sábado, 2 de mayo de 2009

Virtudes de la gente que me rodea. Su diligencia para buscar trabajo


Lo de la llegada del invierno ha sido un espejismo. Copiosa lluvia, el terreno se moja, al otro día sale el sol rabiando y la humedad ambiente se hace irresistible.
Mi amigo Javier me dice que huele a tierra; pena que con el golpe que tuve en la cabeza perdiera el olfato. Aun recuerdo en mis tiempos de navegante cuando cruzábamos el océano y al acercarnos a tierra, al menos yo, la olía.
Leer el resto Semana larga; paso por el camping y donde esperaba muchas tiendas de campaña, no veo ninguna, pero por razones que no llego a comprender Los Gitanos esta mas lleno que nunca, en especial desde que lo cogió el nuevo administrador. A pesar del calor, no habían quitado los feos plásticos negros con los que camuflan el bar para ocultar a las modelos (¿modelos?) luciendo ropa intima, cosa que hicieron ayer. También, cosa extraña, mucho personal esta sentado en las mesas del bar.
Después de hacerme con mi fresco, voy a coger la única mesa libre de la playa. La mía esta ocupada por un grupo de uilas del pueblo, que se no tardaran mucho en irse así que estoy pendiente y cuando lo hacen me cambio. Ya no queda ninguna libre.
Tampoco es usual ver la cantidad de niño/as que corretean por la playa y los alrededores de lo que antes era la soda de Ángela.
No tarda mucho en llegar mi amigo Javier de su trabajo diario, vendiendo abalorios, al cual no ha faltado ni un solo día desde que me encuentro por estas tierras. Él es el que llama a Olman que llegaba en una desvencijada moto para que se siente en nuestra mesa; las demás seguían todas ocupadas. Olman nos explica el motivo de tanto niño: uno de ellos se va a vivir a San Carlos y el resto de los compañeros de clase les habían preparado una fiesta de despedida y precisamente la parrillada corría a cargo de él y de su mujer.
Alguien faltaba a la mesa y se completa con Cartago y mi buena amiga Vanessa. La mujer de Olman, termina de la parrillada y se sienta junto a mí. No la conocía, ellos viven en Pánica. Entablamos una interesante conversación, en la que me va desgranando los ingresos que al cabo del año entran en su casa; a estas alturas algunos habían abandonado la tertulia.
Olman durante el verano, como la gran mayoría de las personas de este lugar se dedica al turismo, él concretamente lo hace organizando tours; en un inciso, le pregunto como aprendió ingles y me viene a decir que a puro pulmón; trabajaba de camarero, anotaba las palabras que le decían los gringos y después preguntaba su significado; también preguntaba: ¿si un gringo pidiera tal cosa como lo diría?, lo memorizaba, y así hasta hablar perfectamente ese idioma y lo demostró cuando uno, borracho, se acerco a nuestra mesa y fue él que lo entretuvo mientras yo seguía conversando con su mujer. Acaba el verano y se acaba el turismo así que ahora esta preparando el terreno para sembrar maíz; también hace pan y lo que se le presente.
Desde que llego la crisis mundial siempre me he dicho que si había un país en el que sus habitantes no pasarían hambre, ese seria Costa Rica. Todas las personas que conozco, son polifacéticas, pero no, esta palabra no los definiría bien. Si no tienen trabajo no esperan que les caiga del cielo, y si no lo hay se lo inventan. Hace poco hablaba con un español y le preguntaba si a él lo despidieran de su trabajo, trabajo de corbata y bien remunerado, y le ofrecieran uno de basurero, lo aceptaría, y la conversación se fue por otros derroteros, pero puedo asegurar que solo lo haría en caso de extrema necesidad y seria un trauma cada vez que lo viera un conocido suyo con la escoba en la mano. Un tico, si no se lo ofrecen, como dije antes, se lo inventa y seguro que sin complejos. Al menos los que yo he conocido hasta ahora.
Amiga ىilvia, no generalizo, hablo de personas concretas.


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