miércoles, 6 de febrero de 2008

Imprescindibles, e inteligentes según la Campana de Gauss

Hay dos tipos de personas que jamás he soportado y son los que se creen imprescindibles y los que se creen más inteligentes que los demás. Antes de continuar, observad que he dicho los que “se creen”, porque el concepto me cambia cuando lo son de verdad, aunque para nada alardeen de ello.
Los que se creen imprescindibles, estan tan extendidos que raro es el que no haya escuchado la tan manida frase de “¿Que será de vosotros el día que yo me vaya?”. La verdad que sobre este tipo de personajes, no se de ninguna estadística que nos diga el porcentaje de los mismos, aunque yo los he conocido en cantidad, en especial en los trabajos que he desempeñado en esta vida.
Los que se creen más inteligentes, son un caso aparte, porque difícilmente lo exteriorizan; si acaso se les nota por un gesto muy especial en su cara, pero fue Francis Galton el primero en utilizar la estadística en sus observaciones sobre la inteligencia. Mide la inteligencia de muchas personas en Europa y hace la media aplicando la Campana de Gauss, la mayoría de personas están en el centro y alrededores, pero unos pocos están muy por debajo o por encima de la media. Para Galton el factor más importante de la inteligencia es el genético, mucho más que el ambiental.
Dos consideraciones. La Campana de Gauss: La principal característica de esta curva es que es una buena representación de la distribución de variables aleatorias en poblaciones, por lo que resulta de suma utilidad para en cálculos estadísticos; los que quieran saber más sobre ella se pueden acercar por esta . La segunda, es que nunca me he hecho un test de inteligencia, por la sencilla razón de que no creo en ningún tipo de ellos; creo que el resultado de los mismos esta condicionado por una serie de circunstancias como pueden ser del estado anímico de que se encuentre uno en el momento de hacerlo.
El test que mide la inteligencia como C.I. es el producto de la edad mental partido por la edad real de la persona. Un individuo que obtenga 100 en dicho test tiene un C.I. absolutamente en la media, comparándolo con gente de su misma edad y contexto sociocultural; el C.I. varía muy poco a lo largo de nuestra vida. Se considera que hasta 80 podemos hablar de inteligencias normales; para C.I. de 60 o menores estaríamos en zonas de individuos con inteligencias con evidentes problemas de subdesarrollo (que en la mayor parte de los casos se corresponden con individuos con el Síndrome de Down).
En el grafico que he colocado en el encabezamiento de este escrito, el eje de abcisas, donde se representa el C.I., lo han dividido en ocho partes, por lo que consideran personas normales a los comprendidos entre 85 y 115 de C.I. con lo que el porcentaje sería del 68% (Este porcentaje aumentaría si se hubiera tomado desde 80 hasta 120), frente al 10/14% de inteligentes. Los superdotados solo son el 0,2%, y los genios el 0,1.
Vaya este escrito dedicado a los del segundo grupo descrito al principio del mismo porque para mi, su soberbia nos les hace ver que están bastante a la izquierda de la curva.

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