lunes, 29 de octubre de 2007

Del puente a la alameda. Mis viajes por America

Cuando me vine a mi retiro, una de las pocas cosas que me traje, fue la colección de fotografías. Me imaginé a alguien partiéndolas por la mitad, muy común en personas despechadas, para hacer desaparecer a la persona odiada y no me parecía justo que la historia grafica de cinco personas, fuera estupidamente destruida. También es verdad que en los dos o tres años que llevo aquí, no he querido digitalizarlas porque sabia que en especial una parte de mi vida, me iba a traer recuerdos negativos como así me ha ocurrido cuando al final me he decidido a hacerlo. Siempre he sido un maniático del orden y las tenia clasificadas en carpetas y al llegar a las que aparecíamos juntos mi ex y yo, no puedo negar que al menos me ha hecho reflexionar; no me entra en la cabeza que dos vidas unidas desde que éramos niños, se rompa por unos motivos que jamás han existido.
Anoche empecé con una tristeza anormal y esta mañana ya tenia claro que era como consecuencia de otro coletazo de mi maldita depresión; ansiolítico bajo la lengua y a presentarle cara al mal tiempo. Voy a seguir con el escaneo, pero voy a hacer lo posible por meter los malos recuerdos en el baúl y pensar en los buenos.
Cuando le ha tocado a la carpeta que había titulado historial náutico, aunque también ha sido compartido con ella puesto que, al menos en mi época, en la Marina Mercante española, dejaban a los oficiales que les acompañaran sus conyugues, y son muchos los buenos recuerdos que me han venido a la mente, pero cosa curiosa, entre todos hay uno que me ha aflorado sobre los demás y fue mi estancia en Lima. Son muchas las veces que había escuchado la Flor de la canela, y quise revivirla en vivo. Como es lógico lo primero que hice fue hacer el recorrido desde el puente hasta la alameda. ¿Cómo hechos en teoría tan insignificantes como un paseo, pueden marcar tu vida? Lo recuerdo como si hubiera descubierto otro mundo, aunque al llegar a la alameda tengo que decir que me lleve una pequeña desilusión; no me entraba en la cabeza que una joya como aquella los limeños la tuvieran tan abandonada.
Son muchas la veces que he dicho que no creo en himnos, pero si de mi se tratara, el de Perú seria la Flor de la canela y sus símbolos representativos el puente y la alameda.
Una ultima nota. Allí fue donde compre mi primer y ultimo poncho, que por cierto era de vicuña, especie que al parecer esta en estado de extinción, y a la persona que se lo regale, no le gusto ¡Yo que creía que estaba regalando un tesoro!
Son las siete y ya es noche cerrada.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

soy el visitante 10396. Observo que no te encuentras bien, algo depresivo, para escuchar la cancion desde el pueste a la alameda, ánimo que la vida son dos dias, no te dice esto tu psquiatra?
te voy a tener que dar trabajo para que te entretengas.

Perro verde dijo...

Ya he trabajado suficiente; fíjate que si echara cuentas de los fines de semana festivos y noches, que he trabajado gratis, me correspondería un camión del alcantarillado y así no tendría que pedir “favores” a nadie.
¡Ah! Aunque el consumo familiar sea menor me parece que no has caído en que de todas formas te estafan vilmente. No tengo ganas de follones, pero si no metía a tu empresa en un buen lío.

Anónimo dijo...

esta empresa presume de hacer las cosas bien

Anónimo dijo...

donde te encuentras que no hay manera de dar contigo?. Has pensado en el articulo de hoy?. Cuando vas a dar una charla de hidraulica,? que es lo tuyo. Has pensado en fortalecer tu mente con tus conocimientos.