jueves, 8 de noviembre de 2007

El anonimato y su refugio. Imposible comunicarse

Desde que comencé este, mi diario, no solo no he tratado de ocultar mis datos, sino todo lo contrario. Mi animo al hacerlo, era que ante la esperanza de poder comunicarme con otras personas, estas no tuvieran equívocos de con quien lo hacían. Cada vez estoy más asombrado de que al parecer soy un bicho raro, por algo en su día me decían “Perro verde”. También puede ser consecuencia de la depresión, a la que ya doy por doblegada, pero que me ha dejado “secuelas” de las cuales, incluso pudiendo ir en contra mía, estoy muy contento de tenerlas. Citaría muchas, pero las que primero me vienen a la cabeza, es la de llamar a las cosas por su nombre y que esta sea consecuencia de otra, que es la de no tener miedo a nada ni a nadie (He visto la muerte tan cerca, que ya ni a ella le tengo miedo). Para los que puedan pensar que lo hago con ánimos de notoriedad, les aseguro que están completamente equivocados y como prueba de ello es mi aislamiento, voluntario, de este mundo en el que me ha tocado vivir, y que para nada me gusta; ya he dicho que mis perros no saben hablarme pero puedo asegurar que tampoco saben halagarme aunque si me demuestran su afecto el cual es reciproco.
De qué va esto. Son muchas las personas que se acercan a este blog (jamás lo sospeche cando lo empecé), bastantes de ellas, no me equivoco mucho si digo que a diario, otras despistadas y algunas de ellas dejan algún comentario, pero casi siempre amparados en el anonimato.
Pronostican, aunque cuando hacen este tipo de cálculos siempre están referidos al mundo “civilizado”, que dentro de unos años la depresión iba a ser la enfermedad de mayor causa de bajas laborales, cosa que no solo creo, sino que lo asevero. No es normal el tipo de vida que nos esta imponiendo el sistema, pero la verdad es que se habla poco de otro tipo de enfermedades psíquicas que también están proliferando como hongos; una de ellas es desorden esquizotípico de la personalidad. Se pueden parecer a aquellas que sufren esquizofrenia, pero no; pueden tener preocupaciones o miedos inusuales, como el miedo de ser vigilado. Me pregunto: ¿No será algo de esto lo que les ocurre a mis visitantes? No me creerán si les digo que todos lo estamos, de hecho hay empresas que aunando datos de llamadas telefónicas, movimientos bancarios y el simple hecho de conectarnos a Internet o ver la televisión, pueden describir lo que hacemos e incluso nuestros hábitos de vida.

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