El mundo de las arpías. Regreso a mi mundo irreal
Sabía que la lectura de semejante incordio no me permitiría ver mi atardecer, pero me conformaba solo con recibir la brisa del mar. Mi mesa, libre, lo que me alegra. Saco los folios, tabaco, mechero y juanolas, abro mi fresco, trago, enciendo un cigarro y no había extendido los papeles cuando en el asiento de enfrente me veo a Diego.
Leer el restoA Diego, al que he mencionado varias veces en este blog (si no tienes otra cosa que hacer, puedes perder tu tiempo pinchando en *, *, * y en *) hacia mucho que no lo veía; desde que se fue en el velero del canadiense, pensando acabar trabajando en Canadá. El día que se marcho, los comentarios de mis contertulios fueron: pobre Diego el canadiense le dará por el culo, a lo que les contesté: poco conocéis a Diego, estoy completamente seguro será él el que se lo de al canadiense.
No paso mucho tiempo en que recibí un correo electrónico del norteamericano (había intercambiado mail con él, porque quería saber el final de la historia de Diego) en el que me decía textualmente: diego me robo me camera (canon 30D) de 5000$ a flamingo si tu mira el , escrible a me por favor. Sin comentarios.
Yo había hablado a solas con el canadiense, y por mucho que quiso engañarme la conclusión que saqué, es que ni tenía intención de llevárselo a su país, y quería aprovecharse de él mientras estuviera por Costa Rica (venia de navegante solitario y no tenia ni piloto automático).
Cuando he dicho que hacia tiempo que no lo veía, no es cierto. Hace poco tiempo, estaba yo en Montezuma sentado en una acera (Montezuma es de los pocos refugios de hippies que quedan en el mundo), cuando con dos litronas, una en cada mano, me saludaba con mucha alegría, pero no es mucho lo que hablamos puesto que andaba con dos gringas que lo tenían de chico para todo, y cuando digo para todo, es para todo.
Tambien hace unos días, en este país, se celebraba el día de las madres (al parecer era fiesta nacional) cosa que ignoraba, cierto es que me costo trabajo coger una mesa, la gente era mas de la normal, y por los altavoces de Los Gitanos anunciaban baile con entrada gratis. Diego que estaba en otra reunión se me acerca. Estaba muy mal, la goma era terrible, mis venas me están pidiendo guaro pero mi cabeza me dice que no, me decía, y acabo dejándome para irse a dormir a una panga que estaba en lo que antes fue la soda de Ángela. Solo le pude sacar que iba a ver a su madre a San José, pero que se había vuelto desde Paquera (días de la madre para mi son todos, repitió varias veces) y que se había tomado tres botellas de aguardiente.
Hoy estaba bien, bien es un decir, al menos en comparación con uno de sus amigos, que pasaba la resaca tumbado en un asiento de la mesa cercana.
Me quiso dejar tirado en… (Tamarindo si mal no recuerdo) y pude quitarle la computadora, la maquina que tiraba siete fotos por segundo (esto al parecer para el era muy llamativo) y …cientos mil que tenia en la cartera, pero solo le quite lo que considere justo y que necesitaba al menos para volver. Yo vi la otra cámara de la que me habla. Lo creo.
Pero hoy el protagonista no ha sido Diego, con el también andaba Cristian, y o bien porque le caí bien (palabra repetida, pero a estas horas no tengo ganas de hacer un giro), o porque necesitaba a alguien con quien confesarse y en mi vio la persona adecuada, se explayó. Seria otra historia y se que la completaré, pero baste decir que sus abuelos fueron catalanes (y van…) que tiene familia en Barcelona donde estuvo, que se ha recorrido parte de Europa y gran parte de Latinoamérica, que sabe varios idiomas, que el padre murió pegándose un tiro en la boca y varios episodios mas.
Sí, llevaba un tiempo en el que por diversos motivos, aquel mundo me tenía abstraído y gracias a Diego y a sus amigos he vuelto al mío. He tardado en regresar a mi casa más de lo normal y si me he venido, es porque vi que el tercero en discordia estaba buscando unos cartones para al menos taparse el pecho (no son palabras mías, repito lo que dijo).
Cuando me despido Cristian me decía que le había encantado conocerme y que la próxima vez que me viera me invitaría a un restaurante, entraría en la cocina y me haría una tortilla española (entre otros oficios es cocinero, chef por aquí).
Salía y llegaba mi amiga Vanessa; la acompaño a Los Gitanos y no es mucho lo que estamos porque recibe una llamada en la que la reclaman. Hoy hay bastante gente porque hay baile con desfile de modelos en ropa intima. No paran de observarnos. ¿Cómo habrá conseguido el cabrón este ligársela?, es lo que se preguntan.
Os prometo que mañana en cuanto me levante leeré el mamotreto y anotaré todo lo que crea podemos hacer para defendernos de esas arpías, pero yo también necesitaba volver al mundo que tanto me esta costando fabricarme.
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