Plan de pensiones o robo a mano armada

Como consecuencia de la incapacidad absoluta que me fue dada por la Seguridad Social a causa de mi depresión, y por una cláusula que teníamos en convenio, de la cual no tenia ni conocimiento, me correspondía un Plan de Pensiones. Durante todo el año pasado, me estuvieron pagando una mensualidad, que no viene al caso si era una miseria o una fortuna; tengo claro después de pasar el cenit de mi enfermedad que el dinero no es lo mío, y con lo que recibo en conjunto, tengo la sensación de ser la persona mas rica del mundo, puesto que todo me sobra y bastante mas me sobrará cuando me vaya a Centroamérica, donde en el país que me he marcado como meta, viven con treinta dólares al mes, por lo que sabiendo que mis necesidades son mínimas, pensaba incluso en dar microcréditos con lo que me sobrara.
Lo de saber el por qué de las cosas, siempre ha sido una de mis obsesiones, razón por la que llevo mi contabilidad, la cual cierro todos los finales de mes, y al hacerlo con la del mes de Enero de este año, observo que la citada pensión no solo no me ha subido o incluso si me hubiera seguido la misma cantidad, puede que ni le hubiera prestado atención, sino que me pega una bajada tan drástica que hasta disparan las alarmas de mi cerebro. Repito que nada en la vida me va a solucionar ese dinero, pero siguiendo con lo del por qué de las cosas y pensando que alguien que nade en la abundancia se pueda quedar con él, habiendo tantas personas necesitadas, hacen que me revele y en los momentos que me han dejado tranquilo mis neuronas, he hecho por seguirla la pista al dinero evaporado.
En uno de mis salidas semanales a la civilización, me paso por el banco y pido explicaciones. Delante de mi llaman al seguro que desembolsa esa cantidad, y me dan una explicación tan peregrina, que les digo que me dejen el teléfono y el nombre de con quien han hablado. De vuelta a mi encierro, lo llamo e intenta meterme un rollo tan estúpido que ni el mismo se lo creía. Le razono el por qué no es creíble lo que me cuenta, una velada amenaza, y queda en estudiarlo y que me llamaría. Inútil espera, así que al mes, vuelvo a llamarlo y aparte de decirle que no tiene vergüenza por no haber cumplido su palabra de llamarme, le pregunto que si ya ha estudiado mi caso a lo que me contesta que ha sido un error y que los atrasos se los van a ingresar al fondo de pensiones. ¡Muy bien! A esperar se ha dicho. Llega el segundo ingreso al banco y todo sigue igual. Mi tercera llamada es de cajas destempladas, a lo que me responden que ellos se lo han devuelto a mi ex empresa. Llamada a mi ex empresa y me dicen que ellos no tienen puñetera idea de lo que les estoy hablando, que eso lo sabrán en el fondo de pensiones. ¡Paciencia!; pido el teléfono del fondo de pensiones y el nombre de la persona adecuada para que me resuelva el problema y lo llamo. Contestación: Que saben de mi caso pero que están estudiando si es correcto el hacerme ese descuento y que si llevo razón me lo ingresarían. En esta vida ya no tengo prisa para nada, pero esta mañana, me acuerdo, accedo al banco a través de Internet, y de ingreso nada. Difícil es que me indigne por algo que no sea el que cuando ya doy la depresión por vencida, me venga otra crisis, pero he vuelto a llamar al fulano y le he dicho que si el estudio de mi caso esta relacionado con el de sacar combustible de la antimateria. Me imagino que por el tono de voz y por la forma de decírselo, me ha asegurado que a primero de mes me lo ingresaran todo. Me lo creo por fe, pero con la advertencia de que llegare hasta ZP en caso de que no cumplan.
¡Cuatro meses para resolver un caso que no es tal caso! ¡Cabrón sistema! Mil euros robados por acá, más otros mil por acullá y la táctica casi infalible de aburrir al robado y los beneficios de las empresas a subir. ¡Jodidos van!

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