sábado, 17 de abril de 2010

Obtener residencia en Costa Rica II. Ya tengo la cedula de residente

En su día sobre las penalidades que pasé para obtener la residencia en el país que me encuentro (en otros escritos también hice mención a diferentes pasajes de la historia). Si mal no recuerdo acabe diciendo que mis documentos habían desaparecido en Migración y que gracias al escándalo que formé, hice, digamos, amistad con un jefe de este organismo que me tuvo al tanto de las incidencias que sobre los mismos ocurrieron hasta su aparición. Una vez que esto ocurrió, había un paso que sin lugar a dudas tenia que dar yo, para la toma de huellas dactilares y demás datos sobre mi persona, y otra serie que me harían pasar un tiempo en San José para pasarlos por un ministerio. Esto ultimo no me hacia puñetera gracia, así que aconsejado por una buena amiga me dirigí a un fulano que según ella era de confianza y me evitaría colas, hoteles, búsqueda de timbres y demás zarandajas de la burocracia (ley del minimo esfuerzo). Craso error. Lo que hubiera estado resuelto en Junio, se ha prolongado hasta ahora y podía haberme costado la invalidación de todos los documentos conseguidos con tanto esfuerzo hasta ese momento, puesto que al sacarlos le daban diez días hábiles para su resolución y los entrego hace aproximadamente un mes, cosa que no ha ocurrido gracias a los oficios del funcionario que tanto me ha ayudado (sabiendo de mis contratiempos, mantuvo el mamotreto en activo).
Ya tengo mi residencia. En los anteriores escritos en los que hablo sobre la misma, advierto sobre la corrupción, sobre los abogados/notarios que te estafan de forma descarada pero la cosa es grave y al menos quiero dejar al descubierto al que me ha retenido los papeles por estos meses.
Mi amiga lo conocía por que le estaba gestionando la residencia a un amigo suyo holandés, al que hizo casarse con una tica (hay mujeres que se dedican a esto a cambio de cobrar unas buenas cantidades) para acelerar el proceso. No solo no lo ha acelerado, sino que después de ocho años sigue sin tener la residencia y cada tres meses tienen que salir del país para mantener la visa en regla. Estoy seguro que ninguno de los documentos que en su día hizo son validos en la actualidad, pero sin embargo cada equis tiempo tiene que llegarse a San José, hablar con este estafador, firmarle algún documento que para nada sirve y pagarle unos honorarios. Tiene tanta labia que no solo lo tiene engañado, sino que para nada les interesa obtengan la residencia puesto que se le acabaría la gallina de los huevos de oro. ¿A cuantos tienen engañados? ¿Cuántos estafadores de este tipo existen? Es un negocio inmoral montado alrededor de los inmigrantes. A mi me la sudaba el que me dieran la residencia o no, puesto que nada me ata a esta parte del mundo, pero cuantos nicas que han abandonado todo, caen en estas redes y jamás conseguirán establecerse en Costa Rica.

Bien el mío se llama Fernando Oreamuno, y la imagen, aunque no buena es la del personaje de arriba.
Por qué no lo denuncias, me puede preguntar alguien. Es la misma pregunta que yo hice en Migración. Lo hacemos y encima ellos nos ganan los casos, me dijeron. Si la ley esta mal, se cambia, pero lo que no se puede consentir es que conseguir la residencia sea una odisea y encima el sustento de una serie de sinvergüenzas que viven de las desgracias del prójimo. Como siempre la solución final en manos de los políticos.
Puede que en mis anteriores escritos haya echado demasiada leña en los pasos a dar dentro de la , cosa que al menos en mi caso ha sido compensado con los buenos oficios de Steven Badilla (no quiero equivocarme si digo que en la actualidad ocupa el cargo de Director General de Extranjería), que desde el primer momento que supo de mi caso se ha preocupado especialmente por mi. También puede que gracias a que en Nicaragua gobierna el retrasado mental de , la avalancha migratoria desde el vecino país hacia este sea insostenible, pero algo deberían hacer los políticos para poner un poco de orden en el caos que se ha convertido obtener la residencia.
Si especialmente me alegro de haberla obtenido, es porque los gringos que tengo mas cercanos a mi, se reían cuando sabían de mis problemas, puesto que ellos no hacen nada para obtenerla. Cada tres meses, en su gran mayoría, se dirigen a la frontera con Nicaragua, pagan el impuesto corrupcionario, y se vuelven sin estar los tres días preceptivos fuera del país. Otros inflan más el pecho diciéndome que ellos ni siquiera van a la frontera con Nicaragua, sino que se acercan a San José y pagando un impuesto mayor, tramite resuelto. Pues a joderse tocan, yo, ni he pagado ni pagaré, corrupción que alimente a estos desalmados, y encima no tengo que hacer ningún desplazamiento innecesario.

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1 comentarios:

Bettina dijo...

Me alegro mucho por tí, amigo José, que te los has currado con infinita paciencia y al fin lo haz conseguido!
Me empiezo a poner al día, que me había retrasado y lo tuyo, no me lo pierdo !
Un Abrazo !