Los neurotransmisores no se regeneran. ¡Maldita depresión!

¿Hasta cuando voy a sufrir este martirio? ¿Qué he hecho yo tan malo en esta vida para merecer esto? Hoy me gustaría no existir, o al menos sumirme en un sueño profundo y despertarme en el mundo que estoy empezando a conocer, pero estos malditos neurotransmisores no terminan de regenerarse por más empeño que en ello pongo.
He dormido con uno de mis dichosos sueños recurrentes, me he levantado con dolor de cabeza y con mi inseparable cansancio mental. He intentado hacer cosas, pero mi cuerpo se niega. A estas horas después de que me este haciendo efecto el ansiolítico, me atrevo a escribir esto, mas que nada para desahogarme de mi malestar y siempre lo pago con este aparato. Quise hacerlo esta mañana pero mi mente se negaba a ver nada en la pantalla. Me he echado en la cama y he intentado seguir leyendo “Entre limones”, pero no he tardado mucho en abandonar. Haciendo un esfuerzo me he levantado me he ido al sol, cosa que me hace bastante bien y mis perros que parece que huelen mi malestar me han animado un poco. Esta mañana quería ver mi aspecto y he tenido fuerzas para pinchar el ratón y hacerme una foto con la cámara web. Me da pena verme. Me vuelvo a la cama con la esperanza de despertarme mejor.

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