domingo, 30 de marzo de 2008

RIP al código de barras. Microchip y conocerán nuestro ADN

Sinceramente, creo me hubiera gustado vivir en otra época, en especial para poder pasar desapercibido. Todas han tenido sus ventajas y sus inconvenientes, pero ahora me estoy refiriendo a los que nos ha tocado vivir en lo que llaman el primer mundo porque seguro que si esta reflexión se la hace un africano, lo más probable es de inmediato pensara que cualquier época pasada fue mejor.
Pasó el paleolítico, la edad media, la moderna, la contemporanea y en la que vivimos actualmente no se si ya la han bautizado, pero si me tocara hacerlo a mi, la definiría como las de las prisas, la de la provisionalidad o la de la búsqueda del camino hacia donde nos dirigimos, cosa que ni los pensadores mas ilustres sabrían decir. La verdad es que yo me quedaría con la segunda. Es tal la cantidad de cosas que en los últimos cien años hemos puesto en uso, que las hemos creído imprescindibles, pero que con la misma rapidez que nos han llegado, nos han desaparecido y ni nos hemos dado cuenta.
La lista seria interminable; yo empecé a escribir en una pizarra, con un pizarrín, siguió el lápiz, pluma, bolígrafo y ya vamos por el teclado, el cual también le quedan los días contados, porque aunque ya existe y todavía no lo han sacado al mercado, le hablaremos al PC y este lo ira pasando a signos caligráficos y por supuesto con sus comas, puntos y desaparecerán las faltas de ortografía. Lo mismo se podría aplicar a los Zeppelin, relojes (Primero de bolsillo), alumbrado eléctrico, teléfono, fregona y por que no las cosas más cercanas a mi en este momento; el router, los altavoces, la música digital, la máquina fotográfica, la cámara web y la dichosa computadora. Pues bien, hace poco desapareció el famoso SOS, que tantas vidas salvó, aunque a otras condenó como en el caso del Titanic, y ya mismo le estamos colgando el RIP al código de barras.
Me detengo en el código de barras, porque nos lo fueron introduciendo en silencio y con alevosía y hoy en día no hay producto que te vendan, que no lo lleve. El que desaparezca, en particular a mi, me importa tres rábanos, porque su utilidad es para las empresas y especialmente para ahorrarse mano de obra, lo que si me preocupa es por que va ser sustituido, o mejor dicho ya esta sustituido, y pongo otro ejemplo también muy cercano a mi. Cuando adopte a mis perros lo primero que hicieron fue inyectarle a cada uno un microchip al que con un lector externo le sacan no ya los datos del perro, sino hasta mi numero de teléfono, dirección, y no se si meterían el color de mis ojos.
Para no extenderme mucho, a partir de ya, cada producto, digamos una barra de pan, llevara su microchip, llenaremos el carrito de la compra, pasara por un lector y nos dará un listado de productos, peso, precio y lo mas probable que la procedencia del mismo. No, tampoco tendremos que pagar, puesto que nuestra tarjeta llevara otro y la dichosa maquinita le pasara los datos a nuestro banco, sin que hayamos visto el dinero. Al parecer estos puñeteros microchip, donde tienen un futuro que me cuesta trabajo imaginar es en los teléfonos móviles (Celulares). Si nos fijamos la tecnología ya es antigua, se trata de un indexador, y un microchip con meta tags
Puede que alguien piense que soy un exagerado, pero tengo la completa seguridad, de que no pasara mucho tiempo para que cada uno de nosotros lleve inyectado uno, y que al pasar por un aeropuerto, sepan de nosotros hasta nuestro ADN. Que el dios de los otros nos coja confesados.

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1 comentarios:

Gaby Gaby dijo...

Leo esto y me provoca irme a vivir a un pueblito y dedicarme a la pesca... como decía un profesor: "no se quien es más feliz: yo viajando semanalmente al exterior, con mi laptop y mis innumerables negocios, o el pescador "ignorante" que poco sabe de la vida y solo se preocupa por pescar y descansar en su chinchorro" esa frase me marcó y desde entonces significa una búsqueda del concepto acerca deque la felicidad es relativa y depende de como se mire.
Muchas gracias por tus palabras, es como conectarme con alguien que como yo piensa que no se es precisamente loco por querer escapar de esta vida de apuros y corre corre que solo logra exigirnos más y más hasta deprimirnos.
Por otro lado, me reconforta hallarte conocedor de tu ciclo y de la calma que está por venir... es como una forma de saber que pronto pronto, amanecerás mejor!!!
Un beso!!!