Últimos chismes de mi pueblo. Pequeña crónica
El acontecimiento esperado era la llegada de la semana santa, entera de vacaciones para los funcionarios, aunque por aquí han aparecido otros que no lo son, en días que en teoría no son festivos.
Leer el resto Las expectativas de llegada de veraneantes no se han cumplido ni con mucho. Todos me advertían de que me iba a quedar asombrado de la cantidad de veraneantes en especial nacionales iban a aparecer por estas fechas, pero mi termómetro para medir esta afluencia es el camping y la ocupación del mismo no es ni la mitad de lo que fue en navidad. Tampoco en los hoteles han registrado el esperado aflujo, en especial de extranjeros.
Tampoco la pesca va bien, por lo que si sumamos la escasa entrada de dinero por ambos conceptos, las cogorzas (embriaguez, ebriedad, melopea, merluza, mona, tajada, cogorza, moña, llorona, tranca, tablón, turca, curda, juma, jumera, pea, pítima, manta, pedal, pedo, cuelgue, aunque tengo la impresión de que ninguna de estas acepciones es la que se utiliza por aquí) también escasean, aunque fue justo anteayer, cuando uno al que no conocía y que estaba bien tomado, vino a sentarse en mi mesa en la que me encontraba solo, me echo en voz a todo volumen un mitin en contra del gobierno, me pego un par de abrazos, y me costo un trabajo enorme convencerlo de que me dejara de hablar en ingles macarrónico (debo tener una cara de gringo que espanto, puesto que todos los tomados me toman por uno de ellos). Consiguió el muy cabrón lo que muy pocos han conseguido y es echarme de mi mesa y fue en el momento que empezó a tomarse mi fresco al que debió de confundir con una buena dosis de guaro; lo mande a tomar por el culo diciéndole una frasecita que le sonaría a chino: Tu libertad para tomar guaro acaba donde empieza la mía para no tomarlo.
Javier y Carlos han roto lo que parecía ante la vista de los demás una amistad inquebrantable. Los que así pensaban, no conocen lo suficiente al loco de Javier. Motivo, tres coreanos, que por cierto y en especial uno de ellos que se defendía bastante bien en español, vio el cielo abierto, cuando pudo contarme sus penas; con los ticos que solo pretendían venderles cosas, uno tours y otro abalorios, con la droga de por medio motivo del final de la amistad entre los dos primeros.
El coreano con el que hable también merece estudio aparte. Está estudiando en Nueva York económicas, pero mientras decide que es lo que estudiara en un futuro, y ha hecho un paréntesis para pasar un tiempo en Costa Rica y se han ubicado en San José, de donde se han desplazado al complejo hotelero aquí cercano a pasar estas fiestas.
A Carlos a pesar de su perfecto alemán y de su ingles lo han despedido de su puesto de guía, motivo por el que se esta defendiendo organizando tours.
Por aquí apareció Sabas, con su compañera y la hija de la misma. Mucha alegría de verme y de nuevo se me ofreció para ayudarme en la solicitud de mi residencia. Esta de jefe de la empresa que ha despedido a Carlos. Gana 7.000 colones diarios pero se gasta 8.000 en desplazamientos; sus ganancias provienen de las propinas, aunque están institucionalizadas y les llaman otra cosa. Le pregunto por su amigo Hanzell, y me dice que su compañera lo abandonó por sus excesos con el guaro, se fue a vivir a otra parte del país, pero el la siguió. Nada saben de ellos.
A Raquel y a Oscar los veo muy enamorados. Es el primer noviazgo serio que veo en Costa Rica; pasean cogidos de la mano, se sientan en un banco da la playa y se hacen arrullos que por aquí nunca los vi. Ambos se merecen un final feliz. Le pregunto que para cuando el final de la pesca y me dice que tiene en proyecto colocarse en la construcción de un complejo hotelero, pero difícil veo que con la crisis actual se lleve a cabo.

Mientras esto escribía acabo de recibir noticias de Diego. Yo le había escrito al canadiense pidiéndoselas. Todos se equivocaron con él al igual que con Javier. El que menos lo veía tomando por el culo del canadiense cuando este en alta mar se viese necesitado, pero ha sido a la inversa, Diego ha jodido al canadiense, en Flamingo, largándose pero llevándose con él una cámara (Canon 30D) de 5000$. Ya le regañare cuando lo vuelva a ver, pero ese es Diego.
En cuanto a mi, qué decir de mi eterna solicitud de residencia; sobre este tema, mas que una crónica algún día escribiré un libro. En realidad no se en que situación legal me encuentro. Gracias a Vanessa que me puso en contacto con Fernando de San José y se ríe de mí cuando le cuento mis aventuras con esta puñetera administración; termina diciéndome que no me preocupe que todo en esta vida se soluciona.

La bonita experiencia que tuve con una mujer tica también la doy por terminada. La vida sigue.
Mi último escrito lo acabe diciendo: Si existes, por favor ¡crúzate en mi camino! Si ambos nos buscamos, ¡hagámonos una señal!; pues bien, al parecer la señal ha llegado para bien o para mal.
Se termina el verano y pronto llegara la época de lluvias, y aunque para los habitantes de esta región significa falta de turismo, volverá la gama de verdes tan atenuada por la sequía.
Volveré.
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