Cosas mundanas y restauración de motos
Varios escritos hablando sobre lo divino, la verdad es que me tienen la mente fuera de este mundo, que para mi es el único que vamos a vivir por mucho que no me guste; creo que las cosas no se resuelven buscándole soluciones etéreas, sino presentándole cara a lo que nos ocurre y no pensando si las células que me han abandonado están en una manzana o en los conductos del alcantarillado.
Esta semana que ha pasado, estuvo mi hijo, la verdad es que ni se que es lo vino a hacer, y con él trajo al hijo de uno de los ex amigos que en esta vida han sido. Tengo que decir que me dio una gran alegría el verlo. Al igual que yo, tiene una enfermedad de neuronas, pero con la desgracia de que la ciencia no ha descubierto su solución aunque si medicinas que lo mantienen lo mas parecido a lo que consideramos normal, durante toda la vida. Nunca comprenderé el por qué esta enfermedad solo aparece en edades tempranas. Pocas personas, como yo, han entendido por lo que ha pasado antes de que incluso los padres lo aceptaran. Se trata de la dichosa esquizofrenia. El tipo de sociedad que nos quieren hacer creer que es la mejor posible, esta aumentando las enfermedades mentales exponencialmente.
Ayer, la televisión, que también me tiene aburrido por sus contenidos, me dio un descanso con las carreras de motos por la mañana y las de coches por la tarde. Me encanta la tecnología, y este es un banco de pruebas en directo. Soy un gran aficionado a las motos, hasta el punto que para nada cojo el coche y el único vehiculo que utilizo es mi vieja Tenere 600. Las otras que he tenido las he restaurado y ahí las tengo a las pobres, para que alguien que en su día aprecie como empezó esto del motor, en que para nada intervenía la electrónica. Especial cariño le tengo a la Sherppa, moto de trial, que tantos buenos ratos me ha dado en el campo y la que también me enseño a caerme; fueron muchas las veces que me tiro. Cuando me empezó la depresión, estaba restaurando una Vespa, de las primeras que hicieron y que su antiguo dueño pensaba llevar a la chatarra. Ya le había reparado el motor y el chasis tiene bollos como para pasar años entretenido con ella; creo que ya no seré yo el que la ponga en funcionamiento; espero que alguien que venga detrás de mi, lo haga.
Por ultimo, se me olvidaba que mi amigo Visithor no entendía como un solitario como yo me conectaba a Internet. Si vuelves por aquí, te remito a esta entrada, en la que aunque muy brevemente explico el por qué.
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3 comentarios:
mmmm... Una de las cosas que 'denuncia' el budismo es el aferrarse a las cosas materiales o mundanas.
Y digo yo, diremos todos: ¿Quién cojones no tiene apego a algo?..
¿Será que la gente teme padecer esquizofrenia o algo similar si no tiene algo bien aferrado entre manos?..
Samsara es el Nirvana. Nirvana es el Samsara.
Este amigo visithor con sus excentricidades y misticismos si que nos van a volver esquizofrenicos a los que leemos tu blog
lo mio no es un blog. Es una web que contiene alguna que otra revelación... divina...
Precisamente, excentricidad y misticismo es lo que necesita el mundo, para combatir, respectivamente, el adocenamiento mental y materialismo circundante.
De ahí la necesidad inequivoca de todas las webs de insertar links de la mia.
toma nota...
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