sábado, 13 de marzo de 2010

De cómo puede peligrar la tercera pata

Hace unos días, no recuerdo exactamente que hacia, cuando escuché un chapoteo que deduje venia del retrete (recuerdo cuando me regañaban por utilizar esta palabra y podría hacer apología de la misma, pero no toca, así que mientras tanto dejo el siguiente articulo, en el que el autor, bien la hace). Acerqueme al mismo y vi el bicho que en la imagen aparece. Este no es tu sitio, me dije, así que intente cogerlo por el cuello y echarlo a la calle, pero se retorció y me enseño sus fauces que no auguraban nada bueno, al menos para mis dedos. Podía haber utilizado un método expeditivo para acabar con él, pero no soy amigo de acabar con una vida así como así, por lo que me acorde de la gata que cuando por aquí apareció era buena cazadora de iguanas y demás reptiles. La meto dentro del excusado, cierro la puerta del mismo y me dije que la naturaleza cumpla su función.
Nueva zapatiesta, miaus de ya he acabado, abro la puerta y efectivamente no veo el garrobo, pero me quedan serias dudas de si este no había vuelto por donde había venido.
Pasan los días y mentiría si no dijera que todas las mañanas al sentarme en tan noble artilugio, me acordaba del bichejo. ¿Y si sale sigilosamente y ciertos atributos le sirven de ayuda para abandonar definitivamente semejante lugar? No estaba a gusto.
Hoy salía de la piscina y voy a echar una meada y pum, aquí estaba de nuevo el bichejo. Piensa, me dije, por las mañanas no serás feliz, así que búscate una solución mejor que la del otro día.
Busco un mecate, hago una lazada, se la paso por el cuello y lo cazo. Voy con él a soltarlo en la calle, pero el nudo no quedo lo suficiente apretado así que cerca de la puerta, se escapa, esta vez la gata si estaba al acecho, el garrobo primero se defiende enseñando sus dientes, pero cambia de táctica y se hace el muerto, táctica en la que la gata es experta así que se pone a jugar con él y aquí me las iban a dar todas. Les empujo a los dos, los saco al patio, cierro la puerta y dejo que lo que tenga que ocurrir ocurra.
No se el final del garrobo, si de la gata, ahora mismo duerme junto a mis pies.



Cosas que solo me pasan a mí, seria la etiqueta.

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1 comentarios:

budilord dijo...

Jeje, que bueno!
tu los has dicho..."cosas que solo te pasan a ti", jeje
Vamos, yo escucho un ruido en el baño, y me encuentro eso..., y no me hace falta mas..."soy el tio mas afortunado del mundo", jeje, que felicidad ( para mi ), jeje...
Un saludo!