jueves, 6 de marzo de 2008

Del daño de las desaladoras al del trasvase del Ebro. Guerra del agua

Ya en su día pronostique que el seria el mayor conflicto del siglo XXI, pues bien a España ya ha llegado. Tanto el sur como el levante español, de toda la vida han tenido escasez de agua, pero justo en ese territorio, que también ha sido el más deprimido, descubrieron en primer lugar la agricultura de invernadero y con posterioridad el turismo, pasando a ser provincias de renta per capita muy superior al de la media española. El gran problema es fácilmente deducible: La escasez del líquido elemento. Para paliar esta escasez, ya en 1966, se acometió lo que seria una de las obras hidráulicas de ingeniería más grandes realizadas en España, el trasvase Tajo-Segura, pero la sed de dinero es superior a la sed de agua, por lo que los agricultores a sabiendas de que no disponían de la misma, fueron poniendo mas tierras en cultivo (Ponían como pretexto que con el riego por goteo el ahorro seria considerable) y los promotores urbanísticos, no pararon de construir viviendas para el turismo, con sus correspondientes piscinas y campos de golf. Estallo el problema; no había agua para todos.
Pus bien, el anterior gobierno, no solo proyecto, sino que comenzó otro supertrasbase, esta vez desde el río Ebro, hasta la citada provincia de Almería. Ni que decir tiene que ya se da la primera guerra entre los partidarios del mismo y los que se oponen totalmente al mismo y los políticos especialistas en la pesca de votos en río revuelto, se dividen, entra el actual gobierno, suspende el trasvase (El dinero gastado en proyectos medioambientales e hidráulicos a la papelera) y deciden, que ellos se comprometen a dar suministro de agua, pero a base de desaladoras de agua de mar. No se cuantas van construidas en la actualidad, pero son bastantes.
No voy a entrar en cual de los dos métodos es mas ventajoso o incluso si lo mas adecuado es que no se llevara a cabo ninguno de los dos.
Se aproximan las elecciones y los políticos vuelven a la carga, pero como siempre lo que me llama más la atención es la desinformación y la ocultación de datos a que someten a la población.
Ya que las plantas desaladoras van ganando por goleada, primero hablare de ellas. La desalación representa una solución parcial a la falta de agua ya que las plantas desaladoras no dejan de ser más que fábricas de agua. Como fábricas que son, tienen una vida limitada; se quedan obsoletas en 12 años. Las complejas instalaciones de ósmosis inversa requieren un gran consumo de electricidad. Entre 5 y 6 kilovatios por metro cúbico de agua. El CO2 emitido por cada kW/h, esta entre 1150 y 748 grs. Para obtener los 1.063 hectómetros cúbicos necesarios para Almería son necesarios 5.000 megavatios, lo que significa que son imprescindibles cinco centrales nucleares como la de Trillo (Las cuales según también sus promesas electorales se desmantelaran). Me pregunto: ¿Cómo coño van a cumplir el protocolo de Kioto? ¿Habrán descubierto la forma de crear energía con la y yo no me he enterado? Pero no, aquí no acaba el desastre ecológico: Las salmueras, residuos de agua salada que genera este proceso de obtención de agua dulce, ya que para eliminarlas sólo cabe su traslado y evacuación al mar, con lo que ello significa de agresión a la biodiversidad marina. Los escasos estudios de impacto medioambiental disponibles en la actualidad, informan de que los vertidos de las plantas desalinizadoras han causado reducciones de poblaciones de peces, mortalidad de plancton y corales en el Mar Rojo, desaparición de manglares y angiospermas marinas en la laguna de Ras Hanjurah (Emiratos Árabes), y una contaminación importante de los fangos por cobres y níquel en Key West (Florida).
Entre las comunidades más susceptibles de sufrir este impacto destacan las formadas por fanerógamas marinas, entre ellas la Posidonia Oceanica, especie endémica, protegida y de gran importancia ecológica y biológica en el Mediterráneo.
El agua desalada, al parecer, podría perjudicar a la agricultura. Los cítricos, por ejemplo, tan abundantes en la zona de Valencia y Murcia, son muy sensibles a los minerales que contiene el agua desalada.
Para nada estoy defendiendo el trasvase del Ebro. Aunque también hay guerra de cifras, pero nos podemos quedar que los kilovatios por metro cúbico de agua consumidos para trasvasar el agua, serian los mismos que los desaladoras, por lo que el problema del CO2 emitido seria similar, en cuanto al otro impacto, aunque los partidarios del no trasvase, dicen que se reduciría el caudal ecológico del río por lo que seria desastroso para el ecosistema, son muchos los desbordamientos que ha tenido el mismo y lo que ha causado han sido desastres naturales, por lo que no veo tan claro que este caudal sobrante se pueda llevar a otro sitio.
Que nadie quiere renunciar al becerro de oro, lo tengo bastante claro, los españoles prefieren hacer más presas y pantanos (7,6 sobre 10), desalinizar agua del mar (7,1) o trasvasar agua de un río a otro (6,7) antes que aumentar el precio del agua (3,4). Lo pone de manifiesto el Estudio sobre Concienciación y Conducta Medioambiental en España de la Fundación BBVA, por lo que el daño que le estamos haciendo a Gaia sube en plan exponencial y los políticos, por no perder votos, no se atreven a decir que mientras no se descubra otro tipo de energía, la única solución para tanto derroche es volver a la , como aconseja James Lovelock

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