Niños, niños conflictivos y monstruos
Después de un día fatal de cansancio, la mayor parte del mismo, echado en la cama y con Trankimazin bajo la lengua; por fin llego la noche y me puse en la televisión a ver una película. La verdad es que cuando acabó y a pesar de haber tomado con anterioridad el Lantanón para dormir, después de todo el día en la cama, no me llegaba el sueño, por lo que me puse a pasar de canales, ante la esperanza de encontrar algún documental, con el que alargar un poco mas el tiempo. Me encontré con un debate sobre niños conflictivos, en el que participaban psiquiatras, padres afectados por el comportamiento de estos niños, profesores con el mismo problema, periodistas y un elenco de “expertos” en el tema, tan numeroso, que más que tratar un problema de niños, pareciera que estuvieran tratando de cómo evitar la tercera guerra mundial.
Niños que amenazaban a los padres con denunciarlos si les registraban sus cajones ¿Sus Cajones?, les miraran en su ordenador ¿Su ordenador? o le levantaban la voz, otros que organizaban en el colegio la forma de darle a uno de sus compañeros, una buena paliza con el único fin de grabarla con un teléfono móvil y colgarla en YouTube, y maestros acojonados ante las amenazas que recibían de niños de entre seis a doce años. Padres pidiendo por favor que metieran a sus hijos en la cárcel porque estaban aterrorizados y maestros con bajas laborales por depresión ante semejantes bestias.
Si alucinaba con lo que hacían los dichosos críos, bastante mas con las soluciones que daban los expertos, desde la educación en igualdad, que no se que narices es eso, hasta la mente tan delicada, según los psiquiatras, de los niños a esa edad.
En primer lugar y bajo mi punto de vista, meten en el mismo saco dos tipos de educación que para mi son bastante diferentes. No tiene nada que ver la enseñanza de los valores morales, con el de la física y el de la gramática. El enseñarle que a los mayores hay que respetarlos, que tienen que comer a sus horas, que después de jugar, tienen que recoger los juguetes, el que no van a conseguir mas porque mas chillen, que la hora de acostarse es sagrada, y que aparte de sus horas de juegos, y digo juegos, porque no todo se reduce a la videoconsola, sino otros en los que hagan ejercicio, también tienen las de sus obligaciones, como seria estudiar o hacer los ejercicios que les pusieron en el colegio, es una enseñanza exclusiva de los padres.
En mis tiempos se les decía: Cuando seas padre comerás dos huevos. Esa frase es perfectamente valida en la actualidad, y no me estoy refiriendo a la comida; ¡Que coño es eso de mi cajón o de mi videoconsola! Todo lo que haya en la casa es de los padres y eso hay que grabárselo bien en la cabeza, y se les dejara usar el ordenador si han hecho méritos para cogerlo y después de haber pedido permiso. No me gustan las lentejas, así que a mi me haces una hamburguesa, y va la madre y se la hace. ¡Puñetero niño! Hoy hay para comer lentejas y si no te las comes ahora, te las comerás esta noche, y si no mañana. En este caso concreto harán una guerra psicológica, para ver quien vence, y si no se tiene cuidado, normalmente la madre cederá ¿Un ordenador y un televisor exclusivos para el niño? ¡Vamos hombre! Coges mi ordenador y además ya me encargare yo de que no te puedas conectar a Internet que puñetera falta que te hace para hacer tus deberes.
No, no soy ningún ogro. A Nicolás Sarkozy, también lo han tratado de loco por decir que los maestros tenían que recuperar su autoridad. Mi padre jamás me puso la mano encima, pero nada más que con la mirada que me echaba, si había hecho algo mal, temblaba. Tenia perfectamente claro quien mandaba. También tenia perfectamente claro el respeto que había que guardarles a los maestros, y por habérselo tenido a unos y a otros no conservo ningún trauma, a pesar de los cachetes, más bien palos, de los últimos, guardo muy buen recuerdo de la mayoría de ellos (Actualmente si un maestro le grita a un niño, puede ser expulsado del colegio o ser agredido por los padres). Tampoco yo jamás les he pegado a mis hijos, y eran niños que si iban de visita no hablaban por no molestar.
La verdad es que hasta ahora me he metido con los padres, pero me pregunto si ellos son culpables; los dos, padre y madre, antes de que se hayan despertado los niños, están camino de sus respectivos trabajos, comen en la empresa o en algún local de comidas rápidas y vuelven agotados a la hora en que la niñera ya los esta acostando. Los niños han estado todo el día bajo la tutela de la niñera o en una guardería. ¿Quién los educa? ¿Es la misma enseñanza la de una niñera o la de una guardería que la de los padres? Ya son muchas las veces que por aquí he repetido que el sistema nos ha roto la familia, luego la culpa ¿Es de los padres o del sistema? Sinceramente yo creo que de este ultimo aunque a los padres les recrimino el no darse cuenta precisamente de esto y de que no nos revelemos contra este estado de cosas.
Los niños por naturaleza, siempre han querido hacer lo que les ha dado la gana (Se quieren apropiar del juguete del hermano o del vecino) pero ahora no hay quien los guíe y si salen pequeños monstruos los culpamos a ellos, cuando somos nosotros los que hemos puesto los cimientos para que esto ocurra. O restablecemos la familia o este mundo lo llevamos al desastre. Al todo vale.
Repito, me considero ateo, y para nada me refiero a la familia católica, pero no hay más que observar a unos cachorros de león (Veo muchos documentales), para saber que mientras no estén preparados para defenderse en la vida, están bajo la tutela de los padres, de los que reciben cachetes, juegos y enseñanza para cazar. También los protegen, y mucho. No seamos peores que los animales.
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2 comentarios:
te felicito el articulo sobre los padres y los hijos incorregibles estuvo geniel, dberias escribir un libro, redactas muy bien y hablas de tu propia experiencia que le podria servir a muchos padres; te felicito, animo amigo haz el libro, hace tanta falta actualmente alguien que piense como tu... gracias;;
Describes perfectamente una situación que, un año después, no ha cambiado un ápice (y me temo que no vaya a cambiar en España, por lo menos, a medio-largo plazo). Resulta muy difícil, en este sistema en que "vivimos", mantener el rumbo y la mente preclara para no dejar de educar a tus hijos en ningún momento... Son esa y tantas otras cosas que intentan arrebatarte...
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