Turismo y daños colaterales. La droga

Cuando llego el turismo a España, fue el principio de la recuperación un país que pasaba por penurias como consecuencia de una guerra civil y posterior guerra mundial, por lo que fue bien recibido por todo el mundo. Para unos fue un enriquecimiento rápido, y para el común de la gente de la calle, el exotismo de gente nueva con otros idiomas, en los que se dejaba ver la libertad de que gozaban en sus países de origen, y de la que nosotros carecíamos en plena dictadura.
Nadie le puso pegas a este fenómeno sino todo lo contrario, tantas fueron las facilidades, que la construcción en las costas hizo daños irreparables.
Han pasado bastantes años, y ahora el turismo en Costa Rica esta también en sus comienzos, pero veo grandes diferencias con España; en primer lugar todas las infraestructuras de servicios, como hoteles fueron hechos por los españoles, hasta el punto que se formaron grandes cadenas hoteleras, y hoy en día es una potencia mundial en este aspecto operando varias de ellas precisamente en Costa Rica y una bien cerca de mi pueblo; en segundo lugar, las personas que nos visitaban, eran de muy diferentes nacionalidades.
En Costa Rica, salvo raras excepciones, no ya todos los terrenos de la franja costera, sino gran parte de los del interior, ya pertenecen a los norteamericanos, incluyendo los complejos hoteleros existentes, y los turistas, yo diría que en un noventa por ciento, es del mismo país. Tiene su ley de costas, pero se han quedado tan cortos, que en marea alta, se puede construir a unos cincuenta metros del agua.
Con todo, bajo mi punto de vista, no es esto lo peor que esta pasando con la llegada de los turistas, sino un fenómeno que no se dio en España y que aquí esta haciendo estragos en la juventud: La droga.
Puedes continuar leyendo... No toda la culpa hay que achacársela al turismo, he escuchado bastantes historias de personas mayores alcoholizadas por el guaro (Aparte de ser una bebida, así le llaman a todas las de alta graduación, como puede ser el güisqui o el ron), que en unos casos han maltratado a sus esposas y en otros han sido abandonados por las mismas y no es coincidencia que los chavales drogadictos con los que he tratado hayan sido victimas de estas circunstancias.
Hasta ahora he hablado en este mi diario de tres personajes, y tampoco es coincidencia, que a pesar de ser excelentes personas, han sido victimas en un caso de las drogas de diseño y dos del alcohol. Mi amigo Javier, que ha debido de pasar por toda la gama de drogas duras, ha sufrido perdida irreparable de neuronas, y aunque anoche llego bebido de su venta de abalorios, creo las ha dejado o las toma esporádicamente y solo anoche y el primer día que lo conocí, lo he visto bebido. El buceador, según me han dicho, se tiraba hasta tres días sin parar bebiendo grandes dosis del alcohol; su alcoholismo era extremo y como consecuencia de ello lo abandono su mujer, y ahora que lleva dos años sin probar la bebida, quiere recuperarla pero no lo consigue; esta pagando las consecuencias. El chaval X al que no he vuelto a ver, esta en la primera fase del alcoholismo.
Ni mucho menos pretendo hacer aquí un catalogo de drogadictos, pero ayer, cuando estaba disfrutando de mi mejor hora del día, ver el atardecer junto a la playa, en las mesas de piedra que sirven de lugar de reunion, en primer lugar llego mi amigo Javier y cuando lo vi bebido, sentí una gran rabia. En los días anteriores, lo había convencido para que limpiara de hierbas lo que en su día fue un jardín, y cuando esto hizo lo convencí para que sembrara plantas y flores cosa que hizo precisamente ayer por la mañana. A nuestra mesa, también se acerco un conocido de Javier, guardia de seguridad, y con posterioridad otro muchacho del pueblo, este ultimo casado, y no paro de repetir que excelentes personas, pero les note que estaban bajo los efectos de la droga, y finalmente aunque intentaron disimularlo, mandaron a un chaval de unos catorce años a un pueblo cercano donde compro mas de lo mismo.
Días antes fui testigo, de la disputa por una mujer, que no era precisamente ninguna belleza, por tres hombres, uno mayor, otro de mediana edad, y un joven; los dos primeros iban pidiendo a sus conocidos dinero, que nadie le daba para seguir tomando guaro; el tercero estaba tan drogado este por los efectos del crack, mezclados con el guaro, que ni se mantenía de pie.
Yo precisamente elegí este pueblo por ser uno de los menos, por no decir nada, contaminados por el turismo, pero estos chavales los fines de semana se desplazan a los lugares turísticos, donde la droga circula a sus anchas y tarde o temprano acaban cayendo en ella. Se de familias enteras que han abandonado estos lugares o bien por tener un hijo drogadicto o por temor de que lo sean.
Como siempre, me pregunto: ¿Se mezclan los políticos con la gente de la calle? Y en caso de que lo hagan ¿No se dan cuenta de lo que esta pasando? Este no es un país de muchos habitantes, y es fácil saber lo que ocurre en cada esquina del mismo.
Que ningún tico, piense que estoy diciendo que mi pueblo y mucho menos Costa Rica es un país de drogadictos, ¡Que dios me libre! Simplemente expongo lo que ha percibido una persona que ha venido de fuera y cree ver un peligro en las drogas para la juventud y a la larga para el país. En un futuro no muy lejano no solo no habrá menos arquitectos, informáticos o profesores de universidad, sino que en su lugar habrá más personas con gran cantidad de neuronas destruidas, con todas las consecuencias que ello acarrea.

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