domingo, 21 de marzo de 2010

Marcha de unos amigos. La crisis no perdona

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Paseo hasta mi playa mordiendo una guayaba verde y al llegar ¡sorpresa!, todas las mesas ocupadas. ¡Hombre, mira quien esta en la mía! Saben de mis costumbres y no se habían sentado en otra, sino en la mía. Allí estaban Patricia, Carlos y Norberto. La verdad es que también estaba otro coñazo que se creía que Diego (he escrito bastante sobre él, pero no pongo ningún enlace) era mío y con su dosis de guaro le dio por contarme todas las putadas que según él le había hecho.
Mira muchacho, Diego no me pertenece, así que cuéntale tu vida a otro. Me da las gracias y se va a otra mesa donde poder conseguir una Imperial gratis, cosa que esperaba de mi contándome las aventuras de un personaje como el susodicho.
La verdad es que me alegra ver a los tres, hacia bastantes días que no aparecían por aquí. Entramos en conversación. Tormenta que en principio era seca. Los rayos caían en un radio menor a un kilómetro. Debí de poner cara de miedo porque en especial Carlos se reía de mí. Aun no estoy acostumbrado a estar dentro de una, y no es la primera.
En segundos nos ponemos chorreando (al final del video se escucha algún que otro trueno y la lluvia golpear sobre el maldito zinc), y aunque agradezco la lluvia comprendo que es de tontos aguantarla estoicamente, así que los acompaño a Los Gitanos. A Patricia la tormenta le viene de maravilla, tenía ganas de fogar y saca a Norberto a bailar. Norberto no es capaz de aguantar el ritmo y continúa con Cartago. Sudaba de tal forma que estaba más mojada que si hubiera aguantado el chaparrón.
¿Calidad del video? Muy mala, pero a esas alturas Carlos ya me había contado que en los próximos días, toma rumbo de Sierpe y le acompaña Patricia. Ni tres idiomas ni nada, el turismo esta malo y van a probar fortuna por aquellos pagos.
¿Volverán? A pesar de que al decirle a Patricia que cierta persona trae un Quijote para su nieto, y ella decirme que volverá expresamente para verla, no lo sé, así que a pesar de la falta de luz, y no ser mi cámara fotográfica la mas adecuada para tomar videos, he querido dejar constancia de este momento. Se perfectamente que esa persona se alegrara de verlos, o quizás de imaginarlos. Hoy mismo habíamos proyectado cosas en las que ellos participaban. Sin ellos no las veo.



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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Por favor que no se vayan,al menos hasta que puedan verlos mas gentes.creo que forman parte del paisaje.Y lo proyectado sera una despedida.