lunes, 26 de mayo de 2008

El aire que respiramos. Polución atmosférica y aviones

Sigo pensando que la medicina, no esta a la altura de las circunstancias, con investigaciones que se eternizan en el tiempo y para nada buscan como les decía Hipócrates, al que juran seguir sus dictados y no ven con mucha claridad, como él decía, que el remedio a nuestras enfermedades esté en nuestro propio cuerpo, llevando ellos las investigaciones por la vía Tarifa (Farmaceuticas mandan).
Con esto de la llegada de la primavera, estoy teniendo unas rachas de ansiedad, que me dejan el cuerpo agotado. Por mi cuenta investigo remedios que me dan resultado y no voy muy descaminado; contra la depresión baños en la piscina con el agua bien fría que me resucitan y contra los ataques de ansiedad procuro traerme a le mente imágenes que me sean agradables, como la de mi perro Fideo dándome los buenos días con sus ladridos cuando sabe que me he despertado o la de un fondo marino lleno de peces y de corales. De esta ultima sin querer pienso que para cumplirla, alguna vez me decidiré cruzar el charco e irme a Centroamérica. Sigo enlazando mis pensamientos y llego al avión donde durante doce horas no me dejaran fumar. Todo lo que sea recorte de libertades, me saca de quicio y si es como con la de fumar en la que dicen que no solo nos perjudicamos nosotros, sino que jodemos a todo el que esté a nuestra alrededor, la cosa me desespera, porque mienten como cochinos. Se que el fumar es la cosa mas estúpida que estoy haciendo en mi vida, pero si a la ansiedad propia de mi depresión uno la de quitarme de fumar, cosa que ya hice con anterioridad, reviento. Que alguien me diga el por qué quieren quitar el cultivo de la coca y permiten el del tabaco.
Nuestra salud depende, en gran medida, del aire que respiramos. Y en las grandes urbes éste se encuentra altamente amenazado. Esto si no nos lo ocultan, al menos no nos dan el coñazo, porque gran parte de la culpa es de los que nos prohíben fumar.
El cáncer de pulmón no sólo se desarrolla en los fumadores. El 15 por ciento de los varones y el 30 por ciento de las mujeres que sufren la enfermedad son personas que nunca han consumido cigarrillos. No sólo el tabaco cuenta.
Los agentes más contaminantes en nuestras ciudades son el transporte y las fábricas. Los gases emitidos por el tráfico rodado y los humos de las inmensas chimeneas de determinadas empresas, que han provocado un deterioro en la calidad del aire, lo que se llama “polución atmosférica”. Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) se han cuadruplicado en los últimos 50 años y las micropartículas de metal y carbono pendientes en la atmósfera llegan a nuestro sistema respiratorio. Un dato indicativo: el sector del transporte español es de los más dañinos para el medio ambiente de Europa, después de los griegos y portugueses, y esto repercute directamente en nuestra calidad medioambiental.
Pero el caso de los aviones también tiene guasa.
El aire de las cabinas de los aviones en vuelos de mediana y larga distancia se carga de a un nivel que puede resultar perjudicial para la salud, según un estudio realizado por un equipo internacional de físicos y médicos. Pero la cosa no acaba aquí: La polémica está servida. Una nueva investigación indica que la pobre calidad del aire que circula dentro de aviones comerciales conduce a la difusión de enfermedades tan serias como la .
Los resultados de la investigación fueron presentados en una conferencia en Londres. Y de inmediato se levantaron voces de rechazo en la industria de la aviación.
El autor del informe, el profesor Martin Hocking, de la universidad canadiense de Victoria, indica que las aerolíneas recirculan una gran proporción del aire de la cabina para minimizar la cantidad de aire fresco requerido. Esto, según él, no sólo rebaja el contenido de oxígeno, sino que expone a los viajeros a virus que no son removidos por los equipos de filtración comunes. El avión es un sistema cerrado en el cual parte del aire se va reciclando de manera continua. Lógicamente, cualquier virus tiene altas probabilidades de quedarse flotando en el aire y existe el riesgo de que un pasajero, cuyo sistema inmunológico no está en su mejor momento, pueda contraer algún tipo de enfermedad
El por qué a los pilotos si se les permite fumar.

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