viernes, 1 de febrero de 2008

Filipinas y las terquedades de la iglesia católica

Estuve viendo un programa de televisión llamado andaluces en… y anoche le toco a Filipinas. Lo que mas atención me llamo fue la cantidad de niños, que en cada una de las tomas, se veían. He investigado un poco, y en nada me equivoco si digo que una de las causas si no la principal, es la iglesia católica.
El Fondo de Población de Naciones Unidas (FPNU) pidió un mayor compromiso para mejorar la salud reproductiva en Filipinas, única nación católica de Asia y donde la Iglesia Católica se opone a los métodos de planificación familiar. Una mujer pobre en Filipinas lo más probable es que termine dando a luz a una edad muy temprana a demasiados hijos seguidos. Iniciativas de distribución de preservativos bastarían para salvar la vida a los 1,5 millones de mujeres y niños que cada año mueren durante o poco después del parto por falta de atención médica, y reducir los abortos en un 64 por ciento. Yo a esto añadiría a esos niños sin hogar, sin nada que llevarse a la boca y por supuesto con la única educación que da la calle.
Esta seria la situación de Filipinas. Con una población de más de 85 millones de personas, soporta uno de los índices de desempleo más elevados (20%), a lo que hay que sumar un 30% de personas subempleadas en el sector informal de la economía. Más del 40% de las familias no tienen garantizada ni su vivienda ni su alimentación: son los indigentes pobres. Con más del 50% de los activos privados controlados por 15 familias extensas archimillonarias, Filipinas es una de las sociedades más desiguales del mundo.
Aproximadamente, el diez por ciento de los 85 millones de filipinos son trabajadores migratorios o emigrantes esparcidos en 181 países. Millones de desempleados emigran a otros países, por desesperación y por la supervivencia física. Soportan el dolor de ser separados de sus familias y de sus hijos para trabajar en tierras extranjeras. Los emigrados son a menudo víctimas de engaños y de prácticas fraudulentas cometidas por reclutadores ilegales y poco escrupulosos.
Ya en su día hablé de la sobreexplotación del planeta Tierra
Me pregunto: El por qué la iglesia católica no se hace cargo de todos estos niños en vez de gastarse su dinero en fastos y celebraciones. Todos deberíamos ser responsables de las consecuencias que acarrean nuestro proselitismo y no se por qué no la iglesia.

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