jueves, 26 de junio de 2008

La formación de una comunidad llamada Europa

Cuando me entere que Europa, abandonó la isla de Creta, después de su rapto con artimañas por parte de Zeus, y se extendió por todo un continente eliminando eso a lo que tanta manía le tengo y que le llaman fronteras, la verdad es que me alegré.
En su día busque todo tipo de fobias conocidas, y concluí, pensando que yo no padecía ninguna, pero pronto descubrí que hay mas de las que dicen los expertos, y yo tengo varias pero ahora la que viene a cuento es precisamente la de las fronteras, y no debo yo ser el único y si no que se lo pregunten a Boris Pahor (Escritor, de 91 años, candidato al Premio Nobel de Literatura y superviviente del campo de concentración de Dachau): Nací austrohúngaro. Luego me convertí en italiano, más tarde, en 1943, fui ciudadano del Reich alemán. Después, durante 40 días, fui yugoslavo, luego viví bajo un régimen militar británico-norteamericano y ahora vuelvo a ser italiano. Por cierto, he pasado bastante tiempo, buscando el origen de estos trazos gruesos sobre los mapas, y a pesar de que para esto soy un cabezón, no he llegado a saber cual fue la primera, así que si alguien que lo sabe y llega hasta aquí, le agradecería información (No acepto la gran muralla de China como tal).
Volviendo a Europa; mientras fue la eliminación de las fronteras, por puro interés de los mercaderes, la cosa como ya he dicho, me pareció bien, pero lo malo llego cuando alguien decidió que había que buscar la forma de mantener el gran rebaño que pululaba por su interior bajo un único mando.
Fue en diciembre de 2001, en el Consejo europeo de Laeken, cuando se nombra a Valéry Giscard d'Estaing presidente de la Convención Europea, cuyo objetivo es simplificar los distintos tratados europeos y elaborar un proyecto de constitución. Giscard presenta la (Puedes bajartela) el 15 de julio de 2003. Fue firmada por los 25 miembros de la Unión Europea, y temiendo que el asunto no fuera bien, convencieron a mi presidente, para que en España se celebrara el primer referéndum de ratificación (En este país decimos sí a nuestra pena de muerte si nos lo piden), pero llegaron los procedimientos de ratificación de franceses y neerlandeses, y se toparon con el voto negativo en referéndum (Para mi, ninguno de los tres referéndum son significativos, puesto que el numero de votantes fue ridículo, por lo que no deberían ser validos). Reunión de sabios, en donde llegan a la conclusión, de que han elegido el camino equivocado.
Se reúnen en Lisboa el 13 de diciembre de 2007 y el Tratado del mismo nombre es firmado por los Jefes de Estado o de Gobierno de los Veintisiete. Es la misma Constitución rechazada en referéndum, pero ahora se pasan por el arco del triunfo al rebaño y solo tiene que ser ratificado, por sus pastores. ¡Coño! Otro fallo, se les ha pasado el detalle de que Irlanda en su Carta Magna, dice que de eso nada, que los irlandeses, tienen que pasar por las urnas, y ya sabemos lo de la ley de Murphy, 76.017 irlandeses ponen en entredicho un proyecto que afecta a 490 millones de europeos.
No pasa nada, les advierten a los mandatarios de Irlanda, que el problema es suyo, que busquen una solución a su problema, o quedan descolgados.
Vuelvo al principio y pienso que si los antiguos griegos levantaran la cabeza, y observaran que a esta mierda le llamamos , acabarían en un psiquiátrico.

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