Urbanofobia. Mi miedo a la civilización

En plena crisis de ansiedad, la sensación que tengo ahora es de cansancio/aburrimiento. El viernes por la noche le había dicho a mi hija que el sábado por la mañana la llamaría, para confirmarle si iría a por ella para traerla al campo. Sigo sin querer marcarme obligaciones de un día para otro, porque la consecuencia inmediata es la ansiedad, pero el sábado al levantarme, me encontraba bien y fui a Granada. Veinte minutos de ida y otros tantos de vuelta, pero cuando llegamos aquí ya tenia la ansiedad por las nubes y mi primera operación es tirarme a la piscina para que el agua fresca me reanimara. Veo que me iba en aumento, por lo que termino por tomarme otro trankimazin. Se lo achacaba a la urbanofobia (Se que esta palabra no existe, pero yo la tengo) Tarde más o menos tranquila, mi hija, Fernando y Jorge se quedan a dormir aquí.
Al levantarme esta mañana, vi que la cosa no pintaba bien, por lo que de la cama a la piscina. Según mi hija el agua de la piscina esta fresca pero la verdad es que me acuerdo de la temperatura del agua en Noviembre y de cómo me resucitaba y la echo de menos.
El final ha sido otro ansiolítico y echarme en la cama hasta que me hiciera efecto; me he perdido hasta las carreras de motos. Un poco de comida, vuelta a la cama y al salir otra vez derecho a la piscina pero esta visto que las temperaturas que se esperan a partir de ahora, hacen que el efecto medicinal de la piscina se me ha acabado. Ya se han ido todos, mi hijo también ha venido y yo me quedo mas a gusto puesto que no tengo que disimular.
Siempre me hago la misma pregunta: ¿Hasta cuando esta mierda de enfermedad? Ahora mismo no tengo ilusión por nada; ni por viaje para escapar de este mundo, ni escuchar música y me acuerdo de mi puñetera desconocida con rabia, y solo deseo de que pase el día, a ver si mañana la lotería de la suerte me premia con un día que no pretendo que sea maravilloso, sino que al menos descanse mi alma.

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