sábado, 10 de mayo de 2008

India, el vivero de Silicon Valley

Son los mejores.
Los mejores institutos científicos y empresas del mundo se pelean por los estudiantes horneados en las universidades indias.
Silicon Valley, la ciudad de Estados Unidos, quizás ni existiría sin estos jóvenes emprendedores nacidos en el país con mayor número de analfabetos del mundo.
Algunas de las empresas asentadas en este valle (Adobe, e-bay, LSI, Sun Microsystems, Hotmail, ScanDisk…) cuentan con ingenieros graduados en Delhi en sus máximos cargos o incluso entre sus fundadores.
El 15% de todas las iniciativas empresariales tecnológicas de Silicon Valley están en manos de los indios.
El 12% de los científicos de Estados Unidos son indios, al igual que el 32% de los matemáticos de la NASA.
En Alemania faltan 43.000 especialistas, casi la mitad de ellos informáticos, una carencia que haría perder al sector 1000 millones de euros anuales. Piden desesperados que flexibilicen la inmigración de los estudiantes indios. De hecho, hay numerosos informáticos alemanes en paro. Simplemente no pueden competir con un veinteañero formado en Delhi.
¿A quien no le llaman la atención estas cifras? Estoy seguro que a cualquier persona normal, exceptuando a nuestros políticos, los cuales cada vez que entra una facción, tira los planes de estudio de la contraria intentando ponerse una medalla que a nadie le importa, en vez de ponerse de acuerdo par un tema tan primordial como este, que para mí es más razón de estado que el propio ejercito. Así estamos haciendo una generación de , y la culpa para nada la tienen los chavales.
¿Cuál es el secreto de la India? El que todos suponíamos.
Aquí la selección es salvaje y esta basada en el mérito. Solo tenemos a los mejores y luego, de todos esos, solo un pequeño porcentaje consigue pasar los exámenes y las pruebas finales. Estamos formando una elite científica mundial.
La otra clave es la disciplina en la enseñanza media, que es muy dura. Las familias aprietan mucho a sus hijos para que tengan una buena educación. Y somos prácticos: Nada de calculadoras; hay que ejercitar la mente.

Los datos los he tomado de un artículo de la revista La Clave

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