martes, 3 de julio de 2007

Acto supremo del egoísmo: El suicidio

Es rara la persona que no haga suya una cita de algún personaje famoso, en especial si lo son en el campo de la ciencia, historia, política y más. Quien no ha hecho suya la famosa de Albert Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento”, o aquella otra del utópico Mayo del 68: “La imaginación al poder”.
Puede que por venir de donde vienen, cosa que también dudo, puesto que no es de extrañar que por circunstancias se le apliquen a alguien sin ser cierto, no solo las hacemos nuestras, sino que ni nos paramos a pensar en el valor de la misma. ¿Quién va a poner en duda lo que dijo Aristóteles?
Bien, anoche escuche una, que estaba tan seguro de que no era cierta, qué antes de citar una, reflexionare sobre el contenido de la misma. La cita era la siguiente: “El suicidio es el acto supremo del egoísmo”. Querido amigo, ni se quien eres, ni como llegaste a esa conclusión, pero te aseguro que yo he estado mas cerca que tu de ese acto fatídico y para nada era esa la motivación. En mi caso yo la cambiaria por “El suicidio es el acto supremo de liberación del dolor” (En mi caso del alma.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

He topado casualmente con tu Blog... (No hay casualidades en la vida). Soy catalán de pura cepa, de Barcelona, cuando me casé (1978)viajé a Granada. De joven, mi mejor amigo, era un granadino de Chimeneas, emigrado a Catalunya. Aún somos grandes amigos, pero la vida nos ha ido distanciando. El se ha aburguesado ("acatalanado" y montado en el capitalismo) y yo me he "abohemiado"... Parezco más granadino que él! Bueno, que tengo experiencia en esto del suicidio. Mi hermano así murió y una prima hermana casi. Y yo, estoy en ello. Hace un año me separé y no tengo perros. El gato lo tiene élla. Tenemos buen rollo... Pero solo hablo con mis cuadros, pues me dedico a ello. A pintar la muerte, la soledad, la desolación, la infinita pequeñez del ser humano. Pero, si tu quieres, podemos comunicarnos y así, igual aguantamos unos añitos más.

Caravaggio.

Perro verde dijo...

Como tu dices no existen las casualidades. Llevo un día fatal, y la primera pregunta que te haces en ese estado es que pintas en este mundo. Mira por donde salgo de la piscina, que aunque ya no tiene el agua fría, algo me reanima, y me encuentro tu comentario. De inmediato, me he animado a escribirte, lo que para mi es buena señal.
Tenemos, al parecer muchas cosas en común, aunque hay una, que por suerte para mi nos diferencia. Yo he pasado lo peor de la tormenta perfecta y aunque estoy en los restos del temporal, se que saldré de ella. Ni quiero ni debo dar ánimos a nadie; se que en lo nuestro, no solo es inútil, sino incluso contraproducente. Se perfectamente como se sintieron tu hermano y tu prima, puesto que yo estuve a una fracción de segundo de ese acto. Yo, aunque sea una frase muy manida, me considero ciudadano del mundo, así que me da igual de donde seas; pero, sí, me gustaría comunicarme contigo. En tus manos lo dejo.

Anónimo dijo...

Hola, José Manuel: me alegro de que me hayas respondido. Y además, aunque no quieras, me has animado. Hoy, aparte de intentar pintar, que no lo conseguí, he tomado unas cuantas cervezas y he esnifado unas rayas, cosa que, en el fondo es algo curativa. Pero no se puede abusar. Solo se puede abusar de la melancolía (así llamaban los antiguos a la depresión), porqué es lo único que me acompaña... Seguiré en tu Blog, amigo.

Caravaggio.