lunes, 26 de abril de 2010

Viaje a La Esperanza. Del fresco de carambola a la preciosa martilla

German (sin acento en la a) es nuevo por aquí. La que primero persona de este pueblo con la que habló fue conmigo. El se sentaba en solitario en una mesa junto a la mía. Rompí el hielo y entablé conversación con él. Desde entonces es asiduo a la tertulia. Nada que ver con el resto de los tertulianos.
Sustituyó a Henry como vigilante nocturno en el hotel (es curioso lo que le exigen a estos para portar un arma y con la facilidad que la llevan todos los chorizos de los barrios marginales de San José y de Puntarenas, por citar las ciudades en las que tengo la seguridad de que esto ocurre) y no teniendo ningún tipo de vehiculo y su casa en La Esperanza, duerme en Cóbano, llega en el último bus, antes de las seis, y hasta la hora de entrada a su trabajo, las ocho, se ha hecho asiduo de los atardeceres.
¿Qué voy a hacer todo este tiempo cuando se vayan a España? Se pregunta y me pregunta. No estaría bien visto e incluso peligraría su puesto trabajo en caso que siguiera reuniéndose con el resto de los cabezas locas, sin estar nosotros.
Tenía mucho interés, en su día de descanso, llevarnos a su casa para presentarnos a su mujer y a sus hijos.
Ha tocado hoy.
Parece que el invierno se esta adelantando. Lleva unos días de fuertes lluvias, de las cuales me he alegrado bastante, no solo porque me gustan, sino porque María va a conocer la otra Costa Rica, la verde, pero sobre todo que viera como estallaba ese color con las primeras aguas. No estará aquí cuando la gama de verdes sea algo digno de llevar a un cuadro, pero volveremos cuando este en pleno esplendor.
Dejamos la carretera de Cóbano y nos metemos por un camino de tierra. Ni todoterreno ni leches, todo el camino en segunda y muchos tramos en primera para sortear las pequeñas torrenteras que ha abierto en el mismo el agua de los últimos días.
Merece la pena.

Pronto llegamos a la primera torrentera afluente del río Pánica. Atrás queda la sequedad de los últimos meses. Ya fluye el agua en abundancia.

Antes de llegar a lo que para mí es selva virgen, pasamos por un sembrado de tecas y otro de mangos.

Llegada a la segunda torrentera y vemos a un todoterreno que la atraviesa; creo que muy pronto no habrá vehiculo que pueda hacerlo.
Un par de desvíos a la izquierda y el camino empeora, se ven casas aisladas y por fin llegamos a la de German. Naturaleza en estado salvaje. Hace solo dos años que disponen de electricidad.
Le habíamos advertido que no hubiera ningún recibimiento especial, pero inútil. Lo primero que observo es que la vestimenta de mujer, suegra y abuela es la de los actos especiales.

Casa de madera y al entrar me llama la atención en especial la cocina. Hornilla de leña y cantidad de ollas colgadas de la pared. Con posterioridad me entero que cuando tienen visita esas ollas las limpian hasta que relucen como la plata.
Nos sentamos en el porche, hablamos, y no es mucho el tiempo en que veo que la mesa se va llenado de platos.



La suegra de German antes de sentarnos a comer, prepara una olla de comida para las gallinas y me asombra que estando totalmente desperdigadas entre la maleza acudan como si de toque de corneta se tratara. Pregunto por el gallinero que también me asombra y me dicen que al atardecer todas suben por el palo pero que ellos tienen que tener cuidado de retirárselo cuando lo han hecho todas, porque si no por él también lo harían los zorros (nada que ver con los de España). También que todas ponen en un nido que para ello les preparan al efecto.
De la comida lo que más me gusta es el fresco.
¿De que esta hecho?
De carambola, pero también los hacemos de tamarindo.







Salen a relucir la miel de marañón o el cuadrado frito.
De cualquier fruta que hablábamos German se retiraba un poco y traía una. No se como salio la leche de coco y va a por uno.



Me llama para que vea lo que según él era un zorro y que la suegra lo desmiente diciendo que es una martilla. No se asusta cuando la fotografío, es mas le empujan con un palo para que aparezca entera en la imagen.

Terminamos de comer e íbamos a sentarnos en una especie de plaza que quedaba entre un circulo de árboles enormes, pero que el ramaje se unía impidiendo ver el cielo en el centro de la misma.
Comienzan a caer unos goterones y conociendo lo suficiente este país y sabiendo que lo que continuaría seria lluvia torrencial, digo de irnos. No me veía pasando por los caminos por los que habíamos venido, con el agua a mares por mucho cuatro por cuatro que lleváramos.
German se queja de que no vamos a conocer a sus hijos que aun estaban en la escuela.

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jueves, 22 de abril de 2010

Próxima vuelta al mundo que abandoné y acaeceres del mundo que me rodea

Hace tiempo que el mundo que dejé me reclama por diferentes motivos. Mentiría si no dijera que hay entes en él que me hace ilusión el volver a verlos, pero mis dudas existenciales me hacían pensar si dejar que se resolvieran solas, o incluso no se resolvieran, o actuar cuanto antes, no pensándolo y cogiendo un avión para hacerlo. No me hacia ninguna ilusión volver al pasado. Al final tome una decisión salomónica: Iré cuando por aquella parte del mundo acaben los fríos. Esto lo sabía la que es mi pareja, por lo que antes de venirse a compartir su vida conmigo, decidimos que se trajera la reserva de billetes. Tenemos los días contados. Comenzó la marcha atrás.
¿Miedo? ¿Ilusión? No se describir lo que siento. Quizás la palabra sea neutro.
Que aquel no es mi mundo lo tengo seguro. ¿Cuánto tiempo pasaré allí? No me preocupa, pero se que mas pronto o mas tarde volveré a dejarlo, al menos, mientras mi cuerpo me lo permita. ¿Volveré a Costa Rica? Posiblemente si, pero es curioso que después de la obtención de la residencia, siga pensando que nada me ata a este país, y aquí no incluyo a personas, puesto que vayas a donde vayas siempre dejaras a alguien atrás.
Creo he mencionado la palabra mundo, pues bien, me vine pensando en descubrir uno nuevo y aunque tardé bastante, caí en la cuenta que el que buscaba estaría incompleto si en él no me acompañaba una mujer. De la forma mas extraña que a una persona se pueda imaginar, en estos momentos y espero que hasta el fin de mis días, la tengo, por lo que estoy entrando en mi tercer mundo, un mundo que ya no es solo mío, por lo que estoy perdiendo algo de mi libertad a la que tanto canté en escritos anteriores. Merece la pena; a cambio tengo una persona a mi lado a quien contar mis penas y mis alegrías, cosa que también he echado de menos en bastantes ocasiones.
Mis tiempos están cambiando; sin ir más lejos, el que dedicaba a escribir en este blog, cada vez es más escaso, pero a cambio de conversaciones maravillosas en las que nacen proyectos subliminales que posiblemente nunca alcanzaremos.

Mientras han pasado cosas. Cosas que cualquiera de ellas por si sola hubiera tenido para una sola entrada, pero que voy a mencionar de pasada para que quede constancia de ellas.

Carlos y su sobrino Alejandro hacia tiempo que andaban tirantes, cosa que a mi no me extrañaba puesto que los conozco bien a los dos. Son dos ovejas negras. Carlos se encontraba en nuestra tertulia, Alejandro en la barra del Bar Los Gitanos, Carlos fue a por una cerveza y cuando se encontraron salto el detonante. Regresa Carlos y detrás Alejandro. Intento calmar a Alejandro y creí lo había conseguido. Carlos dice una gilipollez y nuevamente encrespa a Alejandro. Esta vez es María la que intenta calmar a Alejandro, pero a la hora de decir la ultima bravuconada hasta la voz le cambio a Carlos; le salio una de ultratumba y amenazante sin dejar dudas que la cosa acabaría en pelea, como así fue. Yo había visto peleas de niños e incluso participe en ellas cuando lo era, pero las de mayores aparte de en las películas nunca las había visto. Iban a matarse. Los puñetazos, no eran tan esquivables como en el boxeo. No se exactamente como acabo, posiblemente cuando el agotamiento les hizo pensar a cada uno por separado que ellos podían ser los perdedores. Me jode mi falta de reflejos, puesto que al igual que siempre, llevaba mi cámara encima y podía haber sacado un video de la misma, hubiera sido curiosa ver la reacción de ambos al verse peleando. No llegó la sangre al río. Algunos moratones y quizás contusiones en especial en las costillas de Carlos. Con todo lo que mas me sorprendió es que al día siguiente mientras lo comentaba en el Súper, alguien me dijo: La gente se va civilizando, ahora es raro ver un pleito, pero hasta hace bien poco cuando alguien preguntaba ¿Cómo estuvo el baile?, la contestación podía ser: regular, solo hubo dos pleitos.

María y yo nos encontrábamos en una playa de Cabuya. Llego una panga con su pesca, y cuando la descargaron, uno de los tripulantes, cogío una caja y con un palo la fue golpeando a modo de tambor. Espantaba a los congos que habían encima de donde iban a hacer sus operaciones y no comprendía el por qué. No tarde mucho en averiguarlo cuando intentaba fotografiarlos: me escape de una cagada por milímetros, pero no ya tanto de una hermosa meada. Cuando lo comente, me dijeron que no solo defendían su terreno de los humanos, con meadas y cagadas, sino tirando frutas. No me podía creer que los monos estuvieran tan cerca de los humanos. Utilizan armas para defenderse (¿o para atacar?) de nosotros. Lo investigue y . Hay más información. No tanto me creí cuando me preguntaron si allí había alguna mujer y les dije que si a lo que me contestaron que seguro tenia la regla, motivo por el que especialmente me mearon.

Cartago es un personaje en el que al principio de mi estancia por estos parajes, le tome cierta manía; no podía comprender su afán por ligarse a una menor (de edad que no de cuerpo). Es poco hablador por lo que saber de su historia he tardado bastante. Es de las pocas personas que por aquí lee y de hecho me ha prestado algunos libros. Desconocía la causa por la que llego por estos parajes: Mi mujer se empeñaba en que antes de volver del trabajo la llamara por el celular, y dos veces que se me olvido hacerlo, me di cuenta que mientras abría la puerta delantera veía cerrarse la trasera. También aquí fui corto de reflejos. Cuando caí, y vi de la forma tan seria que me lo contó, me destornillaba.







Interesante el por qué el guanacaste es el árbol nacional de Costa Rica, el inédito cartel que había en un restaurante, que no soda, de San Ramón, los cementerios de este país, árboles floreciendo [en la imagenes el corteza amarilla o cortez amarillo y el malinche o flamboyán (flores rojas)]. De cómo gracias a los oficios de María pudimos pasar en el ferry de las cinco (el coche, situado en la misma proa, llego mojado de agua salada hasta los asientos) y mas, pero se acerca la hora en que mis tinieblas neuronales impidan que este más delante de este aparato, sin embargo, haré un esfuerzo y comentaré algo de lo que me hablaron en nuestro viaje a la Playa de los Muertos.





Playa preciosa y repito que merecería un escrito aparte e incluso un álbum de fotografías. Con nosotros venían los tres hijos de Tabo y Verónica. Entre baño y baño, surgió lo del posiblemente ahogamiento de uno de ellos, como es lógico hablábamos en el mar, y la forma de evitarlo, que no solo han tenido ellos, sino mucha gente del lugar: Guardan un trozo del cordón umbilical, y cuando llegan a cierta edad, lo tiran en alta mar.

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sábado, 17 de abril de 2010

Obtener residencia en Costa Rica II. Ya tengo la cedula de residente

En su día sobre las penalidades que pasé para obtener la residencia en el país que me encuentro (en otros escritos también hice mención a diferentes pasajes de la historia). Si mal no recuerdo acabe diciendo que mis documentos habían desaparecido en Migración y que gracias al escándalo que formé, hice, digamos, amistad con un jefe de este organismo que me tuvo al tanto de las incidencias que sobre los mismos ocurrieron hasta su aparición. Una vez que esto ocurrió, había un paso que sin lugar a dudas tenia que dar yo, para la toma de huellas dactilares y demás datos sobre mi persona, y otra serie que me harían pasar un tiempo en San José para pasarlos por un ministerio. Esto ultimo no me hacia puñetera gracia, así que aconsejado por una buena amiga me dirigí a un fulano que según ella era de confianza y me evitaría colas, hoteles, búsqueda de timbres y demás zarandajas de la burocracia (ley del minimo esfuerzo). Craso error. Lo que hubiera estado resuelto en Junio, se ha prolongado hasta ahora y podía haberme costado la invalidación de todos los documentos conseguidos con tanto esfuerzo hasta ese momento, puesto que al sacarlos le daban diez días hábiles para su resolución y los entrego hace aproximadamente un mes, cosa que no ha ocurrido gracias a los oficios del funcionario que tanto me ha ayudado (sabiendo de mis contratiempos, mantuvo el mamotreto en activo).
Ya tengo mi residencia. En los anteriores escritos en los que hablo sobre la misma, advierto sobre la corrupción, sobre los abogados/notarios que te estafan de forma descarada pero la cosa es grave y al menos quiero dejar al descubierto al que me ha retenido los papeles por estos meses.
Mi amiga lo conocía por que le estaba gestionando la residencia a un amigo suyo holandés, al que hizo casarse con una tica (hay mujeres que se dedican a esto a cambio de cobrar unas buenas cantidades) para acelerar el proceso. No solo no lo ha acelerado, sino que después de ocho años sigue sin tener la residencia y cada tres meses tienen que salir del país para mantener la visa en regla. Estoy seguro que ninguno de los documentos que en su día hizo son validos en la actualidad, pero sin embargo cada equis tiempo tiene que llegarse a San José, hablar con este estafador, firmarle algún documento que para nada sirve y pagarle unos honorarios. Tiene tanta labia que no solo lo tiene engañado, sino que para nada les interesa obtengan la residencia puesto que se le acabaría la gallina de los huevos de oro. ¿A cuantos tienen engañados? ¿Cuántos estafadores de este tipo existen? Es un negocio inmoral montado alrededor de los inmigrantes. A mi me la sudaba el que me dieran la residencia o no, puesto que nada me ata a esta parte del mundo, pero cuantos nicas que han abandonado todo, caen en estas redes y jamás conseguirán establecerse en Costa Rica.

Bien el mío se llama Fernando Oreamuno, y la imagen, aunque no buena es la del personaje de arriba.
Por qué no lo denuncias, me puede preguntar alguien. Es la misma pregunta que yo hice en Migración. Lo hacemos y encima ellos nos ganan los casos, me dijeron. Si la ley esta mal, se cambia, pero lo que no se puede consentir es que conseguir la residencia sea una odisea y encima el sustento de una serie de sinvergüenzas que viven de las desgracias del prójimo. Como siempre la solución final en manos de los políticos.
Puede que en mis anteriores escritos haya echado demasiada leña en los pasos a dar dentro de la , cosa que al menos en mi caso ha sido compensado con los buenos oficios de Steven Badilla (no quiero equivocarme si digo que en la actualidad ocupa el cargo de Director General de Extranjería), que desde el primer momento que supo de mi caso se ha preocupado especialmente por mi. También puede que gracias a que en Nicaragua gobierna el retrasado mental de , la avalancha migratoria desde el vecino país hacia este sea insostenible, pero algo deberían hacer los políticos para poner un poco de orden en el caos que se ha convertido obtener la residencia.
Si especialmente me alegro de haberla obtenido, es porque los gringos que tengo mas cercanos a mi, se reían cuando sabían de mis problemas, puesto que ellos no hacen nada para obtenerla. Cada tres meses, en su gran mayoría, se dirigen a la frontera con Nicaragua, pagan el impuesto corrupcionario, y se vuelven sin estar los tres días preceptivos fuera del país. Otros inflan más el pecho diciéndome que ellos ni siquiera van a la frontera con Nicaragua, sino que se acercan a San José y pagando un impuesto mayor, tramite resuelto. Pues a joderse tocan, yo, ni he pagado ni pagaré, corrupción que alimente a estos desalmados, y encima no tengo que hacer ningún desplazamiento innecesario.

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martes, 13 de abril de 2010

La vida te da sorpresas



Anoche mismo terminaba mi escrito sobre Javier con un Continuará, y también había dicho que A Javier el único recurso que le queda soy yo.
Esta mañana a una hora prudencial, me dirijo a su casa con la sana intención de prestarle el dinero para pagar la patente (quería que quedara claro que era un préstamo) y al llegar lo veo sentado en su típica postura (los pies sobre la pared) con el teléfono en la mano y cara de felicidad. Sin yo preguntarle nada, el me cuenta la historia: En su búsqueda de soluciones, había recordado que una pareja de gringos [los que le tomaron el video que encabeza este escrito y que colocaron en YouTube (no es la primera vez que lo coloco)], le habían dejado su correo electrónico y su teléfono. No se lo pensó mucho, llamo al teléfono anotado y aunque le salio el contestador, explico sus penurias y lo tenia olvidado pensando que por ese camino no solucionaría nada. Pues bien, la gringa es la que hablaba con él diciéndole que por Western Union le habían mandado no solo la cantidad necesaria para pagar la patente, sino hipoteca, teléfono, electricidad y demás trampas. Se dispone a coger el bus para Cóbano.
Todo el repertorio que llevaba preparado para soltarle en caso de prestarle el dinero para la patente, me lo he tragado.
… Sorpresas te da la vida.
Cierto es, que en algo tendré que cambiar del concepto que de los gringos tengo.

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lunes, 12 de abril de 2010

La peligrosa locura de Javier el loco

¿Le mordería a Javier?
Es curioso que de un personaje como Javier, al que tanto he mencionado desde que me encuentro en este pueblo (fue con la primera persona que hablé cuando en él decidí asentarme), no sepa aun su historia, y digo que es curioso porque de la mayoría de sus habitantes la sé, pero en su caso, hay lagunas que me impiden cerrar el circulo.
La crisis y sus locuras, han hecho que se encuentre sumergido en un pozo del que veo muy difícil que salga.
La historia que me contó, de que su mujer tuvo que llevarse a su hijo para que lo curaran en Guatemala, de donde es natural ella, no me parecía verosímil, pero si sabia de los envíos de dinero que le hacia y casi siempre con el mismo pretexto, la enfermedad de su hijo (mas de una vez hablé con ella). Tuvo que hipotecar la casa en una cantidad que difícilmente podrá recuperar.
Pasa el tiempo y lo de la enfermedad no era muy creíble, por lo que los envíos de dinero, ya eran para comprarle zapatos, uniformes para la escuela, y por que no, otra enfermedad nueva del niño o de la mujer.
Desde que lo conozco, sus ingresos por la venta de abalorios en el hotel, solo tenían dos posibles caminos, los gastos fijos [hipoteca, teléfono (no le puede faltar porque casi todos los días tiene que hablar con sus seres queridos) electricidad, agua y patente (permiso para la venta), y no menciono comida porque nadie se explica de que se alimenta] y envíos a Guatemala. Llega la crisis y sus ventas, y por tanto sus ingresos, disminuyen. Los envíos a Guatemala no los perdona, por lo que va dejando de pagar los gastos fijos. Cortes de luz, avisos de que o paga la hipoteca o lo embargan, se recupera, pasa el punto álgido del turismo en este país, y llega la cuesta abajo.
Lo que tenia que pasar pasó. Javier de nunca ha estado bien visto en el hotel, y periódicamente tratan de hacerle la . La policía lo encuentra sin los pagos de la patente y por tanto sin validez, por lo que lo echan. Podía haberla pagado; Cartago que dormía en su casa (seria otra historia), le da el dinero suficiente para hacerlo, pero el tiene que mandar a la maldita Guatemala; no lo duda y hace esto último. Sigue sin poder vender y sin dinero. Su mente no para de darle vueltas y se le ocurre que en Atenas, su ciudad natal, su padre quería sembrar unos plátanos (que no bananos) y allí se dirige. En Costa Rica no hay hijos para padres, ni padres para hijos, por lo que no le perdona a su progenitor el esfuerzo de su trabajo.
De esta paga la patente, me digo. Me equivoqué garrafalmente. Pudo más Guatemala.
Hace intentos de ir al hotel, pero lo han calado. Nuevamente la policía lo manda al carajo y esta vez con cajas destempladas.
No tiene salida, me sigo diciendo. Para colmo Cartago, que ha vuelto a su antigua trabajo con un gringo, abandona la casa, por lo que su único ingreso también lo abandona (Cartago por aguantar, hasta le había pagado la electricidad y el agua de las que hubiera carecido tambien él).
A estas alturas no se ni de que come.
La locura de Javier va en aumento, incluso creo se esta volviendo peligroso, al menos para si mismo (baila delante de la gente para llamar la atención).
No soy el único del lugar que esta observando a Javier, por lo que se van comentando cosas. Las escucho y ato cabos. Creo que la historia de la enfermedad del hijo por la que se fue María (india maya), no es cierta. María no podía soportar a Javier. No la dejaba que se mezclara con la gente, incluso la compra en el Súper, la hacia él. Son mas las cosas que me cuentan de por qué María no sufría a Javier.
María jamás volverá con Javier.
Hay un hecho evidente, últimamente para nada menciona la enfermedad de su hijo, motivo por la que según él lo dejo.
Con Javier no se puede hablar de este tema. Es tabú.
Dos cosas me tienen intrigado: la primera es el por qué Javier tiene entre todas sus prioridades mandar ese dinero y la segunda el por qué María a sabiendas de que no va a volver, sigue sacándole hasta la cerilla de los oídos.
De la primera creo saber la razón: Javier espera que de esta forma alguna vez vuelvan su hijo y su mujer. Otro dato curioso del que me he enterado en estos días es que Javier no puede ir a Guatemala por carecer de pasaporte (Costa Rica es el único país de Centroamérica que no permite la libre circulación de personas) y él no se lo quiere sacar no se por que extraña locura (otra mas). De la segunda, no quiero creer que lo crematístico sea el único motivo.
A Javier el único recurso que le queda soy yo, los dos lo sabemos, pero aplicando la teoría de mi amiga Helena con los drogadictos, de que hay que dejarlos que se hundan del todo antes de ayudarles, no lo he hecho, aunque no se las consecuencias que puede tener para uno o para otro. Últimamente sus locuras se escapan de las que en él serian normales, y esta noche lo he visto, si no agresivo, si diciendo estupideces que no venían a cuento.
Continuará.

El no haber escrito antes, no es ni por falta de temas, valga como ejemplo el cómo he sido meado por un mono congo y los motivos por los que el mono me meó, ni por ganas de hacerlo, sino porque mi nube, ya casi de colores, me tiene en otra.
Continuaré.

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domingo, 4 de abril de 2010

Regreso a un nuevo mundo, no sin ciertas dificultades

Padecí un cuadro ansioso/depresivo que tenía completamente olvidado, pero una serie de circunstancias se han ido encadenando de forma tal que no seria sincero si negara que he echado de menos mi Trankimazin.
En un Airbus Industrie A340, anunciaban la llegada de una nube que en su día fue negra y la esperaba, si no de colores, blanca o como mínimo gris.
La compañía de ferrys de Puntarenas a Paquera ya hace meses que venía avisando del mal estado de la rampa de subida de vehículos de Paquera. El aviso se convirtió en negativa de subir vehículos pesados, pasado un tiempo, de vehículos ligeros, hasta que dejo amarradas las embarcaciones. El MOPT, decía que tenía una nueva rampa preparada para colocar, pero que no tenía grúa para hacerlo. Vehículos dando la vuelta por Playa Naranjo. Acumulación de ellos y por tanto grandes esperas.
Me veía dándole la vuelta al Golfo de Nicoya, cosa que no me hacia gracia después de mi viaje a la ciudad del mismo nombre.
Alerta en Google y me aparece la primera sobre el tema. Se solucionará para cuando llegue mi pájaro volador. Aparece la segunda . Voy bien, el lunes todo esta arreglado, así que saliendo a las once tengo tiempo suficiente.
Tertulia del domingo por la noche: Alguien dice que uno de los ferrys esta averiado. Llamadas a diestro y siniestro hasta que me confirman tal extremo.

El lunes, día D, salida de mi pueblo antes de las ocho, con media hora de viaje hasta el terminal para tener cabida en la embarcación superviviente que salía a las once.
Llegada al Juan Santamaría, y donde tenia que decir que la llegada del avión era a las quince horas, anuncia a las dieciséis cuarenta. Pienso en atentado terrorista y más catástrofes posibles.
Por fin llegada a las diez y seis (no se de donde se habían sacado los cuarenta).

No quiero equivocarme, pero la sensación que tengo es que la nube negra venia con unos bonitos colores.
Ni con mucho acabaron aquí las calamidades: Nos equivocamos de carretera al recoger a una persona, dificultades de embarque en el último ferry que salía para Paquera, con lo que podríamos haber hecho noche en Puntarenas.

Al día siguiente las nubes impidieron ver salir la luna llena en toda su plenitud, malentendidos con la muchacha que me había hecho la comida hasta entonces, y cabronada que me gasta alguien del que no podía esperar otra cosa y al que en su momento pondré firme.
Si a lo anterior, le sumo problemas con mi banco, desaparición de unos ingresos y acabo de una puñetera vez, recurro a la Ley de Murphy, la modifico a mi gusto para que defina la sensación que he tenido los últimos días, y la dejo como sigue: Si hay posibilidades de que varias cosas vayan mal, espontáneamente aparecerá otra.

Mientras pasan cosas.



Ha llegado la semana santa, y nunca había visto el camping tan lleno, lo que me hace pensar que jamás entenderé a este país. Donde parecía que la crisis lo había sumido en un profundo sopor, despierta fulgurante a pesar de los problemas de comunicaciones, cosa que tampoco me ha hecho mucha gracia por una tontada como que encontrar mesa en la playa era casi imposible.


Entre col y col lechuga y he contemplado una especie de procesión de semana santa que no había visto en los años anteriores. En varias casas del pueblo habían preparado una mesa vestida de blanco con un jarrón con flores en la que paraba la comitiva y acompañados de una guitarra cantaban una especie de rezos. Al parecer eran los vía crucis si mal no recuerdo me dijeron.



Muy cerca de mi casa hay una cría de iguanas. Dentro de ella he visto a dos pequeñas preciosas.

También ha florecido el que tengo de vecino.

La nube continúa de colores aunque en la distancia, y en algunos momentos de morriña se le ven tonalidades grises.

Detalle curioso: los zancudos no respetan ni a las nubes.
Yo entre la Ley de Murphy, y mis nubes ando descontrolado, pero recurro al no hay mal que cien años dure…
Espero que mi nube y yo vayamos cogiendo nuestro ritmo, que por supuesto va a ser algo maravilloso.

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