miércoles, 28 de mayo de 2008

No a las bombas de Racimo

En el Nº 371 de la revista La Clave, leo que en Dublín se han reunido 109 países para negociar un tratado para limitar el uso de las . Adivina alguien que países son los que no han asistido. Pues no hay que oprimirse mucho el cerebro, han sido Estados Unidos, Rusia, China, Israel e India que ya también va cogiendo delirios de grandeza.
Recordar que son contrarias a las disposiciones generales de los Convenios de Ginebra al violar el principio de discriminación entre civiles y militares. ¡Ni puñetero caso!



Se les llama también bombas "tontas", lo cual significa que al no contar con mecanismos de guía muy precisos, pueden errar el blanco. Las bombas de racimo tienen un importante índice de error del 5% a un 30%. Esto implica que muchas sub-municiones pueden no explotar pero, al igual que las minas terrestres, permanecen en el terreno como latas de bebidas arrojadas a la calle para detonar años más tarde. Además de las muertes que se producen durante y después de las operaciones, tienen graves consecuencias socioeconómicas para las poblaciones que viven en esas zonas. Durante largo tiempo desde que acaba el conflicto, impiden el uso de carreteras, el acceso a las escuelas y hospitales, y el desarrollo de la agricultura en países donde ésta es crucial para la supervivencia.

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