Don Rafael Navarro Pichardo
Búsqueda en Google de: Don Rafael Navarro Pichardo
Después de pasar por una profunda depresión que me tuvo fuera de este mundo unos diez años, y cerca de la muerte, desperté en uno que vi que no era el mio. La falta de valores humanos en lo que llaman, eufemísticamente, el primer mundo ha llegado a limites tan extremos que no lo soporto, motivo por el que he decidido abandonar el país que me vio nacer, España, para venirme a vivir a Costa Rica donde pienso los encontraré. El tiempo dirá.
Aunque parezca una incongruencia, hasta cierto punto estoy contento de haberla pasado. Siguiendo con el símil de la tormenta perfecta, después de la tempestad viene la calma pero con la particularidad de que parece que has arribado a otro mundo, pero por desgracia, el que ahora veo, tengo la sensación de que se dirige hacia el abismo. Todo de lo que de él no me gusta he intentado englobarlo en una palabra: “Sistema”
1 comentarios:
le dedico a usted y a aquellos de los que pasaron por lo mismo este poema.
Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
Publicar un comentario