Malos tratos y divorcio. Falla la convivencia
Anoche en el programa de Jesús Quintero en la televisión, entrevistó a la Ministra de Igualdad. Este presidente mío, con tal de mantener la paridad entre hombres y mujeres en su gobierno, cualquier día inventa el Ministerio de crear Ministerios.
En primer lugar le pregunto si estaba casada y a pesar de que ya pasaba de los treinta años, vino a decir que por ahora el matrimonio no entraba en sus proyectos (No todos los días se es ministra, y no voy a entorpecer semejante prebenda por una cosa tan inútil como el matrimonio). Continuaron preguntas como el por qué aumentan el numero de divorcios y el número de maltratos a las mujeres; vino a decir, que el hombre todavía no había aceptado su rol de igualdad. ¡Ya tenemos culpable!
Dejando claro que a todo maltratador, sea de mujeres, de niños o de otros hombres, que haberlos haylos, los colgaba por los testículos, hasta que el propio peso de su cuerpo los castrara, y que soy firme partidario de la igualdad, para nada estoy de acuerdo ni con la ministra, ni con otros muchos, de que esta sea la causa. El sistema, con el beneplácito de los políticos, nos está imponiendo un ritmo de vida, en el que los seres humanos no dejan de ser un engranaje más del sistema de producción y en tan corto espacio de tiempo, somos incapaces de adaptarnos a un cambio tan brutal. No soy yo el que digo que la depresión es la enfermedad del futuro, si es que ya no lo es. Ayer mismo decía que la comunicación se esta perdiendo, pero hay otra serie de valores como alegría, amistad, amor, autoestima, lealtad, comprensión, comunicación, confianza, empatía, fidelidad, generosidad, gratitud, honestidad, bondad y paro por ahora, que las mencionas delante de alguien y te miran como diciendo este tío ha salido de un libro de caballería. Señorita ministra, sin estos valores no se puede hacer una unión de un hombre y una mujer, ni ninguna otra, cuyo fin ultimo seria la procreación para la supervivencia de la especie, porque el final ya se esta viendo cual es. Ustedes están haciendo que la convivencia entre seres humanos cada vez sea más insoportable.
Sale el matrimonio de madrugada, cada uno a su respectivo trabajo (Alienante por supuesto), comen fuera, vuelven a altas horas, faenas de la casa y a dormir. ¿Y los hijos?
El siguiente paso, y ya estamos muy cerca, preselección de hembras y machos, donación de óvulos y espermatozoides, mujeres cuyo trabajo sea poner su vientre (Pueden que lo hagan en incubadoras), criadero y selección de niños para su posterior incorporación a las cadenas de trabajo, y ¡todos tan felices! Ya no hacen falta los matrimonios, no hay divorcios, y ya habrán inventado la píldora de la mala hostia, para que lleguemos felices a descansar.
La familia la ha destruido el sistema. Divide y vencerás, porque la familia ha sido hasta ahora el embrión de la sociedad (La sociedad es el conjunto de individuos que comparten fines, conductas y cultura, y que se relacionan interactuando entre sí, cooperativamente, para formar un grupo o una comunidad-De Wikipedia).
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1 comentarios:
Me niego a aceptar que el matrimonio sea la panacea universal, y que el hecho de no estar casada sea síntoma de nada malo.
Creo que en el superpoblado mundo en que vivimos la maternidad biológica para nada es un imperativo biológico, ni el matrimonio consagrado por el estado o por la iglesia un imperativo ético.
Otra cosa es otra cosa, y otra cosa es que la gente ande acelerada para ganar dinero y poder y así consumir a ritmos desenfrenados y así, de paso, ostentar su poderío frente a quienes tienen menos, que siempre hay algún desgraciado más menesteroso.
De hecho, pienso que las instituciones sociales básicas como la familia y la pareja estable necesitan ser repensadas urgentemente, y mientras no se haga a escala colectiva, es lógico que la gente ande perdida, sin querer lo que hay pero sin tener otros modelos alternativos a la vista.
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