viernes, 19 de octubre de 2007

Dioses, profetas y otros iluminados

Si hay algo que tengo que agradecer a la depresión que he pasado (La doy por pasada, aunque estos últimos días sus coletazos me han tenido fuera de juego), es mi forma de ver las cosas y mi actitud ante esta vida. A veces me pregunto si el precio que he pagado no es demasiado alto; han sido seis o siete años perdidos y varias veces viéndole la cara a la muerte. Para nada lo siento; la vida para mi es una cosa tan efímera, que no merece la pena, alargarla o acortarla y mucho menos por miedo a la muerte, miedo atávico este ultimo al que unos se enfrentan con pavor ante su sola mención y otros tratan de consolarse ante ella con premios y goces de los que no han disfrutado jamás. En el primer caso estarían, por ejemplo, los vikingos, que después de la muerte, se veían bebiendo cerveza, servida por las Valquirias en los cráneos de sus enemigos y a la segunda pertenecen los creyentes de la mayoría de las religiones incluyendo a los seguidores de Odín, que ven esta vida circunstancial, con la esperanza de la resurrección en otra mejor, por supuesto. ¿Encontraron la iluminación los Neandertal? ¿Y los dinosaurios? ¿O somos especie por excelencia? Ante la presencia de la muerte lo único que he sentido es un subidón de adrenalina, lo cual me hace pensar que todos estamos preparados para ella.
¿Mi actitud ante la vida?... Puede que lo más importante es la visión de lo superfluo de la mayoría de las cosas que nos rodean. No me entra en la cabeza como pueden estar tan ciegos los seguidores de la última religión mas extendida en el mundo del conocimiento y que para mi es el consumismo. Nunca creeré en ninguna religión, ni seré fiel seguidor de ninguna filosofía; es curioso que todos los creadores de las religiones y de las ramas del pensamiento nacieran en familias nobles y recibieran una exquisita educación. Ya se que me vais a decir que este no es el caso de ni de Mahoma, a lo que digo que del primero dudo de su existencia, y en el caso de estuviera equivocado, lo que para mi es seguro es de que murieron sin imaginarse de que lo que trataron de transmitir, se convirtiera en religión.
Hay una canción, de la que ya he escrito , que desde la primera vez que la escuche, me marcó. Todos los que no tienen oportunidad de acercarse al conocimiento, por el simple hecho de su lugar de nacimiento o los avatares a que haya estado sometida su vida, ¿hay que condenarlos al ostracismo o negarles esos premios y goces de los que van a disfrutar los “listos”? Uno de los fundamentos principales del budismo es tomar conciencia del sufrimiento, hasta liberarse completamente de él. Alguien me quiere decir como hacen esto las 50.000 personas que mueren anualmente en Latinoamérica como consecuencia de la enfermedad del Chagas y como los que mueren en África como consecuencia del SIDA.
He perdido las prisas para todo. Pienso que para lo que necesito, me sobra vida, por lo que único que busco, que es abandonar este mundo de la abundancia y de la “sabiduría” para mezclarme con personas sin grandes pretenciones, que al igual que yo tendrán sus momentos de bienestar y de miseria. Caso de no conseguirlo, tampoco pasa nada; me encuentro bien en mi ascetismo, que ni mucho menos es religioso, también procedente de oriente y anterior al budismo.
Después de lo escrito, sigo viendo de lo que cuesta salir de las profundidades. Muchas veces me he dicho no volver a hablar más de mi depresión ni de temas profundos y una y otra vez vuelvo a caer. Al menos me doy cuenta de que soy un pobre estúpido.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

creo ver humildad en tu texto.
'¡Qué dificil es ser humilde!', oía yo hace pocos días.

He llegago a leer que todos los hombres ya estamos iluminados. que solo hace falta un 'no sé qué' para apreciarlo.

otra cosa!: se me hace raro la idea de un asceta retirado..con conexion a Internet... ¿?un asceta moderno¿?