martes, 4 de diciembre de 2007

De una amiga depresiva, rioplatense ella

La gente apela -demasiado creo yo- a los libros de autoayuda. Y con todo respeto.... son demasiado generales cuando lo escribe gente que no la ha sufrido, y demasiado negra en perspectivas cuando lo escriben psicólogos y psiquiatras. Hay que vivirlo.... hay que saber qué es estar sin estar y no querer estar más en el vacío porque los escalones de atrás lastiman y los de adelante desaparecieron. Pero más que nada hay que saber qué se siente cuando te ves como un despojo de ti mismo, con tantas cosas que no se hicieron y que ya la voluntad no responde para hacer... y ver llegar el pánico, y creer que nunca va a desaparecer. Lo que más me costó fue asumirlo: siempre fui el muro en el que los demás se apoyaban, la que siempre tenía oiditos y un buen consejo, la fuerte para sostener a otros. Así que a mí esto "no me podía pasar".... hasta que se acabaron las excusas. Creo que hay etapas... al principio es la sorpresa, el no saber qué está sucediendo; después el terror y la resistencia. Pero alguna vez uno asume, y decide si no enfrentar, aceptar... y ese es el principio de la curación porque en la medida que lo aceptas vas buscando la forma de enfrentarlo. Yo no he querido saber de profesionales. Aquí las terapias son particulares y muy caras; y solo hay acceso al estudio y el diagnóstico. Y, en general el diagnóstico es de "cronicidad" y dependencia de los medicamentos. Solo miro el pasado inmediato, y he avanzado el último año más de lo que avancé en toda mi vida. No sin ayuda de la familia y los amigos, no sin rogarles que me dejaran estar sin preocuparse y que no me sobreprotegieran, pero también pidiéndoles que no esperaran nada de mí, y que supieran que no aceptaría compromisos de ningún tipo, porque eso me creaba frustración cuando no era capaz de realizarlos. Y de a poco descubro que siento ganas de salir al frente de mi casa a respirar y lo hago; y que a veces siento demasiadas ganas de comer una golosina y salgo a la calle a comprarla; o de participar de una marcha cuando el gobierno que voté invita al emperador del planeta a venir de visita... y lo hago.
"¡¡Se puede, claro que se puede!!"

¡Animo! Te lo digo por experiencia. Saldrás e incluso, al menos a mi me ha pasado, veras el mundo con otra perspectiva, que hará que cosas que te parecían esenciales, se te conviertan en nimiedades.


Búsqueda en Google de:

1 comentarios:

Gaby Gaby dijo...

De las experiencias duras, creo que lo más importante que he aprendido es la empatía.. empatía no para decirle a otro que le sucederá, si no para enterdelo cuando calladamente vea su rostro desolado...
Para tu amiga, creo que las palabras sobran, sólo espero que salga pronto de ese estado animico, pues hay mucho mas que una golosina esperando!!!
Saludos