jueves, 19 de abril de 2007

Ejército profesional. Nos engañan como a chinos


Mis paseos cada vez van siendo más largos, por caminos solitarios e incluso campo a través. Aunque me acompañan mis perros, insisto en que si les hablo no me entienden, o sea que lo que voy pensando me lo voy guardando. Quizás recordando lo de la privatización de los ejércitos, me ha venido a la memoria mi servicio militar. Por falta de Oficiales en la Marina Mercante, nos daban a elegir entre hacer las Milicias Universitarias, o seis meses de recluta, opción que elegí (Quería quitarme ese tramite cuanto antes). Quiero decir que fue una de las épocas de mi vida de las que peor recuerdo guardo. Venia acostumbrado a dar ordenes y fue un cambio muy brusco no ya el recibirlas, sino el ¡Señor, si señor! Aunque lo que te mandaran tu vieras que era una jilipollez sin sentido.
Tengo que decir que en mi brigada, tuve por compañeros a hijos de Almirantes y otros mandos militares, y que el trato hacia ellos, puede que por dar ejemplo, no era en absoluto de privilegio, sino más bien lo contrario.
Inmediatamente pienso en como el sistema, nos ha vuelto a engañar y como siempre llevándose al huerto a los partidos llamados de izquierdas, aunque hay veces que llego a pensar que hay connivencia entre la oligarquía y los mismos. Me cuesta trabajo pensar sean tan estúpidos.
No me gusta hablar sin conocimiento de causa, así que he investigado y de una tesis sobre el tema he entresacado esto (Siento no poder dar el nombre del autor/a):
En España, la primera ley moderna de reclutamiento obligatorio se instauró en 1837, aboliendo las exenciones gratuitas y totales de las que habían gozado con anterioridad las ordenes privilegiadas (las profesiones liberales, la nobleza, el clero, parte del campesinado establecido y la menestralía). A grandes rasgos, dicho sistema se mantuvo vigente (Aunque con modificaciones importantes en 1878) hasta la ley de 1912. Durante este periodo, todos los varones de todos los grupos sociales estaban obligados a la realización del servicio militar, pero en la práctica continuaron existiendo exenciones para las clases mas favorecidas, al ser posible su conmutación mediante el pago de una cantidad de dinero al Estado. Incluso después de 1912, y hasta las leyes republicanas, aunque el servicio era “personal” e “intransferible” y teóricamente igualitario para todos los ciudadanos, existió la posibilidad de las cuotas militares que permitían “dulcificar” (a los que pudieran pagarlas) la prestación personal del servicio militar.Fue la Republica y no Franco, la que la hizo obligatoria e igualitaria.
En primer lugar dejo claro que estoy totalmente en contra de los ejércitos. De hecho hay algunos países que no los tienen y les va de maravilla. Cito a Costa Rica e Islandia (Hay otros muchos como pueden ser Mónaco y otros por el estilo. Mas reciente Panama también a dejado de tenerlo).
El dilema es ejército o no ejercito. En el caso de que se haya decidido que lo haya, debía ser obligatorio para todo el mundo. En España se empezó con la objeción de conciencia, hostigada como ya he dicho por los partidos progresistas hasta que se consiguió el ejército profesional que es el paso previo al ejército privatizado. ¡Vaya cosa cojonuda que logramos! Me pregunto: ¿Quiénes son los que van a este ejército? ¿Son acaso los hijos de Felipe González o de Aznar? La respuesta todos la sabéis, los pobres desgraciados que no han encontrado otro trabajo e incluso emigrantes a cambio de darles la nacionalidad española. En definitiva un retroceso a la época de las levas, aunque ahora como todo lo que hacen no parecen forzosas.

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