lunes, 4 de mayo de 2009

Yo viví ese mismo tiempo, y en ese mismo colegio

Para ti amigo Yang


El ciberespacio, no para de darme sorpresas. Algunas muy interesantes.
Hace aproximadamente año y medio, sobre lo que para mi fue la muerte anunciada de Enrique Urquijo; en él mencionaba un colegio. Recibo el siguiente comentario:

Leer el resto Yo viví ese mismo tiempo, y en ese mismo colegio.
Yo también viví una depresión que me pareció eterna.
No me parece casual que saliera tanto depresivo de ese preciso lugar/colegio/x (también han salido de él grandes "tiburones" -los "fuertes", claro-)
Nada es casual. Casi todo es causal, en una interminable cadena.
Yo también salí de una, aparentemente eterna, depresión.
Pero no sin lucha.
Se sale. Se sale si no tiras la toalla.
Es bonita la historia de María.
Y me has hecho recordar la primera vez que oí "Déjame"... en la capilla-escenario del colegio, el tempo infinitamente más lento y melancólico que el que la gente ha conocido después. Poca "movida" todavía.
Me alegro de "lo tuyo"

Yang

Curiosamente yo pase por lo que entonces se llamaba una academia, en la que su propietario/director, quería imitar a los colegios ingleses, de educación espartana y donde pretendía sacar lumbreras/lideres. También es verdad que daba por supuesto que esta especie solo podía salir de los niños bien, por lo que a mí, además de soberanas palizas, me decía sin ningún tipo de complejo que qué lastima de dinero se estaban gastando mis padres, cuando de mi cabeza solo podría salir serrín.
Ninguno de los que él pretendía encumbrar, llego a ninguna parte, mientras que yo, y me jode ponerme medallas, fui el primero de mi promoción en mis estudios en la Escuela de Náutica.
Siempre los hubo, los hay y los habrá este tipo de centros en los que quieren formar élites, sin ir más lejos a mi príncipe Felipe lo tuvieron que mandar a estudiar a Canadá, cosa que en su día me jodio y bastante, y probablemente consigan algo, pero de lo que si estoy seguro es que caerán muchos por el camino.
El camino que conduce al superhombre, es la senda del filo de la navaja.
Fue Nietzsche el primero que hablo del superhombre. Para él los valores tradicionales representados por el cristianismo someten a las personas más débiles a una "moralidad esclava", que no provocan en ellos más que un estado de resignación y conformismo hacia todo lo que sucede a su alrededor; esos valores tienen que desaparecer para que aparezcan otros nuevos que representen su prototipo de hombre ideal, al que él mismo llamó superhombre. Combate la moral impuesta por las religiones e impulsa una moral que surja desde lo más profundo de las personas. En gran parte estoy de acuerdo con él.
Si damos un repaso a la historia, ninguno de los hombres que dieron un vuelco a la misma, pasaron por este tipo de colegios.
Por otra parte amigo Yang, no se de tu experiencia con la depresión pero repito lo que digo en el epilogo de este blog sobre la mía: Aunque parezca una incongruencia, hasta cierto punto estoy contento de haberla pasado. Siguiendo con el símil de la tormenta perfecta, después de la tempestad viene la calma pero con la particularidad de que parece que has arribado a otro mundo, pero por desgracia, el que ahora veo, tengo la sensación de que se dirige hacia el abismo.
No, para nada envidio a esas lumbreras/tiburones/fuertes, y si alguna de ellas me lee le recomiendo el siguiente de .

Amigo Yang, te deseo la mejor de las suertes en esta vida. Inteligente se ve a distancia que lo eres.


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