miércoles, 19 de agosto de 2009

Cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando. Mi madre ha muerto

Ultima vez que estuvimos juntos
Para mi fue ayer, pero recurro a la computadora y fue un cinco de Mayo de hace dos años. También es verdad que va para uno lo que llevo en Costa Rica. Tenía altibajos en mi depresión y en uno de los momentos de mejoría, tan seguro estaba de cumplir la meta que me había marcado de abandonar aquel país que decidí bajar al pueblo donde nací, donde residen la mayor parte de mi familia y de la que fue mi mujer, con el único fin de despedirme de ellos. Describir el viaje ya , y lo que pronostique se va cumpliendo. Como decía fue un momento de mejoría, porque pocos días después escribía o . La maldita enfermedad aun me tuvo postrado un año, año que retrase mi sueño.
Volviendo al escrito en el que describí mi viaje, y refiriéndome a mi madre decía textualmente: cuando me despido, lo hago convencido de que es la última vez que la veo. Se cumplió el pronóstico [espero no se cumpla este otro: Despedida que para mi fue un hasta nunca (me refería a todos los demas)].
Acababa de levantarme y suena Messenger. Me extraña, y aunque tenía motivos para sospecharlo (habían sido dos veces, en los últimos días, las que la habían llevado en ambulancia al hospital), mi sobrina Luci, me dice que mi madre a muerto.
Recurro al tópico/no tan tópico: Ley de vida.
Al poco es mi Hija Eva la que me lo confirma y chateando con ella es cuando siento el nudo en la garganta y los ojos húmedos. Ni una puñetera lagrima.
Al parecer no sufrió.
Que su dios, le perdone sus debilidades (como todo humano las tuvo) y la acoja en su seno.
No he faltado a ver mi atardecer. La vida continúa ()
Llueve.
No deja de ser casualidad que hace pocos días recurriera a las Coplas por la muerte de su padre de Jorge Manrique (las llevo en mi mente desde muy pequeño)

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo siento mucho porque, aunque como bien dices, es ley de vida, la muerte de una madre siempre nos dejará huérfanos... No obstante, te regalo estas palabras de Khalil Gibran con todo mi afecto:

Kahlil Gibran- EL ADIOS

Y entonces, un hombre y una mujer, tomados de la mano y con lágrimas en los ojos, se acercaron y le dijeron: "Háblanos del Adiós".
Y él mirándolos con ternura infinita respondió:
"Así como no os encontráis se encuentran vuestras manos o se mezclan vuestras voces, sino cuando vuestros corazones se unen y vuestros espíritus se hablan, así no os separáis cuando partís materialmente o cuando vuestras miradas se buscan sin lograr hallarse o cuando vuestras manos no pueden darse mutuo calor, sino cuando un muro se levanta entre vuestros corazones y cuando vuestros espíritus no hablan ya más la misma lengua.
El pájaro besa suavemente la flor por un momento y, luego, se confunde con el cielo.
Y sin embargo, ha dejado en los pétalos el corazón del fruto de la mañana.
El río toca las raíces de la planta que en él se refleja y sigue su curso...
Y, sin embargo, su agua quedará en el árbol y se hará calor y perfume en sus flores...
Así, si os habéis encontrado de verdad, si vuestras almas se han fundido como el agua y el árbol, el espacio y el tiempo no pueden separaros, porque lo mejor del uno florecerá en el otro a través de las primaveras.
Y el agua del río, hecha savia en el árbol, se elevará con él, en un cántico de gracias hacia el cielo.
Y cuando en un futuro próximo o lejano, las manos del Destino, os pongan de nuevo frente a frente, no diréis: "Te perdí y vuelvo a encontrar"... sino:
"Fuiste un sueño que vivió en mí para convertirse en realidad".
Y habéis vivido, a pesar de la distancia y el tiempo, unidos el uno al otro.
Vuestro reencuentro no será el del viajero que vuelve a su ciudad y la encuentra cambiada, sino como el de aquel que besó los capullos de su jardín un atardecer, soñó con ellos durante la noche y, al despertar, los vio, con gozo convertirse en flores; o como el del que cerró un momento los ojos velados por las lágrimas y al volver a abrirlos, halló al Ser Amado más bello, más puro y más suyo.
En verdad os digo que el adiós no existe:
Si se pronuncia entre dos seres que nunca se encontraron, es una palabra innecesaria...
Si se dice entre dos que fueron uno, es una palabra sin sentido...
Porque en el mundo real del espíritu, sólo hay encuentros y nunca despedidas. Y porque el recuerdo del Ser Amado crece en el alma con las distancias, como el eco en las montañas del crepúsculo".

Un beso desde el otro lado del charco.

Bettina dijo...

Que descance en paz,querido amigo,tu madre.
Me alegro mucho saber que no sufrió en sus últimos momentos,porque éso entristece aún más!
Como dices,es ley de vida...pero la mía se fué cuando tenía veintitantos años,muy pronto,para mí, pero fuímos muy felices y me consuela haber aprovechado bién su presencia.

Te pareces mucho a tu madre,de carita,José....así,la llevas contigo también...
Un abrazo cálido y sincero!