Decálogo gilipollas. Rebatiendo a este desgraciado.
No en un blog, sino en un periódico digital, al que no pienso dar difusión, en encontrado este decálogo, según ellos escrito por un bloguero y que ha conseguido mucha difusión. Mas bien creo lo ha escrito un periodista esclavo de su línea editorial, y que tanta manía nos tienen.
Rebato en mi nombre no en de los demás blogueros.
Primero: lleva mucho tiempo. Tiempo que podrías estar empleando en cosas como tener una vida.
No puedo llevar otra vida que la que me marca mi depresión. Tengo todo el tiempo del mundo. Mientras pienso en lo que escribo no pienso en cosas nefastas. Espero tú no pases por una.
Segundo: No es fácil. Todas las plataformas, incluyendo Wordpress son un petardo. Hay que hacer un master para instalarlas y otro master para configurarlas a tu gusto, buscar plugins, plantillas, leer foros, leer blogs... ¡joder!, me costó menos entender la Teoría de Campos.
Eres muy torpe.
Tercero: No vas a ganar dinero. Desengáñate, no va a suceder. Juega a la primitiva.
En mi escala de valores el dinero está en la ultima. Lo mas seguro es que tu estés en tu periódico por un sueldo de mierda y encima acojonado.
Cuarto: Tus amistades creen que te has vuelto un friki y que tu vida sexual deja mucho que desear, y seguramente tengan razón. Tu madre empieza a preocuparse seriamente por ti, tu chica te mira raro, cree que le eres infiel.
Por suerte para mi no tengo amigos; los que tenia, la depresión no entra en su escala de valores; muy por delante tienen el trabajo y hacerles pelotas a sus jefes.
Mi mujer también me dejo en plena depresión o sea que tengo plena libertad para serle infiel, aunque llevas razón en lo de mi vida sexual; llevo más de tres años apartado del mundo. En el que tu estas, es una mierda.
Quinto: Ni es periodismo ni se le parece. No te des aires de grandeza.
Que dios me libre de hacer periodismo. Escribo lo que pienso, cosa que no pueden hacer los periodistas. O se atienen a la línea editorial o de patitas a la calle.
Sexto: La red está llena de hooligans. Tipos amargados amparados en el anonimato y con mucho tiempo libre se dedican a atacarte personalmente, no a tus opiniones, sino a ti.
Que más quisiera yo que aunque fuera para meterse conmigo, dejaran su opinión. Solo cuento con varios amigos/as que lo hacen.
Séptimo: Hay demasiadas reglas. Hay más protocolo que en una recepción en la Zarzuela. Reglas para ser un buen blogger, cómo no cabrear a otros bloggers, cómo conseguir que te lean, cómo conseguir tráfico, “cómo escribir listas de 10″. En fin, un sin vivir…
No sigo regla ninguna, no me preocupa el tráfico y la primera lista de 10 que escribo es esta.
Octavo: La comunidad blogger es muy cerrada, autocontenida, incluso onanista diría yo.
En esta puede que lleves algo de razón.
Noveno: Los bloggers escriben para otros bloggers, sobre cosas que interesan a otros bloggers. Mi padre jamás leerá este blog, y el tuyo menos aún. Mi padre lee el Marca. Además tenemos los blogs de blogs, catálogos de blogs, catálogos de catálogos de blogs y sitios de refritos de contenidos, que no aportan nada y que curiosamente son los únicos que ganan dinero. Pareciera como si todo el paradigma del Web2.0 está basado en recalentar sobras y ponértelas en el plato como si fuera el menú degustación de El Bulli.
Ya me explicaras de qué va el rollo que te marcas en esta.
Décimo: Ya hay muchos blogs. Todo lo que se te ocurra a tí, ya se le habrá ocurrido a otro antes, y posiblemente lo haya explicado mejor que tu. Y si tienes algo original que decir, lo más probable es que no le interese a nadie.
Me importa un huevo.
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