jueves, 16 de agosto de 2007

Resolución de problemas. Llegar al fondo del mismos

Muchas veces me pregunto si lo mío es defecto o virtud. Cuando se me presenta un problema, intento llegar al fondo del mismo, aunque el tal problema no me resuelva nada importante en esta vida e incluso teniendo otras opciones que si me lo resuelven. Esto me ha pasado desde que el puñetero Microsoft, sacara al mercado su famoso Windows Vista. Ya he explicado que no le veo ventajas sobre el anterior sistema operativo, pero no me admitía el modem, por lo que tuve que comprar el router, no cualquiera sino el que me imponía la compañía Telefónica, y aquí es cuando empiezan los verdaderos problemas. No hay forma de configurarlo.
Como he dicho para lo que yo utilizo el PC, podía haber pasado perfectamente con el XP y con el modem, pero no me entraba en la cabeza que una cosa tan estúpida como un router, ni yo fuera capaz de configurarlo ni me dieran una solución para hacerlo.
Hoy en día los problemas no se resuelven por conocimiento, sino por estadísticas, caso de los médicos (Usted qué tiene, fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares, tos seca y dificultades para respirar, pues estadísticamente usted lo que tiene es gripe. Y se quedan tan satisfechos) y el otro es por eliminación, caso de la reparación de un PC o incluso hoy en día de un automóvil (Se le van cambiando tarjetas, placas, discos, hasta que en uno de los cambios comienza a funcionar, con lo que el arreglante se queda tan satisfecho y suelta un “aquí estaba la avería").
Aunque no estoy de acuerdo con ninguno de los dos métodos, puesto que con el primero llegara un momento, si no lo hacen ya, en que los ordenadores lo hagan mejor que los médicos, en este caso, y en el segundo, porque así va la enseñanza hoy en día (Puñetera la falta que les hace saber que es un diodo, o como se maneja un esquema eléctrico), yo he recurrido al segundo, para resolver el problema del router y aunque aquí no voy a explicar como, llegue a la conclusión de que la clave impresa en la parte baja del mismo estaba mal, llame a la gran empresa, se lo dije y a pesar del “eso no puede ser”, me dieron otra y ya se configura el solo.
Yo una vez resuelto el problema me he quedado tan satisfecho e incluso con la sensación de que le he demostrado a la multinacional que son unos inútiles, pero me pongo en el lugar y no se por que siempre me viene a la cabeza el pequeño empresario (Será porque en cuanto destacan un poco rápidamente los absorben los gigantes en ganándolos vilmente) y me pregunto cuantas perdidas habría tenido como consecuencia de un fallo tan garrafal, y a quien le hubiera exigido responsabilidades. A nadie, el sistema se ha montado de tal forma que siempre llevan las de perder los mas débiles, y lo peor es que lo aceptamos como lo mas natural de este mundo.


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