domingo, 6 de enero de 2008

Los críos reciben juguetes un día si y otro no

Día de Reyes. Ni me acordaba de que hoy es el día con el que soñaban los niños durante todo un año porque era el único en el que recibían algún regalo. Fue anoche cuando me llamo mi hija diciéndome donde los tenía guardados para que los sacara y los pusiera en el salón para cuando hoy vinieran. Ahora los críos están recibiendo juguetes un día si y otro no, por lo que me imagino que si de algo tienen ilusión, no es de los juguetes propiamente dichos; como mucho de la cabalgata, que al menos en las grandes ciudades, les sirve a los que le hacen el juego a los políticos, para disfrazarse de magos y salir en las noticias. Para mí las fiestas, o lo han sido poco o no lo han sido, pero pienso en los demás, y creo que están en una resaca prolongada y no precisamente de bebidas, sino de ilusiones incumplidas que son las que mas daño hacen.
Hace mas de dos semanas que no me he acercado por la civilización, y mi único contacto con el exterior, es este aparato el cual aparte de haberme puteado durante unos días, más que por él mismo, por mi manía de la perfección y entre col y col lechuga, me acercaba por los blosgs de mis amigos y muchos de ellos/as que es raro el día que no me reconfortan con uno de sus escritos, han enmudecido. Por navidad y fin de año, todos nos animábamos con felicitaciones y el que más o menos deseaba las mayores venturas para el mundo, y pasados esos días, como por arte de magia han desaparecido.
Pienso que en sus trabajos, les estarán apretando las tuercas, pero nó, sé perfectamente que las empresas saben lo que es el síndrome postvacacional que conlleva una serie de síntomas en forma de desequilibrios físico-psíquicos, y hacen la vista gorda ante el poco rendimiento de sus empleados. Estos síntomas pueden situarse próximos a la depresión, irritabilidad, tristeza, apatía, ansiedad, insomnio, tensión, y algunos otros que bien recuerdo, y es curioso que tenga que ser yo, que estoy saliendo de una depresión, el que desde aquí tenga que animaros, e intentar haceros ver que tieneis que salir de ese círculo vicioso en que nos ha metido esta sociedad.
¡Animo muchachos/as! ¡Despertad! Bajo ningún concepto os dejéis llevar por estas sensaciones y hacedme caso si os digo que no sois culpables de nada. Puede que os recomiende que por unos minutos entréis en el mundo en el que yo he aparecido, que para nada es el vuestro, después de pasar por mi maldita enfermedad, para daros cuenta de que es muy posible que os estéis dejando llevar por un camino que para mi no es el bueno.
Lo dicho: ¡Ánimos!

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Animo sigue de esta manera que vas mejorando, tu enfermedad te ha hecho conocer otras enfermedades que estan en el mundo, como irritabilidad, etc. cuando mandas a tu jefe a la puta mierda, como se llama?