viernes, 26 de diciembre de 2008

Lo correcto y lo incorrecto… ¡He aquí el dilema!

¡Dios!...Que difícil es expresar lo que uno piensa intentando que la persona a la que quiero trasmitírselo se de por aludida, no ofendida y que no haya victimas por el camino.
Jamás me he sentido tan libre como en la actualidad, pero en estos momentos pienso que la libertad también tiene que pagar peaje. Me pregunto si no es conveniente en determinados momentos ceder parte de ese bien tan escaso en la gran mayoría de las personas y dejarse arrastrar por la vorágine de las circunstancias que te rodean; circunstancias que para nada has buscado. En otros momentos de mi vida, puede que estuviera, como mínimo, irritado, pero es tal el estado de bienestar en que me encuentro que difícilmente me puedo sentir mal no ya conmigo mismo sino con nadie que me rodee.
Si, se me apetecía estar con una persona y pondría mi mano en el fuego que a ella igualmente le apetecía estar conmigo, intervinieron las circunstancias y ninguno de los dos llevamos a cabo lo que anhelábamos. ¿Quién de los dos fue el culpable?... Lo fácil para mi seria decir que recurrió a otras personas, en alguno de los casos muy inocentes personas, para un acto discriminatorio, que en anteriores charlas debía haber, al menos, intuido que van en contra de mis principios. ¿Se merece lo/la/el discriminado este sacrificio por mi parte? No voy a entrar a juzgar a personas o circunstancias.
Es curioso que la muy inocente persona, me había dicho esta tarde que era muy bonito lo que estaba haciendo con lo/la/el discriminado, por lo que transmitiéndome el acto de discriminación y sabiendo que es muy inteligente, debió tener su lucha interior.
¿He hecho lo correcto?... Tampoco me voy a juzgar a mí mismo, simplemente creo que el mundo esta, o lo hemos hecho, así de mal/o, pero continúa.
Espero no pasar por muchas pruebas de este tipo.

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