domingo, 1 de febrero de 2009

Los millones de ricos viejos y los miles de millones de pobres jóvenes

Fuente: Datos de la División de Población de la Organización de Naciones Unidas
En 1.960, una tercera parte de la población del mundo vivía en el mundo desarrollado; hoy vive una quinta parte. En la próxima década, la balanza poblacional se inclinara aun más hacia las regiones más pobres del mundo.
Leer el resto Hoy en día, una de cada cinco personas en el mundo desarrollado tiene mas de sesenta años; en el 2.050, será una de cada tres. Para ese momento. Casi un 10% de la población del mundo desarrollado tendrá más de ochenta años.
Las implicaciones económicas de este cambio demográfico son considerables. Este nivel de envejecimiento dejara de ser productivo en algún punto, la población requerirá una asistencia medica mas costosa.
A medida que la pirámide de edad del mundo desarrollado aumenta en la parte superior, la edad promedio de la población del mundo en desarrollo (sobre todo en Asia oriental y el África subsahariana) seguirá siendo menor. Según las proyecciones de las Naciones unidas, el 99% de todo el crecimiento de la población global hasta el 2.050 se dará en el mundo en desarrollo y sobre todo en los países más pobres.
Las personas que viven en las áreas del mundo con un considerable crecimiento y desarrollo económicos, exigirán una mayor demanda de energía. Estos grupos humanos presionaran para exigir las infraestructuras económicas, físicas y sociales ya de por si bastantes afectadas, y la creciente actividad económica y el consumo y el consumo producirán presiones inmensamente mayores en el medio ambiente y en los recursos.
El incremento del consumo de energía en occidente durante el último siglo ha sido extremadamente rápido, y ahora presenciaremos el mismo aumento en el mundo en desarrollo.
Muchos países como China, ya están experimentando importantes problemas en el medio ambiente y serias consecuencias en la salud.
Debemos estar preparados para el inevitable hecho demográfico de una continua bifurcación del mundo entre los millones de ricos viejos y los miles de millones de pobres jóvenes, con los consecuentes desafíos económicos en un extremo del espectro y los problemas del medio ambiente en el otro. Esta bifurcación también reforzara aun más un cambio ya bastante avanzado de los nuevos patrones de migración humana.
¡Qué los dioses nos cojan confesados!
Fuente: La década decisiva de Eamonn Kelly


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