El recoveco de callejones oscuros

Aunque llevo unos días de capa caída con la depresión, supongo que a consecuencia de esta primavera anticipada, que tengo la seguridad que durara poco, lo que siento esta tarde tengo la completa seguridad que no es resultado de la misma. Tengo un cabreo enorme. Si ya se, todo el mundo se cabrea, pero yo en teoría no tengo motivos, al menos aparentes, para estarlo. Tengo la sensación de que una serie de callejones por los que he pasado últimamente, de aspecto nada agradable, pero a los cuales, como todo lo que me ocurre últimamente, me los he pasado por el forro de los..., pero al parecer el cerebro tiene su recoveco de callejones oscuros, y el mío ha rebosado esta tarde. También es verdad, que últimamente he hecho cosas que quizás nunca debiera haber hecho, como llamar a personas o visitar a gente.
Bajo ningún concepto voy a enumerar los reveses que me han ocurrido, pero por citar algunos, desde los que se acuerdan de mi para joderme hasta los que debían de acordarse y no lo hacen.
Hace tiempo que no me cabreaba, lo que quiere decir que ya puede que me vaya haciendo una persona normal con todas las miserias que esto implica.
Como siempre esta maquina me esta ayudando, porque en lo poco que llevo escrito, he pasado de pensar de que ojalá ninguno de ellos me necesite jamás, a pensar que me estoy poniendo a su altura y esa altura para mi es tan pequeña, que ni en sueños quiero rebajarme hasta ella.
Ya ha terminado de rebosar el rincón de las malas ideas. Ya me encuentro perfectamente. A seguir con mi vida. Otros la desearían.

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