lunes, 21 de mayo de 2007

A mis, por llamarles algo, ex compañeros de trabajo

Han sido unos días muy extraños los últimos que he pasado. Castración de Fideo, mezclarme con la civilización, cabreo con telefónica por querer tomarme por estupido y algunas mas. Cuando me ocurren estas cosas, se que a continuación me viene el cansancio mental consecuencia de esta maldita depresión que ya daba por pasada. No he tenido ni ganas de acercarme por el blog en el cual encuentro tanto desahogo. Hay una cosa que me hace sacar fuerzas del fondo de mi alma, y es cuando me toca ir a por las medicinas. Le tengo terror a quedarme sin ellas, prueba evidente de que aun no tengo claro el haber pasado el temporal.
Antes de coger la moto para irme al pueblo, decido solucionar uno de los anteriormente citados problemas; tengo obstruida la tubería de saneamiento, debido al dichoso detergente que creo solo se utiliza en esta mierda de país llamado España. No estoy al tanto de teléfonos, ni del tipo de funcionamiento, que mi antigua empresa tiene para semejantes labores, así que llamo a Julio, antiguo subalterno mío, para que me asesore. No podía ser menos que estuviera en una reunión y que después me llamaría. Pospongo mi viaje a la espera de su llamada. Cuando pasa el tiempo y no lo hace, lo llamo yo; me dice que los camiones de la empresa, no pueden venir porque su personal esta de reconocimiento medico; también es casualidad, y cuando le digo que llame a otra de las empresas que nos trabajaban, me dice que no puede hacerlo, porque le iban a pedir una cantidad de datos que es imposible que el los pudiera dar. Tan difícil me lo pone que pienso si no me pedirán el certificado de penales. Llamo al teléfono que me ha dado y al darles mi nombre, ni siquiera me preguntan la dirección; querían venir sobre la marcha, y les digo que vengan mañana. Si, amigo Julio, ni siquiera me han pedido la dirección. Aun hay alguien que se acuerda de mí sin temor. Me voy a dirigir a mis ex compañeros y ya con eso los elevo de categoría.
En primer lugar a ti Julio, puesto que contigo ha empezado la cosa. No pensaba complicarte la vida en absoluto, pensaba pagar religiosamente el servicio del camión. Tu que siempre has presumido de valiente, aunque te pasa igual que a Fideo (Perro vagabundo al que acabo de adoptar) mucho ladrar y poco morder. Al igual que todos le seguís teniendo un miedo atávico a los catalanes, y en este caso has pensado que Marcos podía sospechar que me hubieras hecho algún favor que perjudicara a los ladrones que gestionan los intereses de los granadinos (Esto ultimo no lo digo yo, lo dice un concejal del Ayuntamiento de IU, que a su vez es consejero de esa empresa). Me da pena que siempre andéis con la diarrea a flor de mente. Sabes muy bien que ni antes ni después del desembarco de los catalanes, me he aprovechado de la empresa. Si hay alguien que haya venido a hacerme algo, caso de Antonio Sánchez, ha sido a nivel particular y si no me han cobrado, lo han hecho en horario fuera de su trabajo. No despotriques delante de los demás, sabes perfectamente donde vivo y puedes venir a decírmelo personalmente al igual que yo lo estoy haciendo.
Ya que he mencionado a Marcos, me voy a dirigir a él: En primer lugar gracias por los acuses de recibo de los correos que te he mandado y no vayas a decir, que no los has recibido, porque al igual que en lo que se refiere a redes de agua, en lo que es a informática te doy veinte vueltas. ¿Sabes acompañada de qué se come la educación? Yo presumo de equivocarme poco en el primer concepto que tomo de una persona, pero contigo derrape de cojones. Otro valiente. Se atreve a tirarle los papeles a la cara a un Jefe de Obras de una subcontrata, porque sabe que tiene que aguantar mas carretas que él y no puede imponer sobre uno de sus subalternos, en este caso una mujer (Has acertado, me refiero a Flor) su autoridad y se deshace de ella mandándole el muerto a otro, en vez de resolverlo él. ¿Sabes como funciona una reductora? ¿Me puedes decir en que has mejorado las redes desde que yo las deje? ¿Sabes que si alguna vez reventara la arteria, no te funcionaria ninguna válvula de cierre de los depósitos? ¿Sabes que la tubería que habéis metido por la puerta de vuestra casa no tiene ningún sentido mientras no se complete? ¡Que coño vas a saber tú! Sin embargo si sabes dilapidar el dinero de los granadinos, proyectando otra arteria para la ciudad que puñetera falta que hace. Claro que el único modelo matemático de la red que existe lo tengo yo, y tu no lo tendrás en la vida puesto que es tal tu desconocimiento de la misma que nunca podrás hacerlo así que no se en que te has basado para decidir semejante disparate ¿No habrá ganancias encubiertas? Bien podías renovar la existente que buena falta le hace. Lo tuyo, hay que reconocerlo también es una desgracia, porque no te mantienen ahí por lo que vales sino porque firmas hasta tu pena de muerte si te lo piden. Ya sabes aquello que me decías que trabajabais al filo de la ley, a lo que yo digo que os pasáis un montón. Si tienes el valor de contestarme, diciéndome que eso es mentira, te aseguro que publicare todos los delitos que has cometido en un sitio público como este para que me puedas llevar al juzgado. En cuanto a que no hace falta esa arteria acepto un debate en el foro que tu decidas.
Cambio y le dedicare unas letras al que fue el hombre de paja de los políticos y de la empresa. Miguel Rodríguez. El mayor chupa poll…(No termino de ponerlo por respeto a los treinta o cuarenta visitantes diarios que tengo) que he conocido. Jamás defendió a los que estaban a sus ordenes. Bastante desgracia tiene que no saber hacer otra cosa en la vida que las funciones que he descrito. Sigue yendo por ahí porque no sabe encontrar otros alicientes en la vida. ¡Pobre hombre!
Solo voy a mencionar a dos ex compañeros mas porque si no voy a aburrir a cualquiera que se acerque por mi blog. Os toca a vosotros Mario y Antonio (Si, López Rubio). Aparte de que nunca os habéis preocupado de mi enfermedad, cosa que incluso dudáis la haya tenido y para que salgáis de dudas podéis preguntarle a Isidro, una de las pocas personas a la que estoy agradecido, sabéis que llevo mas de dos años encerrado aquí, y no habéis tenido el detalle de llamarme no ya para ofrecerme ayuda, sino para disimular que os dabais de amigos. También os tengo pena, debe ser otra desgracia andar limpiándole la mierda a los que os han puesto de jefes. Yo por lo menos cuando vuestro amigo Miguel, quiso ponerme en otro trabajo, tuve los cojones de decirle que no daba golpe mientras no me dieran el trabajo que tenia antes de darme de baja y además con la misma categoría que le habían dado a los dos que me sustituyeron, que en aquel entonces eran Ana y José Maria Ogando. Si tenéis duda de esto podéis preguntarle a Vicente Redondo, que por cierto es otra de las pocas personas que ha mantenido su dignidad y también del que guardo un buen recuerdo. Solo os deseo que os sea leve hasta que os jubiléis.
Es curioso, que aunque también me gasto algunas putadas, el único que ha venido varias veces a verme, es Antonio Mesa: Marcos te aseguro que no hemos hablado del trabajo así que no vayas a tomarla con el.
Conclusión final; para vosotros claro, estoy loco. Prefiero mi locura a vuestra estupidez.
PARA LOS IGNORANTES QUE POR PRIMERA VEZ ESTAN VIENDO UN BLOG. SI QUEREIS REBATIR ALGO, AQUÍ DEBAJO PONE Comentarios, PINCHAR ENCIMA, Y O BIEN COMO ANONIMOS, U OTROS Y ME ESCRIBIS TODAS LAS BARBARIDADES QUE SE OS OCURRA.

Búsqueda en Google de:

1 comentarios:

Perro verde dijo...

Julio, a sabiendas de que no sabes, no ya informática, sino ni siquiera como se arranca un ordenador, y suponiendo que nadie te iba a decir nada de lo que he puesto sobre ti en el blog, debido a que te tienen miedo, es por lo que te he llamado y te he dicho en directo lo que aquí esta escrito. Como a nadie le gustan las verdades, tan hecho un fiera te pusiste que hasta me colgaste. Antes de hacerlo, me dijiste que tenias que contar muchas cosas sobre mi y la única que te salio en plena furia es que te debía dinero de la lotería que comprábamos los viernes los cuatro que íbamos a desayunar. Efectivamente, durante mis bajas por la depresión, tú pagabas mi parte, y recuerdo perfectamente que una o dos veces te pague. Ya no recuerdo si lo hice la última vez, aunque creo recordar, que me dijiste algo así como que no merecía la pena. De todas formas si eso es todo lo que tienes contra mi, dime cuanto te debo (Diez, cincuenta, doscientos euros), porque te los pienso pagar religiosamente. Tú eres otro de los que no creen que haya pasado una fuerte depresión, y puede que en plena crisis, se me pasara.
Es una pena que por culpa de vuestra alienación, perdamos la amistad, pero no es tal. Ya antes de esto, por alguna parte de mi blog, había dicho que para amigos como vosotros, mejor ninguno. Alguna vez os daréis cuenta de que estáis tan imbuidos en el sistema que habéis perdido valores como ese tan elemental de la amistad.