos, los ticos, poco tienen que describir; la gran mayoría, son una continuación de casas bajas a lo largo de la carretera, cuya arquitectura es muy similar al resto de Latinoamérica, lo mas feo, es que los techos son de zinc, y preguntado el por qué, me dicen que fabrican tejas, pero sus economías no les permite ese derroche. Su escuela y su pequeña iglesia, que en realidad son dos juntas, la vieja y una de reciente construcción, similar a la primera. La playa a cincuenta metros de la carretera y centro neurálgico, puesto que en ella se encuentra el súper, tienda de comestibles y de otros muchos productos, y la ferretería donde venden el resto de lo que le hace falta a los habitantes del mismo, bar/karaoke y sigo con la playa: No distinguía, si lo que veía frente a mi era una isla, pero observando, veo que no, que es una bahía tan cerrada, que mas que tal, es un magnifico puerto natural, mas resguardado contra los temporales que lo pueda estar cualquier puerto artificial; ni que decir tiene que la vegetación no solo llega hasta las casas, sino hasta la misma orilla del agua. Al parecer en la misma, desembocan dos ríos, pero en mis paseos solo he llegado hasta la desembocadura de uno de ellos, con sus aguas turbias consecuencia de que estamos en la época de lluvias y desde que hemos llegado no solo no han faltado sino que a veces son intensas y algunas acompañadas de fuerte aparato eléctrico.
Puedes continuar leyendo... Una vez asentado, he ido descubriendo nuevas cosas. Tiene su farmacia, su tienda de souvenir que a la vez es local de Internet, pero veo una construcción de arquitectura más moderna, y por supuesto con todos los letreros en ingles; pregunto, y son las oficinas de una compañía de aviación. Aunque parezca increíble, relativamente cerca hay un campo de aviación, en el que aterrizan bimotores de pasajeros par traer turistas a un emporio hotelero por más señas español; afortunadamente sus ocupantes no salen del mismo.
He ido descubriendo, alquiler de qad, rentacar, e incluso inmobiliarias, pero vuelvo a repetir, esta todo tan disperso que pasas en vehiculo por la carretera y difícilmente te imaginas el pueblo.
Todos los terrenos colindantes son propiedad de yanquis aunque anteriormente lo habían sido del propietario de la cadena de hoteles, lo que me hace suponer que el destino final será verse invadido por el turismo, pero con la crisis de las subprime de Estados Unidos, los propietarios de hoteles y demás recintos relacionados con el turismo, lo están pasando tan mal que incluso no les pagan a sus trabajadores o los despiden y son muchos los que los tienen en venta.
Me decía un bloguero tico, Labriego sencillo si mal no recuerdo, que las tierras que habían sido de sus padres, que a su vez las habían heredado de sus abuelos y así hasta perderse en los tiempos, la gente las vendían por cuatro dólares, los cuales ni siquiera sabían invertir por lo que al final se encontraban sin tierras y sin dinero. Creo que llevaba mucha razón.
Me contaba un vecino, que un gringo loco quería comprar un terreno y el dueño del mismo, tiro hacia arriba todo lo que en su imaginación cabía y quedo estupefacto cuando le dijo que le pagaba sobre la marcha, lo que trajo como consecuencia que todos los propietarios crean que sus terrenos mas que tierra lo que tienen es oro, y hay que reconocer que son tercos, porque nadie se apea del burro, hasta el punto de que uno de ellos urbanizó un terreno, con todas las infraestructuras de agua y demás servicios, para vender por lotes y no vende ni uno, se va deteriorando todo hasta el extremo que el asfalto de lo que seria la calle principal, en el que tampoco se arruino mucho, puesto que tiene menos de un centímetro de espesor, ya apenas existe. Para mi no entienden lo que es la ley de la oferta y la demanda. Aunque sea en plan egoísta, ojala sigan pensando en que sus terrenos tienen un altísimo valor, y que continué la crisis de los yanquis, puesto que mas tiempo esta parte de la costa conservara su virginidad.



















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lunes, 6 de octubre de 2008

La casa en la que me encuentro bien


Si para llegar a Malpaís, se resintieron mis riñones como consecuencia de los baches del camino, más bien pequeños cráteres, a la vuelta fue peor porque los puñeteros estaban llenos de agua de la tormenta de la noche anterior, por lo que había que imaginar su profundidad.
Llegamos al pueblo que nos había recomendado Víctor, y aunque el día anterior me había puesto en contacto con la persona a la que me recomendó, hoy vuelvo a hacerlo y esta a su vez me dice que en realidad el que tiene las casas que se alquilan, es su hermano del cual me da su teléfono y hablo con él. Quedo en llamarlo una vez lleguemos.
Comimos al llegar, tomamos café y repito la llamada, sin imaginarme que estábamos a cincuenta metros de él. Presentación, nos dice que sigamos a su vehiculo, cosa que hacemos, hasta llegar a dos viviendas adosadas que incluso estaban los albañiles dando los últimos retoques. Antes de verlas sabia que por bien que estuvieran no eran las mías, porque habíamos recorrido mas de cinco kilómetros, desde que dejamos las ultimas casas del pueblo, cosa que le dije cuando estábamos viéndolas. Hombre que piensa las cosas antes de dar una respuesta, tarda en contestarme y al final dice que volvamos a seguirle. Dentro del pueblo es propietario de un hotel de cabinas y me enseña una de ellas. La moral me iba cayendo por momentos; una cabina no era lo más adecuado para vivir definitivamente.
Puedes continuar leyendo. Mas imagenes... Aunque sabia que el tiempo se me acababa y encontrar otro pueblo que reuniera las condiciones que yo quería en el cual también debía de estar una casa disponible, le dije que no. Mi cabeza trabajaba a una velocidad de vértigo, puesto que por una parte me veía volviendo a España, lo que en mi moral hubiera sido un verdadero zarpazo o también recordé que mi amigo Mauricio que en su momento me dijo que en Ciudad Quesada, cerca de su casa había una que podía alquilar lo que prefería antes que volver al país del que venia huyendo, porque allí aunque lejos de la costa, me serviría de base para volver a recorrer la parte del país que no había visitado y al final encontraría mi rincón.
Como he dicho este hombre era lento en sus respuestas, y cuando ya tenia casi decidido irme a Ciudad Quesada, veo que vuelve a sacar el celular, y hace una llamada. Nos dice que esperemos y aparece otro hombre, el cual también nos dice que le sigamos llevándonos a otras dos casas adosadas, pero estas en pleno pueblo. Cuando las vi, me pareció ver el cielo. Tan me aferre a ellas, que ni discutí precio, cosa de la que estoy seguro se aprovecho, y no solo esto, sino que me dijo que estaban sin amueblar y que él por ahora no tenia dinero para hacerlo, a lo que le conteste que yo la amueblaba con la condición de que me lo fuera descontando del precio del alquiler. Aceptó encantado, pero yo he hipotecado mi estancia en esta casa al menos mientras recupero lo invertido en muebles y electrodomésticos, lo que no me preocupa, puesto que el dinero en mi orden de valores esta de los últimos.
La sensación que tuve al cerrar el trato es de qué había tomado una de las grandes decisiones de mi vida. Puede que la sensación se convierta en realidad.
Resaltar la que yo creo buena fe de Arturo, dueño de las primeras casas, porque cuando vio que el no podía darme lo que pedía, no dudo en llamar a la competencia para intentar dármelo, aunque también puede jugar un buen papel la comisión. Por aquí nadie desaprovecha el ganar unos colones.
De esto ya hace un tiempo, o al menos eso creo, y la verdad es que no solo no me he arrepentido, sino que cada vez estoy mas contento. Jose, el dueño de la casa, por ahora se desvive por atenderme, no pasa un día si que venga a verme, para preguntarme si me hace falta algo, y son varias veces las que me ha llevado a la ciudad principal a resolver cosas.
Tengo justo lo que necesito y una de las cosas que más me ha gustado es la pequeña piscina para mi uso exclusivo, en la que me baño nada más que me despiertan mi particular jauría de monos. Una mujer ya mayor, Betty, me hace de “ama de llaves” trayéndome la comida todos los días a las doce de la mañana, echa un vistazo a mis avituallamientos, y en caso de que vea que me falta algo y aquí incluyo el tabaco, se encarga de traérmelo del súper. También me ha traído una canasta para echar la ropa sucia y cuando ella cree oportuno se la lleva para lavármela. Le sonsaco los últimos chismes del pueblo y en voz muy baja como si temiera que alguien la escuchara me los cuenta. Su marido Ezequiel (Aquí todo el mundo tiene su apodo y el suyo es Chequelo), ya me ha hecho una visita de cortesía y yo le debo una, cosa que iba a hacer esta misma noche, pero a pesar de no haber llovido en todo el día cosa extraña por estas fechas, cuando me duchaba para ir, se ha puesto a diluviar furiosamente.
Si como decía Buda la casa de uno es en la que se encuentra bien, yo estoy en ella.
Ya he hecho varios amigos, pero no con la rapidez que yo quisiera, a pesar de que una de las cosas buenas que he sacado de la depresión es no tener prisa para nada, al menos me gustaría saber quien es cada cual.
Azucena, me ha dicho que va a consultar a su abogado para tramitar mi residencia porque dice que se fía mas de él que del que me ha recomendado Jose, y una vez que la tenga, cosa que anhelo, me comprare mi moto y a recorrer todos los alrededores.
Supongo que también comprare una maquina fotográfica con un buen zoom, porque la gama de animales que voy viendo son totalmente desconocidos para mi, independientemente de la flora de la que creo haber hablado mas de una vez.
He estado presente en un terremoto cuyo epicentro estaba a pocos kilómetros, y que en las noticias le han dado mucha importancia pero que yo lo “sufrí” como la cosa más natural del mundo.
Dejo de escribir y sigue diluviando.
Ayer me pusieron la conexión a la televisión y tan poco amigo soy de la misma, que todavía ni la he visto. Se que tiene cincuenta o sesenta canales donde elegir, pero dudo mucho de que este el mío. Lo voy a investigar.





















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viernes, 3 de octubre de 2008

Internet en Costa Rica

En el que era mi país no callaba, si de criticar a mis gobernantes se trataba y por tanto, tampoco lo voy a hacer aquí. El día que no pueda expresar libremente mis opiniones, o cambio de país o que me juzguen, pero antepongo mi libertad de expresión a cualquier beneficio que pueda obtener por callarme.
Cuando decidí escoger Costa Rica para vivir, una de los motivos fue la propaganda que sobre él hacían respecto de que cualquier tico tenia derecho a la conexión a Internet, y que al parecer se asemeja a lo que dice la constitución española acerca de que todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna, sin especificar que para obtenerla una familia en la que trabajan los dos conyugues, tienen que hipotecarse cincuenta años de su vida para adquirirla en propiedad, esto sin ese trayecto uno de dos no se queda sin trabajo, corriendo grave peligro de que les sea embargado por los bancos.
Esto viene a cuento, de que después de haber comprado, una computadora, cámara web, el teléfono físico, escáner, impresora y todo lo necesario para poder comunicarme con mis hijos, me dicen que no me darán conexión telefónica hasta Enero por falta de infraestructuras. Demos por supuesto de que es verdad; lo que ya no me parece tan normal, es que la compañía que da la conexión a la televisión si las tenga pero están en espera de que les otorguen el permiso, cosa que según me dicen ocurrirá también a partir de Enero y tampoco que quiera conectarme mediante un celular por el sistema wifi, y ¡oh sorpresa!, tampoco me lo dan hasta el citado mes. Se me ocurre preguntar si este país esta paralizado y empieza a funcionar en ese mes.
Que queréis que os diga pero esta demora, me suena a decidía de los gobernantes o en su defecto por sus burócratas, por resolver los problemas de sus ciudadanos. No quiero llegar al límite de mi mal pensar y suponer que aquí también se den las mordidas como dicen los argentinos y que las cosas haya que resolverlas por este sistema. Muy malo esto ultimo para cualquier sistema democrático.
Al igual que al otro lado del océano, no quiero saber nada de los políticos, siempre y cuando sus decisiones no me afecten para mal.
Un ciudadano del mundo (No es demagogia)

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miércoles, 1 de octubre de 2008

Malpaís y Santa Teresa

No había mencionado que a nuestra llegada, solo salir del aeropuerto y hasta la llegada al hotel, cuyo nombre no recuerdo ni pretendo recordarlo puesto que en la agencia de viajes nada me habían dicho que era un hotel para no fumadores, por lo que su estancia para mi, fue un puteo, vimos banderas de Costa Rica por todas partes, pero no solo en la carretera y en edificios, sino que era raro el vehiculo que no la llevaba. Le pregunto al conductor y me dice que dentro de unos días se celebra el Día de la Independencia. Sabía que por estos lares eran muy patriotas, pero nunca supuse que llegaran a tal extremo. Esto lo menciono, porque aun sin saberlo, el día que decidimos ir a Malpaís, era el día señalado. Habíamos desayunado en el hotel, cargamos las cosas en el vehiculo, y a los pocos kilómetros, llegamos a una ciudad en la que un policía nos desvía por un camino sin asfaltar, despiste del GPS, aunque volvemos al pueblo, y aunque no vimos el meollo de la celebración del día tan señalado, si lo suficiente, para ver a señoras mayores con trajes típicos, gente a caballo ondeando sus banderas, y en general un ambiente festivo como hace tiempo no lo veía.
Puedes continuar leyendo...Lo del desvió por caminos sin asfaltar era el aperitivo de lo que nos esperaba. A los pocos kilómetros de salir no solo desaparece el asfalto, sino que aquello no era camino para vehículos, sino mas bien para tanques, porque a pesar de ir en un todoterreno, y mi vista pendiente de los paisajes y no de los baches, cuando llegaba uno, me cogía de improviso y el trallazo en los riñones no era normal. Por la distancia, podíamos haber llegado en una hora, pero llegamos a medio día.
La carretera a la llegada es perpendicular a una calle paralela a la costa. Hacia la izquierda Malpaís y hacia la derecha Santa Teresa. Un hotel, de aspecto antiguo, en la misma intersección me llama la atención y por lo que investigo con posterioridad, fue creado para los primeros surfistas que llegaron por esta zona y aun hoy día sigue siendo reunión de todos los que practican este deporte.
Llegamos al final de Malpaís, volvemos y al final de Santa Teresa, sin ver un hotel que nos convenza. Paramos a comer en una soda (chiringuito) y allí consultamos la guía que compro Jose en Granada. Optamos por el Blue Jay Lodge (urraca azul). Fue lo mejor que nos ocurrió por aquella zona. Las cabinas (bungaloes), situadas a diferentes niveles, estaban casi al aire libre y la envoltura una tela mosquitera, por lo que la sensación es que estabas en el interior del bosque.
Dos cosas nuevas que añadir a nuestras experiencias, una gran tormenta, en la que dudaba que la mosquitera hiciera de conductor en caso de que nos alcanzara un rayo, y aunque habíamos escuchado los monos, hasta aquel entonces no los habíamos visto. Al atardecer los grupos eran tan abundantes que lo raro era no verlos, intente fotografiarlos, pero son unos monos tan nerviosos que no paran de moverse, y entre el zoom de la maquina y su movimiento, imposible plasmarlos en imágenes. Ahora los tengo encima de mi casa, aunque en unos árboles más tupidos, pero tengo esperanza de captarlos.
Las ardillas por las mañanas, se introducían en nuestro habitáculo. Ardillas diferentes a las vistas en Puntarenas; estas eran de un colorido precioso. Las urracas se posaban a un metro de donde desayunábamos.
Solo llegar sabia que no era mi sitio y son muchas las cosas que me hicieron llegar a esta conclusión. En esta calle larguísima y bien bacheada, única de estas dos ciudades, las viviendas, comercios, restaurantes, estaban separadas unas de otras por cientos de metros, por lo que apenas se veía a gente andando, todos iban en qads. Jamás he visto una concentración tan grande de estos vehículos. Todos los hoteles y restaurantes eran de propietarios yanquis al igual que lo eran los chavales que iban con su tabla a cuestas
No comprendo como estas playas sirven para hacer surf, puesto que al bajar la marea dejaba al descubierto un fondo plagado de rocas. Hubiera sido el lugar perfecto de buceo sin la existencia de estas mareas, pero cuando baja como hay que recorrer cientos de metros hasta llegar al agua y hacerlo sobre rocas con el consiguiente peligro de cortes en las piernas, las hacían impracticables para el mismo, independientemente que al ser una playa abierta al Pacifico, los rompientes, aunque no haya temporal, son enormes. Lo dicho, ideal para los surfistas, aunque sigo sin comprender como no se rompen la cabeza en las rocas. Tampoco comprendo de qué viven los mismos, porque aunque me recuerdan a los hippies de mi época, aquellos subsistían de la venta de collares y demás abolorios que ellos mismos fabricaban.
Al segundo día de estar allí, le dije a Jose que el se fuera a ver lo que fuera, que yo iba a echar la mañana en la cabina ordenando ideas. Pasaban los días y no solo no encontraba mi sitio, sino que cada vez veía más difícil encontrarlo. El desanimo se iba apoderando de mi.
Los bolsillos, los llevaba llenos de papeles con anotaciones y teléfonos, por lo que por primera vez saque el portátil que al final me traje y gracias a un transformador que después de mucho trabajo habíamos conseguido en Puntarenas, lo puse a funcionar. Ordene teléfonos, y sobre la marcha me puse a hacer llamadas gracias a un celular que le había pedido al que nos alquilo el todoterreno y que hasta entonces lo habíamos tenido perdido por las maletas. Unos teléfonos estaban mal anotados, pero llamando a otros, los corregía, llame al contacto que me dio la sobrina de Azucena de Malpaís, pero nos fue tan difícil localizarlo y le dije a Jose que abandonara puesto que ya tenía decidido no quedarme allí.
Llamada al contacto de Víctor, se perdía la comunicación, insisto, me da el teléfono de su hermano, consigo hablar con él y quedamos en vernos al día siguiente. A la mañana siguiente fin de nuestra estancia por aquella zona, y repito con la moral bastante baja.























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